El contrabando de medicamentos se ha convertido en un peligro latente para los peruanos y peruanas. Un importante cargamento de estos productos son traídos desde Ecuador, con la consigna de que la frontera con nuestro país parece no tener el control suficiente.
De acuerdo a un reportaje de Panorama, el camino ilegal de estas medicinas comienza en la ciudad ecuatoriana de Huaquillas, donde los medicamentos son más baratos, para luego llegar al país a través de ‘caletas’, vehículos que pueden ser de mediano o gran tamaño.
“Tú me pides Neurobión, Doloneurobión, eso yo tengo en la farmacia, las que tú quieras. 100, 200, 400, 500 cajas, sin ningún problema. Toda la gente que lleva para allá tiene sus “pasadores”, que le manda paquetes. Para el lado de Arequipa, llevan Febra, Mulgatol, que es una crema. Llevan a la vez 2.000, 3.000 cajas”, dijo un comerciante que fue grabado de forma encubierta.
Para el exministro de Salud, Abel Salinas, Perú se encuentra en una “situación crítica” debido a que esta práctica pone en riesgo la efectividad de las medicinas. Incluso, advierte, se pueden generar riesgos adversos. “Es un atentado contra la salud pública, pero además es un delito grave contra la vida de las personas”, comentó al programa.
Por su parte, Omar Neyra, experto en Salud Pública, mencionó que este mercado negro puede “llevar a la muerte de muchas personas”.
“Nadie garantiza que pueda ser seguro, eficaz, que pueda servir para un tratamiento, o que pueda llevar a la muerte por ingerirlos, porque uno no sabe de dónde viene, cómo viene ni de dónde se fabricó. Si no tiene eso, tú no puedes utilizar ese medicamento. Cuando se rompa la trazabilidad, se rompió todo. No puede utilizarse un medicamento de ese tipo”, alertó.
¿Cuál es la ruta del contrabando?
La ruta del contrabando comienza en la ciudad de Huaquillas, provincia de Loja, de Ecuador. Luego, es trasladado a Zapotillo por medio de las ‘caletas’. Una vez en Perú, el camino sigue por el distrito Las Lomas, en Piura, por Querecotillo, y Sullana. Desde este punto comienza la distribución a varias provincias del país, hasta llegar al punto central que es Lima.
Durante este procedimiento intervienen varios actores. Entre ellos, el ‘armador’, que se encarga de empaquetar las medicinas, y los ‘pasadores’ que son los que cobran
“Los armadores” empacan. Luego están los ‘pasadores’ para llevar los paquetes hasta Tumbes, por ejemplo. “El ‘pasador’ cobra S/ 30 o S/ 35, de aquí hasta Tumbes y de Tumbes para allá el carro te cobra de S/ 35 a S/ 40 soles, dependiendo del tamaño del paquete. Dice que entran 15 a 18 cajas. Depende del carro que haya para poder enviar”, relata el entrevistado.
“Te cobran 70 soles cada paquete. Es una sola persona que hace un trabajo en tres o cuatro días. La ruta es la misma, pero el precio puede cambiar. Yo te digo, mándalo en 3 viajes. Tú dile, hay esto, pero llévame en tres viajes. Nunca mandes todo... no sé si has visto ahora en las noticias, hay caletas supergrandes, pero a veces las encuentran. El contrabando es así, es suerte. Puedes trabajar años, hay gente que hasta ahorita nunca ha caído”, agrega.
Otro de los puntos vulnerables es el distrito de Matapalo, en Tumbes. Panorama mostró imágenes donde se aprecia un puesto de seguridad en esta localidad, aunque sin presencia de efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP).
“Ahorita has cogido el boom del Tramadol, es como el Tramal, es igualita, creo que la pintan y cambian el nombre. Lo llevan para Lima, y de ahí tenemos bastantes clientes que son ... ¿Cómo se llaman esas galerías? En Las Malvinas sí tengo una”, dice el hombre.
Por esta declaración, el programa de investigación sostiene que uno de los destinos finales podrían ser galerías del centro de Lima. Una vez en uno de estos establecimientos, una de las vendedoras confiesa que estas medicinas hay que venderlas “escondido”, es decir, “no tenerlo en exhibición”.