El jefe del Gabinete, Gustavo Adrianzén, cortó este lunes una conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros ante una pregunta sobre el reloj Rolex que usa la presidenta Dina Boluarte, un objeto de lujo cuyo valor supera tres veces su sueldo mensual y que no fue consignado en la declaración de bienes que obligatoriamente deben realizar los funcionarios.
El premier fue consultado sobre el tema en dos ocasiones, pero solo replicó en una oportunidad y de manera tajante. “Va a ser la última vez que me refiera a este tema. La señora presidenta ha sido lo suficientemente explícita respecto a estos reportajes de los relojes. Se trata de un tema personal que a mí no me corresponde abordar”, dijo.
Cuando otro reportero insistió sobre el artículo ostentoso, Adrianzén solo movió la cabeza y después dio por concluida la rueda de prensa. “Hemos terminado”, acotó escuetamente mientras se retiraba con los ministros José Arista (Economía) y César Vásquez (Salud), quienes también lucían desencajados. TV Perú, el canal del Estado que transmitía en vivo, enfocó el atrio vacío durante al menos un minuto.
El uso de los artículos de lujo fue destapado la semana pasada por La Encerrona, que revisó más de 10.000 fotografías oficiales desde que asumió como vicepresidenta y ministra de Inclusión Social del entonces mandatario Pedro Castillo, para luego jurar el 7 de diciembre de 2022 como jefa de Estado.
La investigación periodística mostró que durante ese período, en el que su salario mensual varió de S/ 30 mil a S/ 16 mil, la mandataria usó 14 relojes de diversas marcas, incluido un Rolex, cuyo valor en Perú alcanza los 14.000 dólares. Boluarte usó el artículo en diversos eventos, la última vez en febrero, cuando asistió a la incorporación de un usuario al sistema de pensiones para ancianos extremadamente pobres.
Boluarte no ha respondido por qué el reloj no figura en ninguna de las declaraciones juradas que presentó ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) desde la primera vez que postuló a cargos de elección popular, pero ha dicho que trabaja desde los 18 años y que se trata de un objeto de antaño que usa “muy eventualmente”. De igual modo, pidió “no entrar en temas personales”.
“He entrado al Palacio de Gobierno con las manos limpias y saldré con las manos limpias, como lo he prometido al pueblo peruano. No solo porque lo he prometido, sino porque en mi ADN está no ser corrupta”, siguió. El experto en relojes de alta gama, David Su, indicó a Cuarto Poder que el modelo de la mandataria no es antiguo, sino que data del 2020 en adelante.
El especialista agregó que, debido a la exclusividad y estatus de la marca, el nombre del comprador queda registrado por temas de garantía o reparación. Por ello, si Boluarte lo ha comprado personalmente, figurará su nombre, y si se trata del regalo de un tercero, aparecerá el de esa persona.
El año pasado, en un acto en el Palacio presidencial, la mandataria recordó que durante la campaña política que la llevó al poder como vicepresidenta “no tenía ni para los pasajes” del transporte. Antes de ser ministra, se desempeñó como funcionaria de una pequeña oficina del Registro Nacional de Identificación (Reniec), donde laboró desde 2007.
“En la época de la campaña, ella no tenía nada. Incluso, la terma de su casa se le malogró y me pidió las facilidades del caso para ayudarla. [...] En campaña, ella andaba con esos relojes de plástico [...] que costaban S/10 o S/20. El giro que ha tenido es muy notorio”, declaró el empresario Henry Shimabukuro, exasesor de Castillo e investigado por supuestos aportes ilegales en la campaña de Boluarte.
La gobernante está comprendida en una investigación por presunto financiamiento prohibido de organizaciones políticas, lavado de activos y organización criminal a raíz de las declaraciones de Shimabukuro, quien afirmó haber pagado viajes y actividades proselitistas.