¿Por qué se celebra la Semana Santa en Perú?: una mirada a la historia y tradiciones de esta festividad

Para responder a esta pregunta, es vital situarnos en un momento histórico de nuestro país: el virreinato. En el siglo XVI, las primeras órdenes religiosas y obispos arribaron al Perú. Conoce lo que sucedió después de este hecho.

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Si exploramos los acontecimientos que
Si exploramos los acontecimientos que ocurrieron durante el virreinato, podemos encontar la respuesta. (Infobae: limaenlahistoria.blogspot.com/Lima Antigua)

En tiempos difíciles en los que los peruanos no vislumbran un panorama favorable en asuntos socioeconómicos y los congresistas se empeñan en fomentar divisiones y enfrentamientos políticos, socavando la unidad y el progreso, se avecina una festividad religiosa que logra opacar los problemas de la sociedad peruana. El fervor se apodera de las personas en un periodo de reflexión y renovación espiritual.

Esta festividad es conocida como Semana Santa, una tradición del cristianismo que se repite anualmente para rememorar los últimos días de Jesucristo, abarcando su pasión, muerte y resurrección. La conmemoración inicia con el Domingo de Ramos, que simboliza la entrada de Jesús en Jerusalén, y se extiende hasta el Domingo de Resurrección, pasando por el Jueves y Viernes Santo, días que conmemoran la última cena y la crucifixión de Cristo, respectivamente.

A lo largo de estos ocho días, millones de fieles alrededor del mundo participan en prácticas litúrgicas. En el Perú, destacan, por ejemplo, las procesiones religiosas como la del Señor de los Temblores en Cusco, así como las representaciones de la última cena y el vía crucis por parte de las distintas comunidades.

Tanto en Lima como en
Tanto en Lima como en otras regiones, la palma de olivo es un elemento indispensable en el Domingo de Ramos. (Andina)

Dentro de estas prácticas se incluye también la visita a siete iglesias durante el Jueves Santo, una tradición que invita a la reflexión sobre las estaciones de la Cruz. Esta actividad recuerda los siete lugares asociados a la pasión de Jesús: desde el huerto de Getsemaní, pasando por las casas de Anás y Caifás, el pretorio con Pilato, ante el rey Herodes, de vuelta al pretorio y, finalmente, el Gólgota, lugar de su crucifixión, hecho que se conmemora específicamente el Viernes Santo.

De acuerdo con los textos bíblicos, tras ser juzgado y flagelado por Poncio Pilato, a Jesús se le impuso la carga de llevar su cruz hasta el Gólgota. En esta locación, fue crucificado junto a dos ladrones. Sobre la cruz del Mesías, se colocó un letrero con las siglas “INRI”, correspondientes al latín “Iesus Nazarenus, Rex Iudaeorum”, que en español se traduce como “Jesús de Nazaret, rey de los judíos”.

Esta leyenda, ordenada por Poncio Pilato, buscaba resaltar la razón de su ejecución, fundamentada en la acusación de haberse autoproclamado “rey de los judíos”, según narran los evangelios del Nuevo Testamento.

Con este contexto establecido, es relevante abordar el motivo por el cual se celebra la Semana Santa en Perú, así como los eventos históricos que ocurrieron durante el virreinato que contribuyen a comprender la trascendencia de esta conmemoración. Este análisis permite ofrecer una perspectiva detallada sobre el significado de esta celebración para los lectores.

En distintas regiones del Perú
En distintas regiones del Perú se celebra la Semana Santa.

¿Por qué se celebra la Semana Santa en Perú?

Para responder a esta pregunta, es vital situarnos en un momento histórico clave del Perú: el virreinato. Durante el siglo XVI, tras la conquista del Imperio inca iniciada en 1532 con la captura del emperador Atahualpa por Francisco Pizarro, llegaron al Perú las primeras órdenes religiosas y obispos. Entre estas órdenes se encontraban los franciscanos, dominicos, agustinos y, posteriormente, los jesuitas a mediados de siglo, con el propósito principal de evangelizar a la población indígena. Este esfuerzo buscaba integrar la fe católica dentro del proyecto colonial español, considerando la conversión religiosa como esencial para la consolidación de la conquista territorial.

Una práctica significativa de los misioneros españoles para la evangelización de los indígenas se relacionaba con las actividades que se llevan a cabo en la Semana Santa actual. Estas incluían el uso de representaciones del sacrificio de Jesús, cánticos, relatos y procesiones, como estrategias para incorporar a los indígenas a la comunidad cristiana. Estas actividades aún perduran, marcando la forma en que se celebra la Semana Santa en el Perú hoy en día.

Por ende, la razón por la que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo en el territorio peruano tiene sus raíces en la evangelización llevada a cabo por los misioneros españoles desde el siglo XVI. Dicha tradición se implantó durante el proceso evangelizador y ha continuado a lo largo de los siglos en diversas regiones del Perú, transmitiéndose de generación en generación. Aunque un sector de la población se ha declarado agnóstico o ateo, rechazando esta costumbre, la celebración de la Semana Santa tiene su fundamento en el legado cultural legado por los españoles.

Así luce la Plaza de
Así luce la Plaza de Armas de Lima en Semana Santa. (Andina)

En otros países de Latinoamérica, la Semana Santa también se celebra ampliamente, evidenciando la influencia de las tradiciones católicas heredadas desde la colonia. Cada país, con sus propias particularidades culturales y religiosas, enriquece esta semana con prácticas que combinan elementos católicos con las creencias autóctonas, desde México y Guatemala hasta Colombia, Bolivia y Ecuador, demostrando la diversidad y riqueza de esta tradición en el continente.

Tradiciones de Semana Santa durante el virreinato

Las actividades religiosas desarrolladas durante el virreinato presentan algunas diferencias respecto a las costumbres actuales. En el siglo XVII, por ejemplo, los habitantes de Lima presenciaban una representación singular: Jesús, montado en un borrico de madera, recorría las principales calles de la ciudad. A su alrededor, los fieles lo seguían en procesión, especialmente durante el Domingo de Ramos.

En las regiones fuera de la capital, esta práctica se adaptaba, sustituyendo el asno de madera por uno vivo. En algunas ocasiones, se incluía en la procesión a un pollino joven. Tanto en Lima como en otras regiones, las palmas de olivo eran un elemento indispensable, empleado para rememorar la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén.

Un lugar neurálgico de Lima
Un lugar neurálgico de Lima durante el virreinato.
Manuel Atanasio Fuentes, uno de los escritores peruanos más destacados del siglo XIX, documenta otra de las actividades típicas de la época en el Jueves Santo: la figura de Judas Iscariote exhibida con un ají colorado en la boca, simbolizando su traición con una expresión de dolor provocado por el picante.

Para finales del siglo XVIII, los creyentes asistían al Sermón de las Tres Horas en la mañana del Viernes Santo. Al día siguiente, se llevaba a cabo la tradicional quema de Judas, evento que coincidía con ferias populares y corridas de toros, actividades todas centradas en la vida colonial de Lima.

La Semana Santa en el Perú, más allá de ser una conmemoración espiritual, supone también un momento de vinculación con el extenso legado cultural del país, evidenciando la mezcla entre las creencias religiosas y las prácticas tradicionales. Esta festividad resalta la identidad nacional mediante ceremonias que integran elementos tanto indígenas como españoles, subrayando la diversidad y riqueza del patrimonio cultural peruano.

Semana Santa: ¿cuándo inicia y culmina esta festividad?

Con la llegada de marzo, millones de personas alrededor del mundo se preparan para recibir la Semana Santa, festividad en la que las personas practican una serie de costumbres, las cuales están marcadas por la devoción. Ciudadanos de distintas latitudes del mundo asisten a los templos, presencian representaciones de la pasión y muerte de Jesús, entre otras actividades.

Estas costumbres se ponen de manifiesto el Jueves Santo y Viernes Santo; sin embargo, la Semana Santa inicia el domingo 24 de marzo, fecha en la que se conmemora el Domingo de Ramos. El último día de esta festividad religiosa es el domingo 31 del mismo mes, día en que se recuerda el Domingo de Resurrección.

¿Por qué se come pescado en Semana Santa?

Con la llegada de Semana Santa, los creyentes de diversas partes del mundo practican una serie de tradiciones y costumbres que se ponen de manifiesto desde el Domingo de Ramos, incluso antes. Entre las actividades religiosas que se suelen llevar a cabo figuran el recorrido de las siete iglesias, la representación de la pasión y muerte de Jesucriscto, entre otras.

Entre las tradiciones y costumbres que se practican en esta festividad religiosa, existe una que genera opiniones divididas en pleno siglo XXI. Se trata de la abstinencia de comer carne el Viernes Santo, un mandato que está establecido en el Código de Derecho Canónico, específicamente en canon 1251.

Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de comer carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo”, reza una página del libro, que reúne derechos, obligaciones y normas de la Iglesia católica.

Tras esta ‘prohibición’, las personas buscaron un alimento que reemplazara a la carne roja, topándose con el pescado. Cabe señalar que lo establecido en el derecho canónico es una de las razones por la que se come pescado en Semana Santa. Es menester señalar que existen otras explicaciones relacionadas al simbolismo y el significado de acontecimientos bíblicos.

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