Mario Vargas Llosa: en que trabajan sus hijos y cuál es el llamado a ser su sucesor

Para nadie es un secreto que Mario Vargas Llosa, el prolífico escritor peruano, es reconocido mundialmente por su destacada carrera literaria y sus invaluables contribuciones a la literatura contemporánea.

Pero, además de sus logros en el ámbito de las letras, Vargas Llosa es conocido por su vida familiar, que incluye tres hijos nacidos de su larga relación con Patricia Llosa Urquidi, con quien compartió un matrimonio que trascendió más de cinco décadas.

Sin embargo, a diferencia de su padre, los dos últimos descendientes del laureado Nobel de Literatura han optado por mantener un perfil bajo y alejarse del escrutinio público, excepto por Álvaro Vargas Llosa, quien se ha destacado notablemente a nivel internacional por sus diversas actividades.

Aunque algunos puedan especular que Álvaro, como primogénito de Vargas Llosa, disfruta de un trato preferencial y ha logrado su éxito gracias a lo hecho por su padre, esta suposición está lejos de la realidad.

Nacido el 18 de marzo de 1966 en Lima, Álvaro Vargas Llosa, es el primogénito de Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa Urquidi. Su formación escolar tuvo lugar en el colegio Franco Peruano y en el colegio Markham de Lima. Posteriormente, continuó sus estudios universitarios en el London School of Economics, donde se graduó en Historia Internacional, y más tarde completó una maestría en Value Investing y Teoría del Ciclo en España.

En cuanto a su vida privada, en julio de 2021, el reconocido escritor, junto a Susana Cecilia Abad Lanata, madre de sus dos hijos, Leandro y Aitana, decidieron terminar su matrimonio después de más de veinte años. En la actualidad, Álvaro vive en Francia junto a su nueva compañera, Nada Chedid.

La consideración de Álvaro como el sucesor de su padre Mario Vargas Llosa se fundamenta en su posición como el heredero del título nobiliario otorgado a su padre. En febrero de 2022, el rey Juan Carlos I de España confirió al escritor un marquesado, lo que convierte a Álvaro en el heredero natural de este linaje.

Por otro lado, Gonzalo Vargas Llosa, segundo hijo del matrimonio entre Mario y Patricia, optó por alejarse del ámbito artístico y literario, a diferencia de sus hermanos Álvaro y Morgana. Sin embargo, ha destacado en el ámbito humanitario, especialmente a través de su trabajo en la Organización de las Naciones Unidos, la ONU.

A pesar de su enfoque profesional diferente, Gonzalo no ha estado ajeno por completo a los reflectores, como lo demuestran sus comentarios públicos sobre Isabel Preysler, expareja de su padre, a quien en determinado momento la calificó de ‘manipuladora’ en un comunicado.

Su labor fue reconocida en 2013, cuando recibió un premio por su dedicación a los refugiados a nivel mundial. Este reconocimiento le fue otorgado por la organización española Women Together durante una ceremonia celebrada en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

En lo personal, Gonzalo tuvo dos hijas con su primera esposa, Josefina Said, antes de su separación en 2007. Posteriormente, se casó con Genoveva Casanova en 2010, aunque su matrimonio duró poco más de un año. Actualmente, Gonzalo tiene 56 años, habiendo nacido en 1967.

Finalmente, Morgana Vargas Llosa, por su parte, es una reconocida fotógrafa peruana nacionalizada española. La tercera hija de los Llosa nació en Barcelona en 1974. Realizó sus estudios en el St Mary’s School Ascot en Inglaterra y luego estudió Historia en el London School of Economics.

“Mírame, Lima” fue exhibida en varias ciudades del mundo y recibió numerosos premios, incluido el Premio “SEE ME” para fotografía y el Premio Photo District News (PDN) Magazine. Además, dos imágenes de la muestra fueron seleccionadas para el Taylor Wessing Portrait Prize de la National Portrait Gallery.

Como se puede ver, los tres hijos de Mario Vargas Llosa han seguido caminos profesionales distintos, destacando en ámbitos que van desde la literatura y el periodismo hasta la fotografía y el trabajo humanitario. Aunque cada uno ha forjado su propio camino, todos han dejado una huella significativa en sus respectivos campos y continúan llevando en alto el legado de su célebre padre.