Pese a haber sido suspendida del cargo por el Congreso, luego de un escandaloso blindaje que casi garantiza la impunidad, la congresista María Cordero Jon Tay seguiría haciendo uso del cargo que acaba de perder para su propio beneficio. Esta vez, según lo detallado por un parte policial de la seguridad del Legislativo, la exlegisladora habría intentado, haciendo uso del poco poder que le quedaba, ingresar a un extraño a su despacho sin ser registrado para que la ayude a retirar seis cajas de documentos del mismo.
El hecho se habría perpetrado un día después de ser suspendida tras la decisión del pleno del pasado 14 de marzo, cuando tras una reconsideración, el Congreso decidió retirarle la inmunidad parlamentaria y suspenderla de su escaño, para que así la Fiscalía de la Nación pueda continuar con las investigaciones en su contra. Pese a esta decisión, la exmiembro de la bancada fujimorista habría continuado usando su cargo para hechos cuestionables.
El funcionario de Cofopri que atiende a María Cordero Jon Tay
Esta vez las acciones implicarían el ingreso de un hombre llamado Daniel Ángel Benavides Espino a las instalaciones del Congreso sin pasar por el control usual. Según el documento al que accedió Latina, el día viernes 15 de marzo, al promediar las 9:00 p.m; dicho personaje llegó a las afueras del Legislativo, señalando que estaba ahí para “recoger unos enseres de la oficina de la congresista María Cordero Jon Tay”.
“Solicitándole su DNI para identificarlo. Es ahí que hace la entrega voluntariamente y al verificar los pases, no se encontró ninguno a nombre del señor Benavides Espino Daniel Ángel (60) con DNI 07079817; por lo que se le indicó de buena fe que se estacione en el Jr. Ayacucho antes del ingreso y que gestione tu pase dejando su DNI, para luego continuar con mi servicio, perdiéndolo de vista”, se lee en el acta de ocurrencia policial.
El hecho pudo haber culminado ahí, con la ocurrencia de una persona consultando por una excongresista; sin embargo, la situación tomó un matiz totalmente distinto. Ello, luego de que en medio de la madrugada, al promediar la 1:00 a.m. de la noche del 16 de marzo, Alberto Hernán Sarango Araujo, policía que firma dicho parte, recibe una llamada extraña.
“Recibí una llamada telefónica de parte del jefe de grupo, indicándome que me acerque al edificio Juan Santos Atahualpa; donde al parecer se encontraba en el interior de la oficina de la excongresista María Cordero Jon Tay, una persona de sexo masculino”, advirtió el efectivo policial en el documento.
Cordero Jon Tay retira cajas con documentos de su despacho en plena madrugada
Cuando llegó al lugar, la presencia de dicho personaje no fue lo único que encontró, sino que también logró ver a la misma suspendida congresista implicada en hechos ilícitos, María Cordero Jon Tay, quien se encontraba en su despacho, en compañía de, ni más ni menos, Benavides Espino; a quien no había permitido el pase en un inicio y que, según lo revisado por este medio, forma parte del Estado, en el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri) desde hace ya varios años.
“(...) Constituido en el lugar, se identificó la presencia física de la excongresista María Cordero Jon Tay y la persona de sexo masculino, que se encontraban al interior de la oficina arreglando unas seis (06) cajas de cartón aproximadamente y al reconocer a esta persona, era el señor Benavides Espino Daniel Ángel”, se detalla en el documento.
Al notar la presencia de Benavides Espino, el efectivo policial le cuestionó quién lo había dejado pasar y por qué puerta había ingresado, a lo que este le confesó que la misma Cordero Jon Tay, quien ya no ocupaba el cargo de congresista, y no tenía potestad alguna sobre las instalaciones del Congreso, le había habilitado el ingreso.
“Se le preguntó por qué puerta ingresó, indicando que había ingresado por la puerta auxiliar del edificio Juan Santos Atahualpa, abriéndole la puerta de ingreso, la misma excongresista María Cordero Jon Tay”, señaló. Ante lo sospechoso de la situación y por haber contravenido la orden del agente policial de no ingresar hasta que tenga un pase, el personaje fue llevado a una comisaría.
“Posteriormente, se comunicó a las instancias superiores, para luego, en compañía del Sr. Benavides Espino, quien accedió voluntariamente, dirigirnos a la Comisaría de San Andrés, a fin de realizar su plena identificación y ver posibles requisitorias”, se lee en el acta de ocurrencia policial.