Bien dicen que los trenes de las oportunidades pasan una vez en la vida. Sin embargo, en ocasiones, otorga nuevas chances para seguir soñando. Sino que lo diga Franco Lostaunau, periodista peruano que pasó de no poder cumplir el sueño de ser futbolista profesional, a trabajar en una de las cadenas más importantes del mundo como ESPN.
El comunicador nacional empezó en el periodismo en CMD (ahora Movistar Deportes), fue corresponsal en partidos internacionales para Fox Sports y también estuvo en Radio Ovación. Pero su pasión por el fútbol le permitió, primero tener una etapa como jugador, y luego ejercer entrenador, su profesión adorada, en las divisiones menores de Deportivo Municipal y Alianza Lima,
Infobae Perú tuvo acceso a una entrevista exclusiva, vía Zoom, desde Buenos Aires con Franco Lostaunau, quien contó acerca de sus inicios en el periodismo, el sueño frustrado de jugar en Primera División, el recuerdo de Daniel Peredo, la anécdota con exjugador de Bayern Munich, su llegada a Buenos Aires y más.
- ¿De qué manera empezaste en el periodismo?
Creo que, como muchos, quería ser futbolista profesional. Lo intenté, jugué en menores, en Universitario, llegué a la Sub-20, jugué algunos partidos en Segunda profesional, por ejemplo, en América Cochahuayco. Pero cuando me di cuenta que no era lo suficientemente bueno como yo creía o, de repente, no tenía las mismas ganas que otros chicos que por ahí se mataban en los entrenamientos, dije: ‘uy, ¿y ahora qué hago?’. Siempre supe que de alguna manera tenía que estar ligado al fútbol porque es el deporte que amo. Entonces se me ocurrió, periodismo deportivo. En esa época no existía la carrera en Perú, así que me fui a Argentina a estudiarlo en la Universidad de Palermo, y así empezó todo. Cuando acabé a finales del 2010, regresé a Lima, y buscando, pude caer en CMD, que fue mi primer trabajo.
- Supe que hiciste menores en Universitario e integraste el primer equipo del plantel del 2005 con ‘Pepe’ Basualdo. ¿Qué pasó para que no llegaras a dar ese paso al fútbol profesional?
Fue muy bonito porque era un sueño para mí. Uno atraviesa todas las categorías de menores. En mi época era calichín, juveniles, medianos. Y cuando tengo la oportunidad de subir al primer equipo de la ‘U’, era como un sueño. Pero también a la vez me pareció súper complicado porque era muy chico y no entendía todo lo que se jugaba en ese momento. Estuve casi dos meses en Primera, después me volvieron a bajar a la Sub-20 porque había un campeonato y nunca más pisé Primera. No es que tampoco estuve cerca de debutar ni nada, solamente entrené. También había jugadores muy pesados en ese equipo, de mucha experiencia, y seguramente se preguntaban qué hacía allí. Era difícil en los entrenamientos, se corría mucha ‘taba’. Se me hizo complicado y no pude demostrar toda la capacidad que tengo o no la tenía como yo creía en su momento. Pero atesoro esa etapa de mi vida como un pequeño momento donde pude tocar lo que significa la Primera División.
- Jugaste como defensa y coincidiste con el ‘Puma’ Carranza…
Sí, claro. El ‘Puma’ ya estaba de salida y coincidimos en estos partidos de Primera contra la Sub-20. Tengo una grata impresión acerca de él, más allá de que se dice que era jodido, que ‘tabeaba’, y seguramente es verdad, pero conmigo siempre se portó bien. Creo que ni él se acuerda de mí. Tampoco seguramente los que estaban ahí se acuerdan de mí porque, como te digo, fue un mes, dos meses por ahí, pero sí tengo bonitos recuerdos. Siempre cuento esta del ‘Puma’: en un entrenamiento quedó una pelota en el medio, él venía y yo tenía que ir. Llegué primero porque era más joven y el ‘Puma’ vino y me metió un ‘tabazo’ que me hizo volar tres metros. Pero paró el partido, se quedó conmigo. No fue un ‘¡cholo, párate, cara..!’. Comprendió lo que había pasado, se preocupó. Eso me gustó y después me animó a seguir jugando.
- Mencionaste que te afectó muy fuerte no haber sido futbolista profesional. ¿Fue tanto así?
Sí, fue un trauma para mí. Cada persona tiene un sueño seguramente y el mío, desde muy chico, fue jugar fútbol. Entonces, cuando decidí no serlo, fue un cambio en mi vida tremendo. No fue fácil la decisión. Es verdad que, probablemente, me saqué un peso de encima porque siempre, para los chicos que quieren ser futbolistas, hay una presión enorme en llegar, por tanto trabajo, esfuerzo, y no hacerlo es muy frustrante. De alguna manera, me saqué esa presión de encima y quise ser periodista. Hoy, con más años, diría que quizás lo hubiera intentado un par de años más. Tenía la oportunidad de que mis papás me podían pagar una carrera, entonces dije: ‘ya fue’. No me llamaron a una selección Sub-20, y eso me dolió en el alma, ya no quería más. Fue una experiencia traumática que tuve que aprender a sobrellevarla. Felizmente, creo que pude atravesarlo de la mejor manera. Hoy me siento orgulloso de lo que soy, de lo poco o mucho que he podido lograr. Eso también me ha permitido tener una familia bonita e ir por un camino que me gusta mucho.
- En América Cochahuayco jugaste en Segunda División.
Sí, fue el 2002 o 2003, habré jugado siete u ocho partidos. Era un equipo donde no había muchas estrellas, por ahí algunos que llegaron a Primera como Llontop, Rivas, un lateral derecho que jugó en Juan Aurich O Jesús Rey que debutó en la ‘U’. Después, no había una figura en sí, pero sí tuve esa experiencia bonita. Jugar Segunda es otro roce totalmente diferente a los juveniles. También atesoro esos momentos como parte de mi experiencia, que me ayudan también a la hora de desenvolverme cuando analizo un partido, cuando quiero entender lo que pasa en un vestuario. De alguna manera creo que me ha servido todo eso para lo que hago hoy.
- Trabajaste con Daniel Peredo, que en paz descanse, en CMD, ¿cómo fue tu relación con él a nivel personal y laboral?
Daniel era un tipo que sabía todo y era impresionante. Me acuerdo cuando el primer día que lo conocí, él me saludó por mi nombre y mi apellido. ¿Cómo puede saber? Lo sabía todo. Y de repente nos pusimos a hablar y me dijo nombres del equipo de la ‘U’ Sub-20. Allí me di cuenta que estaba en otro nivel. Daniel analizaba muy bien, narraba espectacular. Para mí, el mejor narrador con el que he trabajado porque te metía un ritmo. A un partido malo, Daniel te lo hacía bueno a partir de relatar, de su narrativa, de dinámica. Además, era gracioso, tenía mucha calle. Aprendí mucho de él. Nunca nos hicimos amigos, pero por mi culpa, él lo intentaba.
En algún momento nos dijeron que íbamos a tener un programa juntos, de análisis de fútbol, etc. Y lo primero que hizo fue decirme para ir a desayunar. Él intentaba formar equipos que se compatibilicen, que se lleven bien, para que después eso se refleje en el aire. Pero yo a él lo admiraba mucho. Entonces, era difícil dejar mi admiración por una amistad. Tuvimos muy buena relación, jugamos ‘pichanga’, pero no sé si podría decir que fue mi amigo.
- Hay una anécdota que contaste en la que jugaste una ‘pichanga’ con él y te dijo que tenías algo de Claudio Marangoni…
Sí (risas). Esa fue la primera ‘pichanga’ del canal. Yo, en ese momento, jugaba bien y había gente que no había jugado nunca o jugaba muy poco. Entonces, me la daban y yo, ‘¡ping!’ resolvía rápido. Marangoni era un volante argentino en la mejor época de Independiente de Avellaneda y tenía delante a Bochini. Él quitaba todas y distribuía bien. Yo me paré en el medio y empecé a jugar. Y al final, Daniel me dijo que yo jugaba como Marangoni y él era Bochini.
- Tuviste una anécdota con Owen Hargreaves, exjugador de Bayern Munich. Cuéntame.
Sí. Claudio Pizarro es muy amigo de Owen Hargreaves. Él tiene una casa en la playa donde, curiosamente, un amigo también tiene casa ahí. Lo invitó a Owen y lo hizo parar con sus amigos de promoción. Claudio estaba en mi colegio de la Marina y conozco a muchos de su promoción. Estábamos en la playa y me invitaron a jugar un partido que había en una cancha. Me puse a jugar y había un chico que hablaba en inglés y que marcaba mucha diferencia. Yo también jugaba bien en ese momento, ahora no, el fútbol me despojó lo bueno que jugaba (risas). En eso veo que la cancha se llenaba y veía mucha gente que me desconcertó. Empecé a darme cuenta de que le decían ‘Owen’, y yo no lo conocía, no sabía que era él. Hasta que pregunté a uno de sus amigos y me dijo que era Owen Hargreaves, el de Bayern Munich. Y yo ‘mier…’. Y bueno, él me buscaba para jugar porque también era uno de los que mejor jugaba. Al final, hablamos un rato: ‘oye, ¡Qué chévere que hayamos jugado juntos!’, me dijo. En esa época no había el celular para tomarse la selfie, pero fue una bonita anécdota, un mate de risa.
- Estudiaste para ser entrenador y trabajaste en las menores de Municipal y Alianza Lima. ¿Qué te dejaron esas experiencias y qué jugadores que viste en ese momento que ahora están en Primera División?
Para empezar, creo que fue una de las mejores experiencias laborales de mi vida. Haber estado en distintos procesos de menores. Trabajé en la reserva Municipal en el 2015 y en la reserva de Alianza Lima como asistente técnico el 2016. También como DT principal de las categorías 2001 y 2002 de Municipal. A mí me encanta el fútbol, me encanta el juego. Estudié para ser entrenador, para ejercerlo. Dejé de practicarlo porque la paga no es buena, y lo digo directamente.
Me llegó una oportunidad de viajar a Argentina para trabajar en ESPN con gente que yo admiraba mucho. Evidentemente, el salario no se comparaba. Para mí fue muy difícil por el estilo de vida que quería llevar, por la tranquilidad que quería tener para mi esposa y mi hija. Entonces tomé la decisión de venir a Buenos Aires y dejar de seguir ejerciendo un poco eso. Si me preguntas, yo preferiría ser entrenador de fútbol, de lejos. Tuve muy buenos futbolistas. Con nostalgia a veces veo que por ahí algunos no han llegado, muchos se dedican a otra cosa, otros juegan en Primera, Segunda. Por ejemplo, en ‘Muni’ tuve a Jostin Alarcón, que está en Sporting Cristal. Después a Rotcech Aguilar, que debutó en ‘Muni’ y ahora está en Alianza Atlético. Richard Bazán, que está en Comerciantes Unidos. Nando Leguía, que jugó mucho tiempo en Coopsol en Segunda. Janpierr Cano, que juega de central en San Martín. Me da pena tener que olvidarme de alguno, pero hay varios.
- ¿Cómo así diste el salto a ESPN?
Perú clasifica al Mundial o tienta la clasificación al Mundial con el repechaje el 2017 y la cadena ESPN, además de otras cadenas, se dan cuenta de que Perú puede ser un buen negocio. Y un día me llaman, me dicen: ‘hola, ¿qué tal? Soy tal. Me gustaría que nos ayudes haciendo la transmisión del Perú vs Nueva Zelanda porque hemos visto tu trabajo y necesitamos a alguien que no esté trabajando en el medio’. Yo calzaba porque estaba en ‘Muni’, no trabajaba en ningún medio. Todo salió muy bien. En Argentina quedaron muy contentos con mi trabajo, gracias a Dios.
Y cuando termina, cuando Perú clasifica al Mundial, ellos decidieron abrir un espacio para Perú en ESPN. Me ofrecieron viajar a Argentina, a Buenos Aires, para ser la persona que se encargue de Perú en el canal. Me hicieron la oferta, lo analicé con mi familia y tomamos la decisión de venir. Ha sido toda una experiencia de vida, cambiar absolutamente todas nuestras costumbres, la rutina que teníamos, conocer a personas nuevas. Ha sido un proceso largo. Eso fue el 2018 y va a ser mi sexto año. Estamos tranquilos y contentos. Ha sido difícil porque Argentina ha atravesado un momento complicadísimo a nivel económico. Cuando vine, el peso estaba en 17, hoy está en 1000, es una locura.
- ¿Cómo es trabajar con Quique Wolff, Miguel Simón y otros exponentes del periodismo deportivo en Argentina?
Muy bonito. Todos los días trato de aprender algo de Quique, de Miguel, cuando me ha tocado de Mariano Closs, del ‘Pollo’ (Vignolo), de la persona que trabaja en redacción, de la que trabaja en cámaras. Trato de aprender siempre de todos. Creo que eso va a ser una constante en mí, de querer intentar ser mejor persona, mejor profesional. Y esos nombres que nombraste, me han ayudado mucho, desde su posición de figuras del canal, mostrándome una humildad tremenda, apoyándome en todo siempre, hablándome, preguntándome cómo estoy o cómo esta la familia. Sé que ante cualquier adversidad que tenga, o si necesito un consejo, los puedo llamar, porque seguramente me van a atender el teléfono, me van a recibir. Creo que está buenísimo tenerlos a ellos cerca y seguir aprendiendo cada día de ellos y de todos en general.
- ¿Sientes que tienes una enorme responsabilidad el ser el único peruano en una cadena importante como ESPN y en Argentina?
La verdad es que no mucho. Es que no me lo pongo a pensar así. De vez en cuando me llegan mensajes así; ‘oye, ¡Qué chévere tu chamba! ¡Cómo me gustaría chambear ahí!’ Y digo: ‘pucha, sí pues, ¿no?’. Soy el único acá, estoy rodeado de las personas que veía cuando era chico. Y veo un monstruo donde trabajo y me sorprendo. Pero el día a día es como que voy a trabajar, doy lo mejor de mí. También te acostumbras a cruzarte con todos, a convivir con eso, a ir al canal. Y un día aparece Carlos Tévez, otro día Fernando Redondo. De repente estoy en una conversación con los chicos que trabajan ahí y es fascinante. Estos patas son los ‘cracks’ de acá'. Que mis amigos argentinos, que no tienen nada que ver con el medio, me pregunten todos los días por ellos, ahí sí a veces tomo repercusión de dónde estoy. En el día a día ni cuenta me doy, pero en frío, sí estoy orgulloso de poder estar en una cadena tan grande.
- En una entrevista mencionaste que en Perú no somos tan ‘futboleros’ porque en Argentina viste otra realidad…
Lo que pasa es que acá están locos, no es normal. La primera vez que fui al estadio acá fue a ver a Racing vs Boca. Fui en un bus con un amigo, salimos de Palermo hacia Avellaneda. Cuando nos acercábamos, el bus ya era todo de hinchas de Racing. Pero no solo hinchas como tú, yo, sino que había muchas señoras mayores con la camiseta de Racing. En ese momento no había la tarjeta SUBE, sino que pagabas con monedas. Y las señoras tenían su monedero de Racing e iban solas al estadio. Eso no se ve mucho en Perú. Y cuando llegamos, todo era el mismo color, las casas de alrededor estaban pintadas de Racing. En el partido, Boca le metió un baile ese día, creo que iba 3-0 con Riquelme en la cancha. Pero volteabas y la barra de Racing era una fiesta. ¡No lo podía creer! Acá no se trata solamente cuando ganas, también cuando pierdes. Y así sucede en distintos estadios y me pareció increíble.
Me tocó estar en la época del Mundial 2022 acá. ¡Una locura! Me acuerdo que mi hija me decía ‘papito, quiero ir al nido con la camiseta de Argentina’. Y yo no quería comprarle, quería solamente que se ponga la de Perú. Pero es que todos sus amigos iban con la camiseta de Argentina al nido y ella no quería ser la única. A regañadientes le tuve que comprar. Y cuando salías a la calle… ¡Imagínate! Vas a jugar una final, lo que fue el Obelisco después. Y no solamente porque ganaron, sino que realmente acá se vive el fútbol de otra manera, en Boca, River, en la Primera Nacional, en la Primera B. ¡Están locos! En Perú, Alianza y la ‘U’ han hecho algo a nivel marketing, están llenando sus estadios. Pero después, al resto le cuesta muchísimo llenar un estadio. Cuando Perú está bien, cuando Perú gana, cuando Perú va al Mundial, somos futboleros; pero después cuando no, nos cuesta. En Perú somos futboleros, nos gusta el fútbol, sí, pero no tanto como en Argentina.
- ¿Cómo fue la historia de esa noticia que lanzaste sobre que la llegada de Paolo Guerrero a César Vallejo se iba a truncar?
Yo tenía la noticia sumamente chequeada. No me llegó por un lado, sino por tres. Entonces lo tenía súper seguro… Si revisas mi historial como periodista no vas a encontrar una noticia falsa mía, ni tampoco un ‘bluff’. O sea, puedes encontrar una opinión seguramente errada, con la que no estés de acuerdo. Pero cuando yo doy una información, es porque es. Así he trabajado toda mi vida. Y para lanzar una información así, de ese nivel, sabiendo que va a revolver todo, era así. Creo que el tiempo lo demostró, finalmente. Después, Paolo se queda en Vallejo y pudieron llegar a un acuerdo, pero en un principio era así. Y me pareció una información relevante que decidí decirla. Todo lo que vino después ya lo saben.
- ¿Esto tuvo repercusión en tu entorno? ¿Hubo amenazas?
No. Es como toda información de calibre. Estás en el ‘spotlight’. Todos quieren hablar contigo, muchos mensajes, te llaman. Pero es mi carrera, no es lo que yo elegí y entiendo que así es el juego. Si te tiras a la piscina, después hay que saber nadar. Mi intención es informar, no hay ningún tipo de opinión. Entonces, no quiero perjudicar ni molestar a nadie, más allá de que, a veces, la verdad duela. No es mi intención hacerlo. Seguramente se incomodaron de un lado, del otro, pero era lo que tenía. Me pareció relevante futbolísticamente y creo que no me arrepiento.
Liga 1
- Pasando a lo que es el campeonato local, ¿Sporting Cristal es el principal favorito en el Torneo Apertura?
Yo creo que Sporting Cristal y Universitario, Alianza Lima quedó muy lejos. A la ‘U’ la veo firme, más allá de que, a veces, no juega bien, creo que gana sus partidos, mantiene la base del año pasado que salió campeón. A Cristal lo veo fresco con jugadores como Cauteruccio, Grimaldo, Cazonatti, pero, para mí, el candidato es la ‘U’. Te puede gustar o no, pero gana, tiene jerarquía, tiene gol, jugadores que en cualquier momento hacen algo diferente, tiene cambios, lo veo más sólido.
- ¿Qué ha pasado con Alianza Lima? Hizo una reestructuración, pero las cosas no han mejorado mucho…
Es difícil porque cambiaron todo, cuerpo técnico, el director deportivo, muchos jugadores. Para mí, era imposible pensar en un equipo que arrase. Alianza, por decisión propia, está atravesando por un momento de muchos cambios, de adaptaciones. En un club así, es difícil sobrellevarlo porque el hincha de Alianza es jodido y quiere ganar, porque está hincando todo el rato. Entonces, no hay tiempo en Alianza para acomodarte. Y le está costando, la propuesta del técnico, que seguramente trabaja, pero en un equipo grande, el presente es muy importante, y perdió con la ‘U’ y con Cristal, situaciones que son complicadas de sobrellevar.
Selección peruana
- ¿Qué te deja la primera lista de convocados de Jorge Fossati en la selección peruana?
Estamos viendo la primera cara del nuevo técnico de la selección. Ha dejado a jugadores afuera como Carrillo, hay lesionados como Tapia o Aquino. No quiso hablar mucho de los que no están, pero nos importa mucho qué pasa con Yotún, por lanzar un nombre. Me gusta mucho lo de Noriega, que lo vi en la Sub-23 y tiene su oportunidad en la selección. Después, creo que hay muchos jugadores que se repiten, va a ser interesante cómo plantea su sistema porque juega con tres atrás y con dos delanteros. Llamó como a ocho delanteros y juega con dos, hay que ver dónde pone a Reyna o Zanelatto. Hay muchas preguntas que creo que se van a resolver en la cancha. Ahora, Nicaragua…estaba conversando con unos amigos del canal de Costa Rica y Panamá, y me decían ‘¡ojo con Nicaragua’, porque es un país que está metiendo mucha plata al fútbol. A mí me sorprende porque no sabía de eso, pero investigaré un poco más.