Javier Palacios Chauca, un teniente coronel que fue capturado en 2019 junto a otros seis militares por el robo de 500 mil galones de combustible al Ejército del Perú valorizados en S/3.5 millones, continúa en actividad y hasta fue ascendido en octubre pasado, pese a que se acogió a la colaboración eficaz y se declaró culpable de integrar una banda criminal que defalcó esta institución, según un informe difundido el viernes en Hildebrandt en sus trece.
Palacios estaba a cargo del Batallón de Intendencia N.º 511, división encargada de administrar todos los grifos militares en Lima, cuando se descubrieron los ilícitos de este grupo denominado ‘Los Tíos del Ejército’. Según la tesis fiscal, durante esa gestión se habría autorizado irregularmente a los administradores de los grifos del Comando de Educación y Doctrina del Ejército, y del Cuartel Hoyos Rubio, a vender ilegalmente el petróleo a un técnico en retiro que lo revendía a estaciones de Chorrillos.
De acuerdo con el semanario, el militar reconoció que en 2017 recibía mensualmente tres mil soles en negro por desviar y vender 2,000 galones de combustible. La Fiscalía también pudo comprobar que, al año siguiente, sobornó con diez mil soles a un agente de la Dirección contra la Corrupción para eliminar evidencias sobre ‘Los Tíos del Ejército’.
Tras cumplir prisión preventiva por un año, actualmente tiene comparecencia con restricciones. Su ascenso a coronel se oficializó en octubre pasado y, hasta hace diez días, trabajó en el Servicio de Intendencia del Ejército (SINTE), la oficina donde justamente se gestaron todos los ‘Gasolinazos’.
Su ascenso contó con el visto bueno del comandante general del Ejército, David Ojeda, actual jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. “Al no tener una sentencia firme por parte del Ministerio Público, no se le puede impedir el derecho al ascenso, ya que se respeta la presunción de inocencia del oficial”, señaló un portavoz de la institución castrense a la revista.
Palacios también fue jefe del Batallón de Intendencia N” 511 cuando, en 2017, ocurrió otro robo de seis mil galones petróleo, valorados en más de 50.800 dólares, que habían sido destinados para la 31° Brigada de Infantería de Huancayo. Por este escándalo fueron detenidos a inicios de marzo el general Jorge Yáñac, jefe de SINTE; el coronel Roberto Huamaní, exjefe de Abastecimiento; y el suboficial técnico Fidel Mogrovejo, delegado de SINTE.
Según la publicación, el excarcelado coronel decidió ampliar su confesión ante el magistrado Hugo Minaya, de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, y delatar a más oficiales, entre ellos Yáñac y Huamaní. Contactado por el semanario, solo se limitó a decir: “No puedo hablar sobre esos temas”.
Los contratos de Jorge Yánac
Yáñac, quien se encuentra actualmente en prisión, está incurso en otra polémica por contratar con una veintena de instituciones públicas, incluida la misma institución castrense donde laboraba, según una investigación de La República. La compañía J.P.Y. Sports SRL, fundada por él y su familia, facturó unos S/26,3 millones entre 2012 y 2023 (en consorcio con otras compañías o de forma individual), gracias a la suscripción de 115 contratos que llevaban su rúbrica.
El general aparece como accionista mayoritario de esa empresa que, originalmente, se dedicaría a la enseñanza de tenis y a la organización de eventos deportivos, según Registros Públicos. Sin embargo, la firma devino en proveedora de equipos e indumentaria deportiva, uniformes institucionales, útiles de escritorio y otros productos para la Fuerza Aérea, la Marina de Guerra, ministerios como Economía, Energía y Minas, Educación, Trabajo, y decenas de entidades estatales.
Su abogado, Jaime Robles, no hizo comentarios al respecto. Por renovación de cuadros, Yáñac fue enviado al retiro el 31 de diciembre del 2017. Previamente, el comandante general del Ejército en aquel momento, Luis Ramos Hume, habría conversado en privado con él y ordenado archivar el expediente, citó Hildebrandt en sus trece.
Caso ‘Los Jefes’
‘Los Tíos del Ejército’ no es la única red instalada en el Ejército del Perú, debido a que en el 2017 otra presunta organización desvío 6 mil galones de combustible, las cuales tenían que llegar a la 31° Brigada de Infantería de Huancayo. Sin embargo, no fue así.
De esta manera, Jorge Yánac Chávez y Roberto Percy Huamaní Riveros serían los altos generales que participaron y ayudaron que esto sea posible. Los subalternos confesaron a la Fiscalía cómo se realizó. Cuando el Ministerio Público realizó la visita, ellos pidieron a un subalterno que no diga la verdad, luego gestionaron documentos para sustentar qué habría pasado con ese material.