“Cuello redondo fluido confeccionado con hilo de vicuña, la fibra animal más fina y rara del mundo. La tela esponjosa se siente cómoda contra la piel, mientras que un patrón cosido y un motivo geométrico completan el look”: así se detalla una costosa chompa hecha con lana de vicuña, de US$ 9 mil, que vende la compañía italiana de prendas y textiles Loro Piana.
Pocos podían saber qué hay detrás de este negocio, hasta que Marcelo Rochabrún de Bloomberg sacó un reportaje llamado “Las vicuñas y un lujoso suéter de US$9.000”. En este el periodista revela cómo el negocio obtiene grandes ganancias mientras comunidades indígenas del Perú, que participan en la cadena de producción del comercio de esta lana, trasquilando a las vicuñas, trabajan gratis.
La historia de Loro Piana en el Perú
El centro del problema de la controversia de Loro Piana es lo poco que ganan los campesinos de comunidades indígenas donde la marca italiana compra su lana, una que ha bajado de US$ 420 a US$ 330 el kilo en 2022 y que, según el reportaje de Bloomberg, en 2023 estaría en US$ 280 (según las declaraciones de Roberto Carlos Sarmiento, presidente de la comunidad de Lucanas en Ayacucho, mientras el precio de los productos de vicuña de la empresa son altos y siguen en subida.
Pero hay una historia mayor alrededor. En 1960, ya habían menos de 5 mil de estos animales en los Andes, y a raíz de esto, el gobierno peruano había prohibido la caza de estas especies. Así, para entonces la vicuña se había clasificado como especie en peligro, con un embargo en toda su lana, por la convención de Washington (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), según reportó Business of Fashion en 2017.
Así, la vicuña se había vuelto menos relevante para la generación más jóvenes de consumidores de artículos de lujo. Aquí es donde los hermanos Sergio y Pier Luigi Loro Piana vieron la oportunidad de regresar a la fibra al mercado: los italianos que eventualmente tendrían una de las marcas más grandes y caras de prendas, se involucraron activamente con autoridades peruanas así como invirtieron en reservas naturales e iniciativas de preservación en los 1980.
“Trabajamos mucho para reintroducir la vicuña en el mundo comercial. (...) “Trabajamos muy duro en los años 80 y principios de los 90 para que eso sucediera”, señaló Pier Luigi Loro Piana a Business of Fashion en 2017. Así, en 1994 la convención de Washington fue más flexible en sus restricciones t el gobierno de Perú eligió a Loro Piana como su socio exclusivo en la adquisición, procesamiento y exportación de vicuña en forma de telas y productos terminados. “Desde entonces, obtuvimos mucha vicuña que fue esquilada oficialmente e investigamos formas de desarrollar una variedad de artículos en nuevas categorías de productos para desarrollar la posibilidad de un mercado para ella aquí”, apuntó el empresario.
La preocupante situación de los ingresos de las comunidades indígenas
Marcelo Rochabrún enfocó la controversia de Loro Piana en las comunidades indígenas que producen la tela que la marca usa. La convención de Washintong señalaba que los ingresos que dieran por este material debían ser “una alternativa de producción económica en beneficio del poblador andino”.
“Las comunidades campesinas de Perú tienen jerarquías estrictas, con un presidente electo que puede decidir cómo usar y redistribuir los recursos comunales. En Lucanas, la regla es que los comuneros trabajan gratis, mientras que los forasteros pueden recibir un pago, usualmente de alrededor de US$20 por día”, revela el reportaje.
Así, se desnuda la situación mayor de estos campesinos, donde el “comercio ha hecho poco para favorecer a los 2 mil 700 residentes de la comunidad. “Muchas casas están hechas de barro, como la de Barrientos, y carecen de desagüe. Los comuneros más antiguos siguen siendo agricultores de subsistencia mientras que las nuevas generaciones se mudan a las ciudades o se dedican a trabajar en peligrosas minas de oro que hay en la región y que carecen de regulación”, agrega.
“Nuestro saber hacer único. Un sentimiento que dura para siempre. La impecable vicuña se une al estilo atemporal”, vende Loro Piana su chompa de US$ 9 mil, mientras se espera que la situación de los campesinos que sacan la lana de la vicuña pueda tener algún cambio en el futuro a favor de estos.