En el competitivo mercado internacional, emerge un producto peruano que se distingue por su demanda única entre los consumidores más adinerados del planeta. Desde Perú, este artículo no solo es apreciado por su calidad superior, sino también por representar una fusión excepcional de tradición y lujo. A simple vista, podría parecer otro exportable más en la lista, pero su realidad es otra: este producto tiene historias, tradiciones y un valor que trasciende lo tangible, convirtiéndose en el favorito de un nicho muy exclusivo.
Este notable incremento en la demanda plantea varios interrogantes: ¿Cómo un producto peruano logró posicionarse en la cima del mercado de lujo? ¿Qué historias y procesos se esconden detrás de su elaboración? Más allá de su precio en el mercado, este artículo encierra en sí mismo un legado cultural y una serie de prácticas que respetan tanto a la naturaleza como a las comunidades que lo producen. Su camino desde los Andes peruanos hasta los rincones más exquisitos del mundo es una historia que merece ser contada.
¿Cuál es el producto peruano de lujo más solicitado?
En el panorama global, el aumento en la exportación de productos peruanos destaca significativamente, posicionando al país como un competidor indispensable en el mercado internacional. La riqueza y diversidad de su oferta exportable, que va desde los reconocidos superalimentos hasta exquisitas artesanías, reflejan la vasta cultura y tradición del país. Entre este variado catálogo, sobresale un producto singular que ha capturado la atención de mercados extranjeros: la exclusiva fibra de vicuña.
Considerada una de las fibras más finas y lujosas del mundo, la fibra de vicuña trasciende la calidad del Cachemira, la lana de oveja y la alpaca, convirtiéndose en la materia prima predilecta para la creación de prendas de alta costura y artículos de lujo como chompas, suéteres, faldas, así como accesorios de moda, sábanas y alfombras. La fibra obtenida de este distinguido camélido no solo es emblemática por su suavidad y delicadeza, sino también por su valor ecológico y cultural, lo que eleva su demanda y apreciación en el extranjero.
¿Cuánto pagan por este producto?
La exclusividad y el valor de la fibra de vicuña se reflejan palpablemente en su precio en el mercado de lujo. Según revelaciones de una investigación llevada a cabo por Marcelo Rochabrún, la prestigiosa marca Loro Piana, que forma parte del renombrado conglomerado LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton SE, comercializa suéteres de vicuña a un precio aproximado de 9.000 dólares.
Fundada en 1924 y con sus raíces en Italia, Loro Piana se ha establecido como un estandarte del “lujo silencioso”, un concepto que ha ganado popularidad a través de series de televisión que exploran la vida de los más acaudalados. La marca denomina a la vicuña como “la fibra de los dioses”, resaltando no solo su calidad sino su extraordinaria historia. Este preciado material no solo es parte de la tradición de marcas de alta gama, sino que también ha tocado las esferas de la realeza y la historia.
Cuenta la leyenda que el rey Felipe II de España, al igual que el Inca, soberano del imperio incaico, disfrutaron de la suavidad de las sábanas de vicuña. Inca Garcilaso de la Vega, un historiador del siglo XVII, enfatizó la exclusividad de este textil diciendo: “La fibra de la vicuña, por ser tan estimada por su fineza, era toda para el inca, de la cual mandaba repartir con los de su sangre real”. Según de la Vega, este privilegio era tan exclusivo que “otros no podían vestir de aquella fibra so pena de la vida”, subrayando su valor y exclusividad desde tiempos remotos.
¿Cuál es el impacto socioeconómico de este producto?
La historia de la producción de fibra de vicuña y su impacto tanto ambiental como socioeconómico es compleja y llena de desafíos. Según el artículo “Las vicuñas y un lujoso suéter de US$9.000″, durante el siglo XX, la vicuña, un camélido nativo de los Andes, se enfrentó a una caza desmedida que la llevó al borde de la extinción. Los cazadores, en busca de su valioso pelaje, optaban por matar a estos animales en lugar de esquilarlos, extrayendo su piel sin considerar la preservación de la especie. Ante esta crítica situación, en 1969 se prohibió el comercio de la fibra de vicuña, buscando proteger a los animales de la extinción.
El final de esta época llegó con la implementación de un tratado internacional que no solo buscaba salvaguardar a la vicuña de la caza furtiva, sino también establecer un marco legal para la explotación sostenible de su fibra. Este acuerdo estipulaba que los ingresos obtenidos a través de la esquila responsable y supervivida de las vicuñas deberían contribuir al desarrollo económico de las comunidades andinas, muchas de las cuales han vivido en condiciones de pobreza por generaciones.
En este contexto, la comunidad de Lucanas, un poblado indígena en los Andes peruanos, se convirtió en pionera al adoptar esta práctica sostenible en 1994, pasando a esquilar vicuñas bajo estrictas regulaciones que garantizan la supervivencia y el bienestar de la especie. Desde entonces, la marca italiana de lujo Loro Piana se ha destacado como uno de los principales compradores de esta fibra, demostrando un compromiso no solo con la calidad excepcional de sus productos, sino también con el apoyo a las comunidades productoras y la conservación ambiental. Este modelo de producción no solo ha contribuido a alejar a la vicuña de la amenaza de extinción, sino que también ha ofrecido a las comunidades andinas una fuente de ingreso sostenible, aunque los desafíos en cuanto a distribución equitativa de beneficios y mejoras en la calidad de vida de los productores aún persisten.
“En enero de 2018, hicimos un estudio socioeconómico para entender cómo se comercializaba la fibra en Lucanas. Sin embargo, es una sola empresa la que compra la fibra de vicuña y tener un monopolio, en general, no le hace bien”, comenta Omar Siguas, investigador en la Universidad Nacional de Huancavelica.
¿Qué desafíos presentan los productores de esta región?
El impacto económico de la explotación de la fibra de vicuña en las comunidades andinas de Perú ha sido tema de estudio y reflexión en recientes investigaciones. Según un reporte elaborado por Marcelo Rochabrún para Bloomberg, se destaca el caso de Andrea Barrientos, una agricultora septuagenaria de los Andes peruanos. Junto a una veintena de miembros de su comunidad, Barrientos se dedica a recolectar la preciada fibra de vicuña, conduciendo a estos camélidos silvestres a través de extensas mesetas a más de 4.000 metros de altitud para su esquila. A pesar del esfuerzo y la singularidad de su labor, cuyo producto es altamente valorado en los mercados internacionales de lujo, la situación económica de los 2.700 habitantes de su comunidad ha experimentado escasas mejoras.
La mayoría de las viviendas, construidas con materiales básicos como el barro, incluida la de Barrientos, carecen de servicios básicos esenciales como desagüe. A lo largo de los años, la práctica agrícola de subsistencia ha prevalecido entre los habitantes más antiguos, mientras que las nuevas generaciones han tenido que migrar hacia las ciudades o, en su defecto, trabajar en las cercanas y precarias minas de oro, conocidas por su falta de regulación.
Además, los ingresos percibidos por la comunidad de Lucanas, involucrada en la comercialización de la fibra de vicuña, han disminuido un 36% en los últimos diez años. Un estudio comisionado por el Gobierno peruano en 2018 reveló que el 80% de los residentes afirmó no haber obtenido beneficios económicos tangibles de su participación en este comercio. Omar Siguas, líder del mencionado estudio, concluye de manera tajante: “La explotación de la vicuña no ha logrado sacar de la pobreza a ninguna de las comunidades involucradas.”
¿Qué productos se puede obtener de la fibra de vicuña?
La fibra de vicuña, conocida por su excepcional suavidad, ligereza y calidez, es una de las más valoradas y costosas en el mundo textil debido a su rareza y las características únicas que presenta. De ella se obtienen diversos productos de alta calidad y lujo, tales como:
- Ropa de alta costura: La fibra de vicuña se utiliza para confeccionar prendas exclusivas, incluyendo abrigos, chaquetas y trajes a medida, muy buscados en el sector de la moda de lujo.
- Bufandas y chales: Estos accesorios se elaboran aprovechando la suavidad y el aislamiento térmico de la fibra, ofreciendo comodidad y elegancia.
- Mantas y cobijas: La ligereza y el calor que proporciona la fibra de vicuña la hacen ideal para la elaboración de mantas y cobijas de alta gama, perfectas para climas fríos.
- Ponchos: Tradicionalmente asociados con la cultura andina, los ponchos de fibra de vicuña son extremadamente suaves, cálidos y ligeros, representando una fusión de tradición y lujo.
- Suéteres y cardigans: Estas prendas tejidas son altamente apreciadas por su calidez sin peso, haciéndolas perfectas para el uso en condiciones de frío moderado a severo.