La Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio), que representa a los pueblos indígenas de Loreto, exige a la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, firmar el decreto supremo para el establecimiento oficial de la Reserva Indígena Sierra del Divisor, en Loreto y Ucayali, y agilizar la creación de la Reserva Indígena Yavarí Mirim, en Loreto.
Los retrasos, según argumenta la organización indígena amazónica, por parte del ministerio están comprometiendo la integridad de los Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento y Contacto Inicial (Piaci), considerados los más vulnerables del planeta por depender exclusivamente de los recursos naturales que hay en sus territorios.
Si bien el proceso inició en el año 2005, hasta la fecha no se ha concretado la creación de estas reservas que buscan proteger los derechos y la soberanía de los pueblos indígenas sobre sus tierras ancestrales.
Decisión queda en manos de la ministra
Orpio ha señalado que, a pesar de que el paso final para la categorización de Sierra del Divisor se completó hace seis meses con la aprobación del Estudio Adicional de Categorización por la Comisión Multisectorial Piaci, la firma del decreto supremo por parte de la ministra sigue pendiente.
Por otro lado, el caso de la Reserva Indígena Yavarí Mirim lleva más de dos años en espera, sin que se haya convocado a la comisión correspondiente para avanzar en el proceso.
De acuerdo a Beatriz Huertas, antropóloga y miembro del equipo técnico de Orpio, la demora en la oficialización de estas zonas protegidas no solo afecta a la conservación de los ecosistemas únicos que albergan, sino que también expone a los Piaci a riesgos vinculados a la deforestación y el avance de las economías ilegales, como el narcotráfico y la tala ilegal.
“La importancia de esta medida radica en que se trata de territorios con pueblos vulnerables tal como lo reconoce las Naciones Unidas”, declaró Huertas a Inforegión.
Además, Orpio critica a la Dirección de Pueblos Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial y al Viceministerio de Interculturalidad por no convocar a la Comisión Multisectorial para implementar acciones más eficaces que garanticen la protección de estas áreas.
En ese sentido, la organización indígena ha hecho un llamado al Mincul para que tome un papel más activo, solicitando se realice una campaña informativa en los distritos y provincias afectadas por estos procesos.
El objetivo es contrarrestar las campañas de desinformación que buscan enfrentar a las comunidades nativas contra la creación de reservas indígenas, promoviendo así un diálogo más constructivo y basado en información precisa sobre la importancia de estas áreas protegidas.
Por otro lado, tras la publicación de un pronunciamiento de Orpio sobre el tema en el diario La República esta semana, la titular del Mincul, Leslie Urteaga, se reunió con el Apu Beltrán Sandi Tuituy para discutir el futuro de las reservas indígenas, en un intento por reafirmar la palabra del Gobierno con la protección de los Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (Piaci).
El encuentro surge a puertas de la interpelación que enfrentará la ministra del Mincul, hoy, jueves 14 de marzo, que pone en duda su permanencia en el cargo.
Principales amenazas que enfrentan los Piaci
De acuerdo a la antropóloga Beatriz Huertas, los Piaci, que habitan en las zonas fronterizas de la Amazonía, eligen el aislamiento en parte como una estrategia de supervivencia frente a las epidemias y la violencia experimentadas históricamente.
Entre los principales peligros para estos pueblos se encuentra el avance del narcotráfico y otras actividades ilícitas como la tala ilegal, la caza y la pesca comercial predatoria en la región amazónica.
Esta situación perturba su tranquilidad y pone en peligro su integridad física y cultural, ya que dichas actividades suelen ir acompañadas de violencia y degradación ambiental.
Además, dichos factores amenazan su modo de vida tradicional e incrementan su vulnerabilidad a enfermedades infecciosas ante las cuales no están inmunológicamente preparados.
Por tal razón, la falta de establecimiento formal de reservas para estas comunidades es un factor que agrava todavía más su situación de vulnerabilidad.