En la actualidad es bien recordada la Guerra del Pacífico, aquella que enfrentó a las jóvenes repúblicas de Perú y Chile en el siglo XIX. Sin embargo, los ejércitos de ambos territorios colisionaron incluso antes de que fueran invadidas y colonizadas por los españoles.
El mencionado enfrentamiento tuvo como contendientes a los incas y los promaucaes. El motivo: las intenciones de los primeros de colonizar las tierras del sur.
La campaña militar incaica en Chile
Túpac Yupanqui, hijo del inca Pachacútec, se propuso extender los dominios del imperio incaico, también llamado Tahuantinsuyo.
En la década de 1470, tras heredar el trono a raíz de la muerte de su padre, Túpac Yupanqui inició una campaña militar hacia Chile con fines expansionistas.
Su primera incursión halló una férrea resistencia por parte de los indígenas en el norte de Chile, por lo que el inca volvió al Cuzco para reclutar refuerzos.
Para su segundo intento, según relata Garcilaso de la Vega en su obra Comentarios Reales de los Incas (1609), Túpac Yupanqui envió primero espías al valle de Copiapó para reconocer el terreno. Luego, comisionó un ejército de 10.000 hombres liderados por el general Sinchiruca, quien los llevó a través del Desierto de Atacama.
Al llegar, los generales cuzqueños demandaron a los habitantes del valle que se rindieran y se “sujetaran al hijo del sol, que iba a darles nueva religión, nuevas leyes y costumbres, para que viviesen como hombres y no como bestias”, recoge Garcilaso.
Estas demandas no fueron bien recibidas por los indígenas, quienes se levantaron en armas contra el ejército inca, que optó por retroceder y sitiar el lugar.
Finalmente, cuando llegaron otros 10.000 soldados como refuerzos, los habitantes del valle se rindieron sin oponer más resistencia.
El ejército incaico continuó su marcha hacia el valle central de Chile. Cuando llegaron a la región de Quillota, hallaron nula disposición de los nativos para negociar su rendición, por lo que no tuvieron más opción que pelear. El resultado fue una victoria incaica con muchas bajas.
El ejército que frenó a los incas
El Tahuantinsuyo consiguió controlar el norte de Chile y la parte septentrional del valle central en un período de seis años. Luego, el inca ordenó el poblamiento de las regiones invadidas y la construcción de caminos, puentes, tambos (lugares de alojamiento) y pozos de agua para facilitar el transporte de los futuros ejércitos.
Cuando finalizaban estos preparativos, que tomaron más de una década, Túpac Yupanqui cayó enfermo y terminó falleciendo al poco tiempo, relató el historiador Anello Oliva en su libro Historia del Reino y Provincia del Perú, de sus Yncas Reyes, Descubrimiento y Conquista por los españoles de la corona de Castilla (1598).
Los cronistas y autores modernos coinciden en que Huayna Cápac, hijo de Túpac Yupanqui, continuó la campaña militar hacia la región meridional del valle central de Chile.
Cuando el numeroso ejército incaico intentó cruzar el río Maule, se encontró con los promaucaes, que en aquella época habitaban entre los ríos Maipo y Bío Bío.
Los promaucaes, que en quechua significa enemigos salvajes, estaban aliados con poblaciones de las regiones aledañas, como los Chitalli, Pincu y Conqui.
De acuerdo con Garcilaso, el frente chileno contenía entre 18 mil y 20 mil soldados.
Al fracasar las negociaciones con los generales incas, ambos ejércitos se entrelazaron en una sangrienta batalla que duró hasta el anochecer, cuando los soldados se retiraron a sus respectivos puestos para descansar y reorganizarse. Así fue durante dos días más.
Al cuarto día, escribió Garcilaso, los dos bandos no salieron de sus alojamientos, ya que esperaban defenderse del contrario en caso fueran atacados.
Finalmente, con el temor de que al enemigo le lleguen refuerzos, ambos ejércitos decidieron retirarse.
Cronistas como Alonso Ercilla y Miguel Olaverría coinciden en que en esta serie de batallas el ejército incaico sufrió la mayor cantidad de bajas de toda su campaña militar en Chile.
Como resultado de la retirada incaica, el sur Tahuantinsuyo definió su límite en el río Maule. En tanto, los promaucaes se granjearon la fama de ser los que frenaron al más grande imperio del continente americano.