La Línea 1 del Metro de Lima enfrenta riesgo de saturación y requiere con urgencia una expansión para evitar el colapso, específicamente antes de la integración con la Línea 2, prevista para operar casi en su totalidad para el 2028. La propuesta de ampliación, que incluye la adquisición de 22 nuevos trenes, se ha presentado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y a la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), bajo la advertencia de Ositrán sobre la inminencia del tiempo, reveló un informe de La República
Las mejoras sugeridas no se limitan a la incorporación de más trenes; también comprenden la construcción de una nueva estación de interconexión, la expansión de las estaciones existentes, y la modernización tanto del sistema eléctrico como del equipamiento, según informa el medio.
Estas propuestas buscan disminuir la frecuencia de paso de los trenes de 3 a 2 minutos en horas pico, elevando la capacidad de atención de 550.000 a 850.000 pasajeros diarios. Estas iniciativas son críticas dada la proyección de saturación del servicio con la incorporación de la Línea 2.
El cronograma para evitar dicho colapso es ajustado. Ositrán ha puesto en relieve la importancia de una aprobación inmediata del proyecto debido a los ajustados plazos. Según estimaciones, la Línea 1 precisa que la ATU apruebe el estudio de demanda y demás componentes a más tardar en mayo de este año para que, tras un proceso de negociación de año y medio, las obras puedan iniciar hacia finales del 2025.
Esto permitiría que la ampliación de la Línea 1 esté lista para el año 2030, evitando el riesgo de colapso ante el incremento de pasajeros por la interconexión con la Línea 2, que comenzaría a operar casi en su totalidad para el 2028.
Además, se ha planteado la creación de la estación 28 de Julio en la Línea 1 para facilitar el tránsito de pasajeros entre ambas líneas, como una medida correctiva a errores anteriores en la planificación del metro. Esta y otras medidas son vitales para enfrentar el creciente número de usuarios y garantizar la calidad del servicio de transporte urbano en Lima.
Contra el tiempo
La expansión y mejora de la red del Metro de Lima y Callao es una operación contra reloj, según declaraciones de Miguel González, jefe de Contratos Ferroviarios y del Metro de Ositrán, en conversación con La República. Se enfatiza la urgencia de adquirir 22 nuevos trenes para la Línea 1, en anticipación a la demanda adicional que generará la interconexión con la Línea 2, cuya finalización está prevista antes del 2030. Esta actualización busca mitigar la saturación actual que enfrenta la Línea 1, cuya capacidad ya se encuentra al límite.
Desde el 2020, Ositrán ha alertado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) sobre la necesidad de avanzar rápidamente con el proyecto, dado el tiempo que requieren las etapas de compra de trenes, estudios, y obras, que deben realizarse en horarios nocturnos para no interrumpir el servicio existente.
La preocupación central radica en la posibilidad de que la estación 28 de Julio de la Línea 1 no se habilite, ni se establezca la conexión con la Línea 2 en ausencia de los nuevos trenes, lo que podría resultar en un colapso del servicio. Actualmente, la Línea 1 transporta a 180 millones de pasajeros al año, un volumen no manejado por ninguna otra ruta de metro en el mundo.
Los expertos indican que la finalización de la nueva estación y la adquisición de los primeros trenes para el 2028 podría mitigar el impacto, pero es imprescindible que el proyecto avance sin retrasos. Afortunadamente, se anticipa que las obras no sufrirán demoras significativas al no requerirse expropiaciones ni grandes eliminaciones de interferencias en la ruta de la Línea 1.