Más de 6 millones y medio de estudiantes retornarán a las aulas este lunes 11 de marzo para dar inicio al año escolar 2024, de acuerdo a palabras de la titular del Ministerio de Educación (Minedu), Miriam Ponce.
Ante ello, Infobae Perú consultó a dos especialistas en salud mental para conocer a detalle qué factores influyen y convergen para que un niño, niña o adolescente goce de un primer día de clases satisfactorio o, lamentablemente, desarrolle traumas o sentimientos negativos hacia las instituciones estudiantiles y todo lo relacionado a ellas.
El impacto emocional y psicológico del primer día de escuela
Pese a que cada individuo siente, asimila y se comporta de manera diferente, y según su contexto, hay detalles que marcan, para bien o para mal, su desarrollo. En esa línea, la psicóloga Antonella Galli hizo hincapié en que el inicio de clases puede generar mucha ansiedad en los menores debido al recuerdo de experiencias negativas en salones de clases.
“Volver al colegio claro que tiene un impacto emocional y psicológico en nuestros hijos. Y mucho va a depender de como se han desenvuelto el año anterior. Si el niño o la niña tuvo complicaciones con compañeros que no lo hacían sentir bien o tuvo problemas con los profesores, puede ahora manifestar frustración y eso marca su forma de vincularse con el colegio y con otros niños. No se va a sentir cómodo”, explicó a este medio.
Por su parte, la psicoterapeuta Liliana Tuñoque exhortó a los padres, madres o apoderados a no crear un ambiente negativo entorno a las actividades educativas, sobre todo en el comienzo del año escolar, porque va a quedar marcado en los más pequeños del hogar que ir a la escuela es sinónimo de gritos y malos tratos.
“Muchas veces los niños o niñas no tienen problema con ir al colegio, sino que es lo que hay detrás lo que los termina incomodando. Bien es cierto que en vacaciones uno se levanta más tarde, desayuna más tarde, y normalmente todo es más relajado, sin embargo, el colegio significa estar ligado a horarios”, indicó para Infobae Perú.
“Por eso se desarrolla el estrés. El niño se levanta temprano y entre gritos, hacen que desayune rápido o lo están apurando para que no llegue tarde. Luego, en el colegio tal vez también le llaman la atención. Todo lo vivido en mañanas así puede crear un ambiente negativo en el alumno para que no quiere volver a clases”, agregó.
¿Cómo hacer más llevadero el inicio de clases?
Para que los niños vayan asimilando que ya se aproxima un nuevo año escolar, y que las vacaciones ya llegan a su fin, Tuñoque explicó la importancia de involucrar a los menores en la compra de útiles, la elección de la mochila, el forrado de cuadernos, entre otras actividades que usualmente hacen los padres para preparar “la vuelta al cole”. Asimismo, resaltó la importancia de ir creando hábitos.
“Tenemos que ir preparándolos y ayudándolos en ese proceso de adaptación para el ingreso al colegio, especialmente a los más pequeños. Involucrarlo en compras o actividades que se hacen para alistar su regreso a clases. También es importante establecer rutinas y horarios”, precisó.
“Todo esto para que asimilen lo que se viene y se vayan nuevamente adaptando los nuevos horarios escolares. Yo recomiendo que, en medio de este proceso, eviten hacer cualquier comentario negativo y comentarles nuestras propias buenas experiencias en las aulas”, continuó.
En tanto, Galli indicó que ayuda mucho que los progenitores o apoderados estén al tanto del comportamiento de los menores para notar cambios o acciones fuera de lo común. Esto para evidenciar si tienen un problema que coincida con el inicio de clases. “Difícilmente te van a decir directamente que algo les pasa”, sostuvo.
“Si no quiere levantarse, se orina en la cama, muerde sus uñas mucho o, incluso, si te llaman desde el colegio pidiendo que recojan al pequeño porque está enfermo, pero en realidad no lo está. Esto es sinónimo de problemas de adaptación”, señaló.
Por tal motivo, recomendó que es necesario en todo este proceso no asustar o sobrecargarlos con más actividades. “Muchos padres cometen el error de, luego de sus clases en el colegio, meterlos a talleres intensivos por las tardes. Eso los deja sin descanso hasta la noche, lo que solo provoca un cuadro de estrés ya que aún ni se habitúa al colegio y ya debe estar pendiente de otras cosas”, expresó.
“Los pequeños necesitan un tiempo de dispersión, jugar en su casa, con sus amigos en el parque, para así olvidarse un poco de la tensión que puede estar sufriendo por las clases escolares. Esto no implica que el niño no tenga que hacer actividades deportivas o recreativas, que son importantes, sino que le den un tiempo de relajo y no sentirse sobrepresionado. Para ello, los padres deben tener una comunicación constante. Lo recomendable es tratar lograr que se sinceren con charlas a la hora de acostarlo, como quien le pregunta por su día y cómo se siente”, afirmó la psicóloga.
¿Qué hacer si mi hijo no quiere entrar al colegio?
Los que más sufren con el inicio del año escolar son aquellos infantes que por primera vez van a separase de sus padres para quedarse por varias horas dentro de la institución educativa. Es común ver como ellos, muchas veces, lloran en la puerta del colegio y hacen lo posible por no entrar. La psicoterapeuta Liliana plantea alternativas de solución ante este escenario:
“La idea es que los padres intenten que el niño entre, pero ojo, tampoco se puede presionar ni forzar. Lo mejor en estos casos es que uno se pueda quedar en el salón con el niño, de repente, una hora, dos horas, y de ahí llevárselo. Pero no obligarlo, forzarlo, o dejarlo llorando porque eso puede generar una ansiedad de separación muy fuerte. Entonces, el niño lo va a asociar con recuerdos negativos que puede generar otro tipo de problemas emocionales”, advirtió.
“Hay que tener con los más pequeñitos mucha paciencia, por eso recomiendo siempre prepararlos, hablarles, transmitirles seguridad, decirles que va a ser un ambiente donde la van a pasar bien, van a conocer nuevos amigos, va a tener profesora, va a poder jugar con sus compañeros. Evitar cualquier comentario negativo, inclusive puede ser útil poder comentarles nuestras propias experiencias”, aseveró.