Recientemente, el Ministerio de la Producción (Produce) presentó la esperada propuesta de reglamentación para la Ley 31749, que reconoce la pesca tradicional ancestral y la pesca tradicional artesanal e impulsa su preservación dentro de las cinco millas marítimas, zona de alta producción y diversidad biológica.
El documento, que llega con una demora de seis meses y busca reorganizar la actividad pesquera, ha establecido la definición precisa de lo que se considera pesca tradicional artesanal, subrayando el empleo predominantemente manual en las faenas de pesca en zonas reservadas.
Esto con el objetivo de diferenciar claramente entre los métodos artesanales y las prácticas de pesca más industrializadas, que a menudo involucran tecnología avanzada y mecanismos que pueden alterar el equilibrio ecológico marino.
No obstante, aunque esta propuesta representa un paso adelante para la protección de las prácticas pesqueras tradicionales que forman parte del patrimonio cultural peruano, expertos señalan que posee deficiencias que en la práctica podrían hacerla inviable.
¿Cuáles son las ausencias clave en el reglamento?
Especialistas de la ONG Oceana, organización dedicada a la conservación marina, identifica dos ausencias clave en el reglamento de la Ley 31749 que necesitan ser corregidas para asegurar la protección de la pesca ancestral y artesanal, y así fomentar la preservación dentro de las cinco millas, que tienen un rol fundamental para el ciclo de vida de las especies marinas, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria nacional.
La primera tiene que ver con la falta de un plazo claro para la implementación del Sistema de seguimiento satelital de embarcaciones (SISESAT) en embarcaciones de menor escala —es decir aquellas que utilizan equipos y sistemas de pesca mecanizados— para garantizar evitar la sobreexplotación de los recursos marítimos.
Esto con el fin de asegurar que dichas embarcaciones, que están prohibidas de permanecer en las primeras millas náuticas, realicen actividades pesqueras de manera no regulada en la zona reservada.
Mientras que la segunda ausencia está relacionada con la necesidad de que el Ministerio de la Producción defina estrategias para la recuperación de especies sobreexplotadas, conforme a lo establecido en el nuevo artículo 9-A de la Ley General de Pesca.
¿Cuáles son los grupos en contra que buscan boicotearla?
Para las organizaciones de pescadores artesanales, la Ley 31749 marca un antes y un después en la conservación de prácticas tradicionales de pescadores artesanales en el territorio nacional.
Esto debido a que establece un límite de tres millas náuticas exclusivamente para este grupo y prohíbe la actividad de pesca de menor escala, en su mayoría dedicada a la captura de anchoveta, dentro de esta zona.
Por tal razón, algunas organizaciones de pesca artesanal, tales como la Asociación de Pescadores Artesanales del Puerto Menor de Quilca y Anexos, presidida por Favio Maximo Ari Vera, exigen la regulación efectiva de la norma para asegurar su cumplimiento y sancionar a quienes infrinjan esta norma.
No obstante, según afirman, la ley viene siendo amenazada por acciones de ‘pseudo pescadores artesanales’ desde hace tiempo.
Pues, aunque se identifican como parte de este grupo, en realidad estarían operando embarcaciones de menor escala (semiindustriales), que deberían operar fuera de las tres millas náuticas establecidas, ya que la normativa exige a estas embarcaciones operar más allá de esta zona prohibida; sin embargo, de acuerdo a las versiones de los pescadores artesanales, muchos se resisten a acatar la normativa.
En esa línea, las organizaciones de pescadores artesanales señalan a Joaquín Cruz, fujimorista y dirigente de un sector de los pescadores anchoveteros de Chimbote, es señalado por organizar un supuesto boicot contra la Ley en beneficio de la pesca artesanal y ancestral.
Una nota publicada a fines de enero por La República indica que Cruz, quien, además, es investigado por la Fiscalía por presuntos actos vinculados a la extracción ilegal de anchoveta, sería cercano al congresista de Acción Popular, Darwin Espinoza, investigado en el caso conocido como ‘Los Niños’.
De acuerdo a fuentes a Infobae Perú, tanto Cruz como Espinoza rechazarían la norma que protege las prácticas de pesca sostenible en las primeras tres millas marinas.
Pues, no estarían de acuerdo con restringir a los pescadores de menor escala, que emplean herramientas mecanizadas, operar en áreas que tradicionalmente han estado reservadas para la pesca de pequeña escala, con un impacto ambiental menor.
Además, de otro lado, las organizaciones de pescadores artesanales han criticado a la congresista Nilza Merly Chacón Trujillo, de Fuerza Popular, por recientemente mantener reuniones con un gremio de pescadores, cuya posición iría en la misma línea que la del congresista Espinoza y el dirigente pescador fujimorista.
Hasta ahora, se sabe que Chacón se ha comprometido a brindar apoyo y gestionar de manera inmediata reuniones con la Comisión de Producción del Congreso de la República y el Ministerio de la Producción, con el objetivo de que escuchen las preocupaciones de los trabajadores pesqueros.
No obstante, los pescadores artesanales se mantienen en incertidumbre por el posible conflicto de interés.