Lo que fue declarado por el canciller Javier González-Olaechea como un “cambio de rumbo en el Gabinete”, el último martes; terminaría por ser “más de lo mismo”, tras la designación del nuevo primer ministro de Dina Boluarte, Gustavo Adrianzén, en reemplazo de Alberto Otárola. Su toma de mando ha resultado ser sorpresiva, sobre todo, por ser una propuesta que no estaba sopesada entre las opciones iniciales para tomar el cargo.
Pero su presencia y designación han significado una serie de hechos para especialistas en el hecho. En conversación con Infobae Perú, el exjefe de Gabinete, Pedro Cateriano, realizó un análisis de la situación y advirtió que, por más cambios que se deseen realizar desde el Ejecutivo, sea quien fuere que tome el cargo de primer ministro, la crisis en la que se encuentra sumida el Perú no va a mejorar.
“Hemos apreciado, desde el inicio de este periodo gubernativo que comenzó con Castillo y que continúa con la señora Boluarte, que la alta rotación de ministros de Estado, nunca vista en nuestra historia republicana, no arreglan los problemas. Los innumerables nombramientos ministeriales ratifican mi afirmación. En este caso el problema es la señora Boluarte, la presidenta”, alertó el político para este medio.
Gustavo Adrianzén, un primer ministro que no propone ministros
Entre los principales detalles que detectó el abogado y político fue que este ministro entraba en reemplazo de un personaje constante para Boluarte, una presidenta que no tiene poder de decisión, por lo que este mismo jefe de la PCM llega sin cambios ni modificaciones.
“En la primera evaluación que podemos hacer objetivamente es que el flamante presidente del Consejo de Ministros no ha propuesto a ninguna persona, que él está asumiendo la presidencia de Consejo de Ministros con todo el Gabinete que formó parte del anterior, de su antecesor. Yo creo que eso revela mucho, entre otras cosas, que no ha habido una influencia ni capacidad para sugerir ministros, sino que se habría aceptado la integridad del gabinete de Otárola”, consideró el especialista.
En ese sentido, consideró que Adrianzén es “una persona honesta, que es un profesional que en la etapa que trabajó como procurador, por ejemplo, cumplió (...); pero ya otra cosa es la labor que está cumpliendo ahora con este Gobierno”. Por este mismo motivo, añadió que así le pongan “una superestrella de presidente de Consejo de Ministros a la señora Boluarte, pero eso no soluciona los problemas”.
“Lo estamos viendo. Hay que ser ciego para no darse cuenta de que esta alta rotación de ministros no soluciona los problemas, por el contrario, la inestabilidad ministerial ocasiona una mayor anarquía política”, añadió.
Una presidenta sin poder de “un gobierno nefasto” con Castillo
Para Cateriano, la crisis se agravó no desde el inicio de la gestión de la misma Dina Boluarte, sino de su antecesor, Pedro Castillo, de quien la mandataria busca tanto desmarcarse, pero que no puede en su totalidad por formar parte de la misma plancha presidencial.
“Lo que hay acá es la falta de liderazgo político de la presidenta Boluarte, su carencia de experiencia gubernativa y sobre todo el incumplimiento de la Constitución. La primera obligación del presidente de la República es cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes; y eso no ha ocurrido con la presidenta Boluarte”, recordó el político peruano.
Como único intento de hacer respetar la democracia, Pedro Cateriano, recuerda las últimas declaraciones de la jefa de Estado, en la que pidió al Congreso actuar con una mayor reflexión respecto a la votación para la inhabilitación de los miembros de la JNJ.
“Hemos visto que cuando el Parlamento ha amenazado el orden democrático y constitucional por intereses políticos, la presidenta ha guardado silencio excepto en el último caso, de la prácticamente toma de la Junta Nacional de Justicia, en donde tímidamente ha dicho que hay que respetar el equilibrio entre los poderes de Estado. Ese será, pues, el problema más álgido que tendrá que solucionar, o enfrentar, mejor dicho, Adrianzén”, consideró el abogado para este medio.
En ese sentido, el político concluyó que “la gestión de la dupla Castillo - Boluarte es realmente nefasta, por la ineptitud e irresponsabilidad con la que han manejado los asuntos del Estado”.