Día de la Mujer: convocan a movilizaciones, vigilias y otras actividades por el 8 de marzo en todo el Perú

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que subraya la lucha incansable hacia una sociedad más equitativa. En países como Perú, este día es un llamado a la reflexión sobre los logros alcanzados y los obstáculos que aún persisten en el camino hacia la igualdad de género. Además, se pone en urgencia el adoptar medidas para la justicia, la equidad y el empoderamiento de la mujer en todos los sectores sociales.

Precisamente, en este contexto, el viernes 8 de marzo, un amplio número de trabajadoras se movilizará en más de 15 territorios a nivel nacional a fin de exigir la reivindicación de sus derechos laborales y la búsqueda de trabajos dignos. La convocatoria, que cobra fuerza en distintas ciudades, es un llamado a la acción contra la desigualdad y la discriminación.

La convocatoria para este viernes 8 de marzo comprenden las siguientes ciudades:

• Abancay: frontis del Poder Judicial a las 2.30 p.m.
• Arequipa: Plaza España a las 3.30 p.m.
• Huancayo: Parque Constitución a las 3.00 p.m.
• Lima: Parque Combate de Abtao a las 4.00 p.m.
• Madre de Dios: IPD – Plaza Bolognosi a las 4.30 p.m.
• Piura: Plazuela Merino (av. Sánchez Cerro) a las 4.30 p.m.
• Puno: velada y vigilia a las 5.00 p.m.
• Tacna: Plaza de la Mujer a las 3.30 p.m.
• Trujillo: Plazuela El Recreo a las 4.30 p.m.

La convocatoria para este sábado 9 de marzo comprenden las siguientes ciudades:

• Cajamarca: Plaza de Armas a las 8.00 a.m.
• Cusco: Mariscal Gamarra a las 2.30 p.m.
• Huánuco: Alameda de la República 259 a las 4.00 p.m.
• Trujillo: Plazuela El Recreo a las 4.30 p.m.
• Ica: Plaza Barranca a las 4.30 p.m.

Ciudadanas de diversas partes del Perú exigen el aumento en el presupuesto destinado a las políticas de igualdad de género. La petición tiene como principal objetivo asegurar que las iniciativas existentes para combatir la violencia contra la mujer y promover la igualdad tengan los recursos suficientes para implementarse efectivamente, en respuesta a los crecientes movimientos antiderechos que buscan socavar los avances logrados hasta la fecha.

A continuación las problemáticas más graves que afectan a la población femenina y que motivan las movilizaciones de este fin de semana.

1. Feminicidios: en lo que va del año 2023, se han registrado 170 feminicidios a nivel nacional, lo que marca un incremento en comparación con el año anterior, según reportes de la Defensoría del Pueblo. Este alarmante ascenso en el número de víctimas destaca una preocupante tendencia hacia la violencia de género en el país.
2. Desapariciones: en el mismo periodo, se contabilizaron 5.184 casos de niñas y mujeres desaparecidas. Las regiones con mayor número de casos son Cusco (681), Junín (646), Arequipa (614), Lambayeque (599) y Lima (3.561).
3. Explotación sexual y crímenes de odio: entre el 2021 y el 2023, al menos 14 trabajadoras sexuales, tanto cisgénero como transgénero, han perdido la vida a manos de mafias que se dedican a la extorsión y el cobro de cupos. Respecto a la explotación sexual, la región de Madre de Dios se encuentra entre las más afectadas, con más de 4.500 mujeres explotadas sexualmente, de las cuales 78% son menores de edad, de acuerdo con datos proporcionados por la Comisión de Derechos Humanos (CHS).
4. Pobreza y exclusión: en el estudio más reciente del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se ha revelado que únicamente el 63% de la población femenina en Perú se encuentra laborando o en la búsqueda activa de un empleo. Este porcentaje disminuye drásticamente al 32,1% cuando se considera únicamente a las mujeres con discapacidad. Dichas cifras subrayan no solo la desigualdad de género en el ámbito laboral, sino también las barreras adicionales que enfrentan aquellas con alguna discapacidad.
5. Feminización del trabajo doméstico: en el Perú, el INEI ha revelado que hasta un 97% de los trabajadores domésticos remunerados son mujeres, con una tasa de informalidad que supera el 85%. Esta situación las coloca en una posición vulnerable, sin acceso a condiciones adecuadas, seguridad social ni protección laboral.