En el panorama empresarial actual, la diversidad e inclusión se han convertido en pilares fundamentales para el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo. En América Latina, región marcada por una rica diversidad cultural, pero también por desafíos arraigados en desigualdades de género y sociales, la formación de líderes inclusivos en las organizaciones emerge como un elemento crítico para el éxito empresarial.
Desde mi experiencia liderando un departamento de diversidad, equidad e inclusión de una compañía global, he observado cómo la reflexión y el autoconocimiento son la base para un liderazgo inclusivo efectivo, ya que es esencial cuestionar nuestros propios sesgos y privilegios. ¿Estoy verdaderamente promoviendo la diversidad en mi equipo? ¿Estamos creando un entorno seguro y acogedor para que todas las personas puedan desarrollarse plenamente? Estas preguntas nos obligan a mirarnos internamente y a asumir la responsabilidad de impulsar un cambio real, y que no sea solo por lograr el cumplimiento de las leyes de inclusión que rigen en varios países de Latinoamérica.
En nuestra región, uno de los mayores desafíos radica en el compromiso genuino de los líderes empresariales con estas políticas, quienes deben comprender, respaldar y fomentar estas iniciativas, entendiendo que solo traen beneficios para las empresas en la actualidad. Es un cambio de mentalidad profundo que implica deconstruirse, y estar abierto al aprendizaje.
Según datos del Foro Económico Mundial, si se mantiene la tendencia actual, se necesitarían 131 años para cerrar la brecha de género a nivel global. Esto resalta la urgencia de un cambio profundo en la cultura empresarial y un compromiso real con la diversidad e inclusión.
En ese sentido, las organizaciones deben considerar una serie de aspectos para una implementación efectiva de políticas de diversidad e inclusión. Desde la definición de una visión y misión claras, hasta la asignación de recursos y métricas que respalden el compromiso de la empresa. Es fundamental que estas iniciativas estén apoyadas por la alta dirección y se implementen como parte integral de la estrategia corporativa.
La persona encargada de liderar estas políticas debe poseer habilidades como la empatía, capacidad de liderazgo y valentía para desafiar el status quo, cambiando paradigmas. Su labor es crucial para impulsar programas y acciones que fomenten la diversidad e invitar a los colaboradores a desarrollar una mirada más inclusiva.
En cuanto al rol de la mujer en el ecosistema empresarial latinoamericano, aunque ha habido avances, la evolución hacia la igualdad de género sigue siendo lenta. Hace falta un mayor nivel de consciencia en el liderazgo y un entendimiento profundo del valor que las mujeres aportan en el lugar de trabajo.
Las organizaciones experimentan resultados concretos cuando tienen mujeres en roles de liderazgo, ya que son quienes aportan mayor diversidad, una buena gestión del tiempo, alta capacidad de adaptación y de delegar responsabilidades. Además, tienden a tener mayor foco en devolver a las comunidades, entonces las empresas se vuelven socialmente responsables de manera natural y, consecuentemente, más humanas y exitosas.
En Sovos, la diversidad e inclusión son valores centrales. Desde la implementación de programas de mentoría hasta la creación de grupos de embajadores de Diversidad, Equidad e Inclusión, nuestra empresa está comprometida con la construcción de un entorno inclusivo y equitativo para todos los empleados.
El futuro de la diversidad e inclusión de la mujer en el entorno laboral dependerá del compromiso continuo de las organizaciones y líderes. Desde mi perspectiva, ese balance en roles de liderazgo entre hombres y mujeres es lo que va a crear a futuro empresas con ambientes más sanos y psicológicamente seguros, donde todos y todas son respetados, escuchados, considerados e incluidos. Definitivamente, estas serán las empresas que van a poder prosperar y atraer el talento de las nuevas generaciones que están buscando un mayor balance entre el trabajo y su vida personal, quienes vienen con la mentalidad de la inclusión incorporada.
La formación de líderes inclusivos y la implementación de políticas de diversidad, equidad e inclusión son cruciales para el desarrollo sostenible de las empresas latinoamericanas. Solo a través del compromiso genuino, la acción estratégica y la colaboración colectiva podremos construir organizaciones más justas, equitativas y exitosas en la región.