Vraem: Lluvias afectan a más de 300 familias asháninkas

La Central Asháninka del Río Ene (CARE) emitió la alerta. Señalan que medidas del Ejército son insuficientes ante la magnitud del desastre

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Comunidades asháninka exigen la intervención del Gobierno nacional, regional y local, debido a la escasez de agua potable. Fotos: Shia Inguil/Vraem Lima Werner
Comunidades asháninka exigen la intervención del Gobierno nacional, regional y local, debido a la escasez de agua potable. Fotos: Shia Inguil/Vraem Lima Werner

Las lluvias intensas en la provincia de Satipo, específicamente en la cuenca del río Ene de la región Junín, provocaron la crecida del río Mantaro, inundando viviendas en el centro poblado José Olaya, distrito de Vizcatán del Ene.

El incremento de las precipitaciones causa daños en las comunidades situadas a lo largo de ambos ríos, causando el desplazamiento de varias familias hacia zonas más seguras.

En ese contexto, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) comunicó que se encuentra activamente trabajando para mitigar los efectos climáticos adversos. Sin embargo, los afectados argumentan que las 11 carpas proporcionadas por Indeci resultan insuficientes para atender las necesidades de la población damnificada.

Por ello, solicitan a las autoridades locales y nacionales conformar una comisión especial encargada de proveer alimentos básicos, medicamentos, agua potable, y otros suministros esenciales.

Diversas comunidades asháninkas han sido afectadas por las recientes inundaciones. Foto: Shia Inguil/ CARE
Diversas comunidades asháninkas han sido afectadas por las recientes inundaciones. Foto: Shia Inguil/ CARE

Más de 300 familias asháninkas en riesgo

Asimismo, en el marco de la emergencia, la Central Asháninka del Río Ene (CARE) emitió una alerta debido a que más de 300 familias asháninkas, que viven en la cuenca del río Ene, están siendo gravemente afectadas por la crecida del afluente.

Como resultado, se han generado inundaciones en Quempiri y localidades adyacentes como Pampa Hermosa y Yoyato, llevando a la decisión de evacuar a los ciudadanos hacia otros lugares, ya que infraestructuras básicas, incluyendo viviendas, establecimientos educativos, centros de salud y áreas agrícolas, han quedado destruidos.

En su comunicación, CARE ha saludado la asistencia por parte del Ejército, que incluye tanto la ayuda humanitaria como el reconocimiento aéreo de las áreas afectadas. No obstante, recalcan que estas medidas son limitadas ante la magnitud del desastre.

Demandan a las autoridades preservar la salud de las comunidades asháninka. Foto: Shia Inguil/CARE
Demandan a las autoridades preservar la salud de las comunidades asháninka. Foto: Shia Inguil/CARE

Riesgos por escasez de agua potable

Por otro lado, la organización indígena, que representa a 44 comunidades asháninka y cuatro grupos de Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento y Contacto Inicial (Piaci) de la cuenca del río Ene, demanda una coordinación urgente entre el Gobierno central, regional y local para afrontar la emergencia que afecta por lo menos a cinco comunidades.

Específicamente exigen la intervención de la Municipalidad Provincial de Satipo, el Gobierno Regional de Junín y el Indeci, solicitando esfuerzos conjuntos para una evaluación detallada de los daños y perdidas.

Asimismo, la CARE insta a la Dirección Regional de Salud de Junín y a las redes de salud a prestar atención al crítico desabastecimiento de agua potable que enfrentan las comunidades, pues, muchas de estas dependen del agua del río, la cual está altamente contaminada con lodo, empeorando así la situación sanitaria de los afectados.

En tanto, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) informó que, en los próximos días, se espera que las lluvias moderadas acompañadas de descargas eléctricas continúen afectando a las regiones de la selva del país, sobre todo a Cuzco, Ucayali, Madre de Dios y Loreto.

Además, de acuerdo con la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran), reportó que las adversas condiciones climáticas generan la interrupción de 53 puntos clave de la red nacional de carreteras.

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