En el Perú, hay un promedio de 15 mil 625 personas con autismo, un diagnóstico que representa no solo un desafío para las familias y los individuos afectados, sino también una oportunidad para que la sociedad peruana avance hacia una mayor inclusión y comprensión.
En ese sentido, una cadena de centros comerciales en el Perú anunció su compromiso por desarrollar espacios que potencien el bienestar de las personas autistas. Se trata de Open Plaza el cual ha introducido “Espacio Amigable”, una iniciativa que apunta a crear un ambiente seguro y acogedor para estas personas.
El consorcio perteneciente a Malls Perú S.A señaló que incluirá como parte de esta iniciativa, la reducción del ruido ambiental y la luz en sus establecimientos específicos, donde, durante la mañana de 10:30 hasta las 12:30 en los días de lunes a viernes, se ajustarán los estímulos sensoriales para proporcionar un entorno más cómodo.
La medida cuenta con la colaboración de EITA, Equipo de Investigación y Trabajo en Autismo, quien ha proporcionado capacitación especializada al personal de Open Plaza en Perú.
Desde Open Plaza aseguraron que psicólogos, terapeutas ocupacionales y expertos en prevención continuarán brindando formación a sus trabajadores para que puedan manejar situaciones de crisis respetuosamente, creando además un entorno adecuado para los acompañantes de las personas con autismo.
Durante la conferencia de prensa donde se presentó esta iniciativa estuvo presente también un representante del Ministerio de Salud (Minsa), entidad que brinda su apoyo y busca fortalecer este tipo de labores.
Sergio Chamochumbi, el Gerente de Operaciones de Open Plaza, enfatiza el compromiso de la compañía con la inclusión y la diversidad en el país. Destaca que esta es la primera vez que una cadena de centros comerciales en Perú adopta una política de este tipo, la cual considera un proceso continuo de aprendizaje y adaptación, esperando que más socios y actores se unan a esta iniciativa inclusiva.
Aumentan casos de autismo en Perú
El aumento de diagnósticos de trastorno del espectro autista (TEA), incluyendo el síndrome de Asperger, ha captado mayor interés y preocupación en el área de la salud mental infantil.
De acuerdo al psiquiatra Dr. Juan Carlos Ocampo Zegarra del Hospital Almenara, esta afección se ha establecido como la causa principal de las consultas en psiquiatría infantil y juvenil, al constituir el 28% de más de 1200 consultas al mes.
Este crecimiento se debe a un incremento en la conciencia y el acceso a información que facilita el reconocimiento de casos anteriormente no identificados. Dentro de esta estadística, el 12% de los diagnósticos son de pacientes con síndrome de Asperger, considerado una manifestación más leve dentro del espectro autista.
“Retrasar la evaluación de estos niños puede complicar los diagnósticos y las comorbilidades”, advierte el Dr. Ocampo, subrayando la importancia de la intervención precoz.
El rol de la comunidad es esencial para garantizar la inclusión y el respaldo a individuos diagnosticados con esta condición, señala. No obstante, persiste una notable falta de conocimiento y estigmatización que impacta adversamente tanto a los afectados como a sus familiares
“Asumir que su niño o un familiar infante tiene Asperger es difícil, ya que aún hay mucho desconocimiento”, aclara el especialista.
Este estigma social afecta no solo la salud emocional de las familias, sino que además puede resultar en demoras en la búsqueda de asistencia profesional.
Un diagnóstico realizado en etapas tardías conlleva consecuencias severas, abarcando una variedad de problemas coexistentes tales como depresión, ansiedad, déficit de atención, dificultades conductuales, problemas de relación y la hiperactividad. Se ha identificado una conexión importante entre el manejo dilatado del síndrome de Asperger y el surgimiento de condiciones más serias, incluyendo la epilepsia.