Hallan cuerpo de niño que murió ahogado en el río Rímac

Un trágico hecho ocurrió este miércoles, 28 de febrero, en el río Rímac, cerca de la base naval del Callao, cuando un niño de 10 años perdió la vida tras ser arrastrado por la corriente.

El menor había ingresado al cauce en un intento por recuperar su pelota, la cual había caído en el agua mientras jugaba río arriba. A pesar de que en un principio el nivel del agua parecía bajo, la fuerza del río lo arrastró hasta un islote, el cual posteriormente quedó sumergida por el aumento del caudal.

La Policía de rescate respondió de inmediato al llamado de emergencia, logrando ubicar al niño en la mencionada isla fluvial. Al encontrarlo, intentaron procedimientos de resucitación en el lugar, pero desafortunadamente, fue demasiado tarde.

Las precipitaciones recientes en las zonas altas de Lima han ocasionado el incremento en el caudal del río que atraviesa ocho distritos de Lima Metropolitana, lo que ha provocado la desaparición de varios islotes que se encontraban en el área hasta la tarde del último miércoles.

Esta situación ha generado alerta entre las autoridades y la población local, quienes observan con preocupación el aumento del nivel del agua.

Pues, en los últimos días, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) ha informado que el caudal del río Rímac ha experimentado un notable incremento, alcanzando los 35.63 metros cúbicos por segundo, lo cual ha resultado en la transición de su estado de alerta de “umbral amarillo” a “umbral naranja”.

Esto quiere decir que podría ocurrir un aumento en el riesgo de las condiciones adversas en las proximidades del afluente, incluyendo la posibilidad de erosión en las márgenes y daños a la infraestructura cercana.

En preparación para la temporada de lluvias, es fundamental que la población implemente medidas preventivas para proteger sus hogares a fin de garantizar la seguridad y bienestar de las poblaciones en áreas vulnerables y reducir significativamente el impacto de las precipitaciones.

Por ello, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) recomienda:

1. Desarrollar de un plan de emergencia familiar y comunitario, junto con la preparación de un kit de emergencia con suministros básicos.
2. Limpiar y realizar el mantenimiento de techos de concreto.
3. Examinar las estructuras más vulnerables, como aquellas con techumbres de calamina, asbesto, madera o plástico, para asegurar su resistencia ante las inclemencias del clima.
4. Para aquellos con viviendas de techo de material noble, asegurar de que estos permanezcan limpios y sin objetos que puedan acumular agua o impedir el desagüe.
5. Revisar las instalaciones eléctricas que podrían verse afectadas por la interacción del agua con sistemas eléctricos expuestos o en mal estado.
6. Colocar barreras como los sacos de arena puede prevenir el ingreso de agua.
7. Coordinar con la comunidad la colocación estratégica de barreras para desviar el curso del agua, especialmente ante la posibilidad de huaicos.
8. Organizar simulacros de evacuación que involucren a familiares, vecinos y miembros de la comunidad. Estos ejercicios ayudan a identificar rutas de evacuación seguras y a fortalecer la respuesta comunitaria ante emergencias.
9. Contar con un kit de emergencia que incluya linterna, radio portátil, baterías, ropa extra, agua y alimentos no perecibles.