El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, invocó este lunes a los residentes de las zonas pobres de Independencia a pintar las fachadas de sus casas para “vivir en lugares bonitos” y “recuperar la autoestima”, mientras inauguraba nueve ‘escaleras solidarias’, el único medio de acceso peatonal en los cerros de este distrito.
“Un favor les pido: pinten sus fachadas, pues, es lo mínimo [...] Tenemos que recuperar la autoestima del peruano, tenemos que vivir en lugares bonitos. Hay que pintar todo, no importa que no esté finalizado el acabado, pero eso cambia la vida, el optimismo, la forma de enfrentar el día [y] la actitud, lo cual es importante”, instó a los residentes de la segunda etapa de Bellavista.
Se trata del asentamiento más alto de Lima Norte y uno de los más golpeados por la pandemia, que dejó unas 1,8 millones de personas en situación de pobreza, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). De hecho, durante la intervención del alcalde, algunas vecinas demandaron a viva voz el acceso al agua potable o la construcción de más muros de contención ante la vulnerabilidad sísmica.
“Este año se vienen 30 escaleras más, lozas deportivas... eso es obra de él [en referencia a la autoridad edil de Independencia, Alfredo Reynaga]. Y un tema que les pido a los voluntarios de Lima, pongamos verde todo esto, tenemos un millón de plantones para llenar Lima de verde. Que esta zona se convierta en un pulmón verde”, replicó el burgomaestre en otro momento de su discurso, que abrió la polémica en las plataformas sociales.
Cristina Quiñones, licenciada en Psicología Social y especialista en ciencias publicitarias, indicó que “pretender que una fachada bonita es calidad de vida”, es como procurar “que un buen maquillaje elimina un alma triste, o un buen empaque revierte un mal producto”. Y agregó: “Las apariencias importan, pero no subliman la importancia de lo esencial: el desarrollo es más que ‘vivir bonito’”.
López Aliaga también criticó la ausencia de la prensa durante la actividad y arremetió nuevamente contras las gestiones anteriores, aunque con mayor rigor hacia la exalcaldesa Susana Villarán (2011-2014), quien enfrenta un pedido fiscal de 29 años de cárcel por presuntamente haber recibido millonarios aportes ilegales de las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS.
“¿Qué obra hizo la Villarán, para empezar? Díganme una, ¿cuándo vino por acá? No puede venir, pues, porque sabe que es delincuente. El compromiso nuestro es por lo menos tener cien escaleras más en estos años [que dure su gestión]. Muros de contención, escaleras y lozas deportivas van de la mano”, insistió.
De igual modo, resaltó su propuesta de someter a consulta popular un eventual proyecto de ley que castigue con cadena perpetua a funcionarios que cometan delitos de corrupción, un anuncio que realizó a mediados de enero frente a la presidenta Dina Boluarte y el premier Alberto Otárola.
“Toda persona que agarre plata del Estado debe irse a la cárcel de por vida, pero para eso necesito 70 mil firmas. Eso debemos hacerlo rápido. Tenemos que obligar al Congreso a publicar una ley como Singapur, donde la corrupción es cero. [...] El Perú no va a avanzar si no solucionamos estos temas con estos mecanismos. El otro tema es la reestructuración del Poder Judicial”, añadió.
‘Plan maceta’
En septiembre del año pasado, López Aliaga lanzó una estrategia, el ‘Plan maceta’, para “espantar a la delincuencia” a través de colocación de estos recipientes en los espacios limeños. “Las macetas son para [brindar] belleza. Hay un montón de libros de cómo la belleza espanta a la delincuencia. Hay un efecto psicológico. Si hay belleza, el choro se va para otro lado. La belleza ahuyenta a los choros”, dijo, sin ahondar en detalles.
“Me han criticado por decir esto, pero lo reitero. Lean un poquito más, ¿ya? Oriéntense, miren cómo funciona el mundo, cómo funciona el ser humano”, zanjó. La ola delictiva, sin embargo, no se ha detenido. De los 120 crímenes y homicidios ocurridos en lo que va del 2024, 99 se produjeron en enero y otros 22 casos en febrero.
Si bien Lima y La Libertad son las regiones a los que se asocia mayor criminalidad, Ica se ubica en el segundo lugar este año. Esta misma región, durante el 2023, registró 110 asesinatos, de los cuales 60 ocurrieron en Pisco.