Apunta a la NASA: Joven peruano de 17 años ingresó a cinco universidades y ya publicó dos libros

Resiliencia, pasión y dedicación son las palabras que describen el ascenso meteórico de Santiago José Maza Mangarre, un joven peruano de 17 años que ya publicó dos libros, ingresó a cinco de las más prestigiosas universidades del país con notable puntaje y se prepara para dar el salto a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, mejor conocida como la NASA por sus siglas en inglés.

El camino que transitó Santiago no fue fácil, y lo que le falta por recorrer sabe que tampoco lo será, pero siempre recibió el apoyo de sus familiares, amigos y profesores para sortear los problemas que le iban apareciendo en los libros y la vida misma.

Su punto de quiebre fue a los 12 años. A esa edad, mientras sus compañeros se dividían entre jugar, ver series animadas o experimentar sus primeros idilios, él descubrió dos cosas: su amor por las matemáticas y la imperiosa necesidad de impulsar sus conocimientos en ciencias.

Gracias a las enseñanzas de todo su entorno, el joven estudiante comprendió que la complejidad de las fórmulas matemáticas no iban a ser un impedimento para lograr completar los avanzados estudios que tenía planeado emprender y, mucho menos, para frenar sus sueños y anhelos.

Maza Mangarre publicó su primer libro en el año 2022. Se tituló ‘Demostraciones Matemáticas’ debido a que en su interior materializó los conocimientos que poseía por ese entonces.

De acuerdo a la Agencia Andina, lo hizo en honor a su difunta madre. De esta manera encontró consuelo y esperanza en medio de la oscuridad que significó el perder a un ser querido a temprana edad. Su ópera prima puede ser adquirida a través de Amazon.

Su segundo libro se llamó ‘Manual de estudio’. En él ofrece estrategias para optimizar el aprendizaje y comparte valiosos consejos para tener una perspectiva distinta sobre cómo lograr estudiar de manera efectiva sin importar el entorno en que te encuentres.

Santiago José no solo utilizó su talento para publicar libros, sino que también lo enfocó en ingresar a varias universidades en el Perú, dejando una huella imborrable en el cómputo general de todos los exámenes de ingreso que realizó.

En la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) obtuvo el más alto puntaje en la historia de la institución al totalizar 918.8 puntos. Además, obtuvo los primeros lugares en la Universidad Nacional Agraria La Molina. la Universidad Nacional de Ingeniería, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Nacional del Callao.

Uno de los sueños que le quedan aún por cumplir al prodigioso peruano es convertirse en ingeniero aeroespacial del Massachusetts Institute of Technology (MIT), ubicado en Estados Unidos, para luego dar el gran salto a la NASA.

Allí, a Santiago le gustaría crear su propia inteligencia artificial, la cual impulse el aprendizaje continuo. Asimismo, está interesado en desarrollar tecnologías innovadoras para viajes espaciales sin combustible.

Para conseguir su próxima meta, el joven se encuentra en la fase final para obtener la Beca Cometa. Mientras eso ocurre, ha optado por inscribirse en la organización Global Guided Research Program, en donde aprenderá computación cuántica en busca de publicar un artículo científico.

“Uno puede tener épocas no tan buenas, pero lo importante es que te guste lo que estás haciendo. Concentrarse en aprender es la clave, y los resultados serán la consecuencia de tu gusto por aprender”, culminó.

Otra ejemplo de éxito estudiantil se dio a conocer hace unos días. Se trata de Yuliveth Jardín Goitia (18), la única venezolana que ingresó a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

Ella tuvo que ganarse un lugar entre más de 5.500 postulantes que buscaban una vacante para las 30 carreras que ofrece la casa de estudios a través de once facultades.

Yuliveth Jardín Goitia, para poder pagarse la academia de estudios, trabajó durante más de dos años como mesera. Esta es la segunda vez que intenta conseguir un cupo en la UNI. En agosto pasado, postuló por primera vez, aunque no obtuvo el puntaje necesario.

“Empecé a estudiar de nuevo hasta ahora, que he conseguido la vacante. Obviamente, la UNI es una universidad de prestigio, eso a cualquiera le queda claro. Siempre estudiaba en la biblioteca [de la academia] desde las 8.00 a. m. hasta las 9.00 p. m. Quiero decir que con mucha disciplina, no hay sueño que no se pueda cumplir”, remarcó.