Desde el 21 de febrero, el desbordamiento de los ríos Acre y Yaverija por las intensas lluvias está causando inundaciones severas en Iñapari —la ciudad fronteriza que atraviesa la Amazonía peruana—, en Madre de Dios.
Hoy, la capital de la provincia madrediosense de Tahuamanu se encuentra bajo 1.20 metros de agua, lo que ha provocado que viviendas, edificios, entidades públicas, colegios y otras infraestructuras queden gravemente afectadas.
De acuerdo al periodista Manuel Calloquispe, quien vive hace años en la región amazónica, en este momento, dentro del conjunto de instalaciones críticas en Iñapari están el Banco de la Nación, el Juzgado Mixto de la Corte Superior de Justicia y el Puesto de Control y Vigilancia Fronteriza de la Policía.
También, la Subprefectura y la Municipalidad Provincial. Además, la situación ha llevado al colapso del único Puesto de Salud en el distrito, cuya población supera los 3.000 habitantes.
Alertan sobre impactos nunca antes vistos
De acuerdo a Abraham Cardozo Muñozully, exalcalde de Tahuamanu, los ríos Acre y Yaverija están experimentando incrementos nunca antes vistos en sus niveles de agua.
Pues, afirma que no existe información de años pasados que demuestren los impactos que hoy se ven a causa de las precipitaciones en la zona.
Bajo ese contexto, Muñozully recuerda que la construcción del Puente de Integración en el lugar en enero de 2006 marcó un antes y un después en la historia de estos desbordes, puesto que, antes de su edificación, los desbordes no se presentaban.
Sin embargo, a partir de los años 2012 y 2015, la población de Iñapari comenzó a ser testigo de las primeras inundaciones, que, según expertos, podrían responder a la alteración del curso natural de los ríos por la construcción de la vía de transporte.
¿Cuáles son los daños y perdidas?
El periodista local Manuel Calloquispe ha informado a los medios de comunicación que las lluvias recientes están impactando principalmente las zonas bajas y áreas antiguas de la ciudad fronteriza.
En esa línea, detalla que, hasta el momento, se registran alrededor de 500 viviendas afectadas y 800 personas desplazadas, pero no se han reportado víctimas fatales.
También, la comunidad nativa de Bélgica, del pueblo originario Yine, situada en la orilla derecha del río Acre, a unos 30 minutos de la localidad de Iñapari, enfrenta una situación de alto riesgo.
Por otro lado, la Carretera Interoceánica ha sufrido importantes daños debido a las crecidas, presentando riesgos para el tránsito de vehículos pesados y comprometiendo la estabilidad de varios puentes, como el del río Tahuamanu, cuyo nivel de agua ha alcanzado alturas críticas en los últimos días.
Además, se está presentando la paralización de los negocios locales, que podría extenderse por al menos dos semanas, y se reportan perdidas de cultivos agrícolas y daños a plantaciones forestales.
Se suma ayuda desde Puerto Maldonado
A pesar de las dificultades y barreras en cuanto a recursos para mitigar los efectos de las inundaciones en Iñapari, por el momento, las autoridades regionales y locales han comenzado a brindar recursos básicos a las familias desplazadas y rehabilitar las áreas afectadas en el corto plazo.
En esa línea, se ha establecido un albergue temporal en el parque Bernardo Cardozo, donde 62 familias vienen recibiendo asistencia integral.
Además, se está garantizando la distribución de agua mediante cisternas procedentes de Puerto Maldonado y la entrega de alimentos a través de ollas comunes, así como en otros albergues y a la comunidad nativa de Bélgica.
Aún evalúan declarar en emergencia Iñapari
Según informó César Sierra, director de respuesta del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), en conversación con RPP, las autoridades aún están evaluando declarar el estado de emergencia en la zona debido a los daños materiales registrados.
Mientras tanto, la Unidad Militar de Asentamiento Rural N° 4 del Ejército del Perú se ha encargado de repartir desayunos a los damnificados.
También se ha coordinado el suministro de agua potable mediante cisternas enviadas por Emapat, y la Dirección Regional de Salud de Madre de Dios (Diresa) ha activado planes de contingencia para asegurar la atención médica, incluso trasladando equipos a la institución educativa Helena Bertha para seguir brindando servicios de salud.
Además, se han instalado albergues temporales y continuado con la distribución de ayudas por parte de Cáritas y el Gobierno regional.
Continuarán lluvias fuertes
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha pronosticado que las lluvias en Madre de Dios no cesarán, elevando su categoría de moderadas a fuertes.
Esta advertencia llega tras confirmarse el desbordamiento del río Madre de Dios, cuyas consecuencias ya se hacen sentir en el distrito de Laberinto y áreas aledañas como La Cachuela, Rompeolas, Otilia y Boca Colorado. Además, las comunidades cercanas a los márgenes del río Inambari también se encuentran en riesgo.