El sol salió de noche el último sábado 24 de febrero en un acontecimiento único. No por un inusual fenómeno climático, claro está, sino por la poderosa presencia de Luis Miguel en Perú para llevar a cabo su esperado concierto denominado ‘Luis Miguel Tour 2024′ en un abarrotado estadio Nacional que reunió a fanáticos de todas las edades. Se podía presenciar a adolescentes acompañados de sus novias (os) esperando que el ‘Sol de México’ entonara alguna canción romántica que representara el amor -ese metal del amor-. También apreciábamos a adultos maduros que buscaban rememorar aquellas épocas juveniles que no volverán o a señores que atravesaban la tercera edad, pero estaban dispuestos a dar un recuento de sus años mozos con los boleros remasterizados del protagonista más esperado de la jornada.
El fascinante repaso musical -que incluyó temas clásicos de sus inicios en interpretaciones genuinas o en popurrí movidos- fue de las mil maravillas. Luis Miguel no sólo regaló hits de culto, sino también un auténtico espectáculo que puso en pie a las más de 45mil almas que se dieron cita al principal escenario deportivo del país. Sin exagerar se puede decir que el nivel estuvo a la altura de un partido de selección nacional, con la diferencia que no hubo deportistas ni balón, sino un cantante y micrófono que deleitó con magníficas músicas a una multitud expectante repartida en las graderías y el gramado.
Como todo galán de época, el artista romántico más valorado de los últimos tiempos en Hispanoamérica no decepcionó y llegó temprano a su cita. Cerca a las 20:30 horas salió al escenario acompañado de un mágico juego de imágenes que repasaba su trayectoria musical mientras el público, en un verdadero modo frenético, estaba fuera de sí emitiendo alaridos que escapaban del coloso de José Díaz. Así pues, Luis Miguel emergió en el corazón del plató al tiempo que la imagen de un sol resplandeciente acompañaba su ingreso en una clara demostración de que ‘Sol de México’ ya estaba entre nosotros.
Encorbatado a más no poder con un terno clásico e impoluto que resaltaba su clase y madurez nada desdeñable, ‘LuisMi’ arrancó su espectacular presentación con el clásico tema ‘Será que no me amas’ comenzando a mover a sus emocionados fanáticos que luego entraron a la etapa sentimental con las memorables canciones ‘Amor, Amor, Amor’ y ‘Suave’. En ese mismo curso, llegó el primer momento cumbre cuando Luis Miguel interpretó ‘Culpable o no’ generando que todos los presentes manifiesten su lado más sensible esperando que les mientan con un beso que parezca de amor.
El tour de ‘Micky’, llamado así por sus padres Luis Rey y Marcela Basteri, abarcó asimismo los temas ‘Hasta que me olvides’, ‘Por debajo de la mesa’, ‘No se tú’, pasando por duetos clásicos logrados gracias a la tecnología (más IA) junto a los desaparecidos Michael Jackson y Frank Sinatra con ‘Sonríe’ y ‘Come Fly With Me’ hasta agitar nuevamente a los espectadores con ‘Oro de ley’, ‘Fría como el viento’, ‘Tengo todo excepto a ti’ y ‘Entrégate’.
Cada canción era más disfrutada y entonada que la otra toda vez que bien valía como un coro adicional mientras un brillante dron sobrevolaba el estadio a fin de registrar la locura originada por Luis Miguel, que dio el último remezón musical trayendo la cultura de México con los emblemáticos temas ‘La fiesta del mariachi’, ‘La bikina’ y ‘La media vuelta’.
El adiós del queridísimo Luis Miguel llegó al borde de las 22:00 horas cuando echó vista atrás interpretando las icónicas ‘No me puedes dejar así’, ‘Palabra de honor’, ‘La incondicional’, ‘Ahora te puedes marchar’, ‘La chica del bikini azul’, ‘Isabel’ y ‘Cuando calienta el sol’. No es curioso que haya cerrado con ese tema, porque, honestamente, nos calentó a todos como el mismo verano infernal que estamos viviendo. Aunque la diferencia es que en esta condición sí fuimos felices. Calidez, romanticismo y magia para un Perú que siempre estará dispuesto a acudir al llamado de su ídolo mexicano.