Iñapari, la última ciudad fronteriza que conecta Perú con Brasil a través del Puente de la Integración, en Madre de Dios, ha quedado sumergida desde hace cuatro días, debido al desborde de los ríos Acre y Yaverija, cuyos caudales se dispararon ante las intensas lluvias.
Según un despacho de Inforegión, el nivel del agua ha llegado hasta casi un metro y medio de altura, y produjo el colapso de las oficinas del municipio local, el Juzgado Mixto de la Corte Superior de Justicia, el Puesto de Control y Vigilancia Fronteriza de la Policía Nacional (PNP) y el único establecimiento médico del lugar.
“Son 36 manzanas afectadas, un total de 560 viviendas y un número de afectados de 2800 personas, entre los que han sido evacuados a los albergues y los que se han trasladado a las zonas altas a viviendas de sus familiares o amigos”, detalló a RPP el gerente general del gobierno regional de Madre de Dios, Enrique Muñoz.
“Hemos movilizado maquinaria [...], trasladado el centro de salud a un lugar seguro y dispuesto un bote para poder contribuir con la evacuación. [...] Hasta ahora, la municipalidad no ha tenido la capacidad para hacer los registros correspondientes, por eso no tenemos una evaluación certera para calcular la necesidad. Todavía no se están haciendo actividades de rehabilitación hasta que se pueda estabilizar el nivel del río”, agregó.
La comunidad nativa de Bélgica, ubicada al margen derecho del río Acre, se encuentra “en situación de aislamiento”, según un reporte enviado por el Gobierno Regional a Infobae Perú. Sus viviendas, sus cultivos agrícolas y plantaciones forestales han quedado inundadas por completo.
El desborde también afectó la Carretera Interoceánica, cuyos puentes están en riesgo, de acuerdo con la concesionaria IIRSA sur del tramo I y II, que la construyó. El exalcalde Abraham Cardozo señaló a Inforegión que los ríos Acre y Yaverija crecieron “sin precedentes”, por lo que invocó al Ejecutivo a atender la emergencia con celeridad.
El legislador Eduardo Salhuana, vocero de Alianza para el Progreso (APP) y representante de Madre de Dios, se sumó al petitorio en una carta remitida al jefe del Gabinete, Alberto Otárola. “Estamos esperando la respuesta. Obviamente, tenemos que recurrir a los medios de comunicación porque [...] se necesita el apoyo del Estado en momentos críticos”, dijo en RPP.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha pronosticado por el momento que las lluvias continuarán de moderada a fuerte intensidad. En tanto, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) evalúa declarar en emergencia este paso fronterizo que ya ha vivido otras crisis climáticas y humanitarias.
Desde 2010, tras el terremoto que sepultó a Haití, Iñapari devino en un paso migratorio importante para los ciudadanos del país centroamericano: su tránsito hacia Sudamérica generó una consolidada red de traficantes que operó en tres países —Ecuador, Perú y Brasil— y que se embolsó miles de dólares a causa de la desgracia.
El 2013 fue el año más violento para los haitianos desplazados por esa catástrofe, una de las más devastadoras en la historia de la humanidad. Entonces, esta ciudad amazónica devino en un epicentro de violaciones de derechos y desapariciones contra migrantes, según una investigación del periodista Manuel Calloquispe, quien fue amenazado y amedrentado. Los ilícitos también involucran a la institución policial.
Más de una década después, nada indica que la mafia haya desaparecido. “Son episodios que ayudan a entender la tragedia actual y cómo la impunidad puede convertirse en cotidiano: algo que todos saben que pasa, pero deciden guardar silencio”, dijo el reportero a La República para un informe elaborado con apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).