La selva amazónica del Perú alberga una riqueza extraordinaria de vida salvaje, donde convivir con animales asombrosos se convierte en una experiencia única. Entre las inmensas variedades de flora y fauna que la zona de la selva ofrece, destaca un verdadero gigante de las aguas fluviales: el paiche, conocido científicamente como Arapaima gigas. Esta especie es una de las más importantes para el ecosistema amazónico del país.
En el año 2022, más de 1,200 toneladas de esta especie provenientes de aguas continentales y más de 80 toneladas métricas de cultivos acuícolas se comercializaron, según datos del Ministerio de la Producción (Produce). Sin embargo, este aparente éxito económico se enfrenta a una realidad compleja: la brecha entre los recursos naturales y el desarrollo humano sigue siendo una constante en el país.
El paiche, con su imponente presencia que puede tener más de tres metros de largo y 250 kilogramos en aguas peruanas, aunque la especie puede superar los cinco metros y tener un peso de 600 kilos, es un símbolo de la exuberancia amazónica. Investigaciones en curso indican sobre el potencial de esta especie para la producción acuícola, lo que podría ser una clave para el desarrollo sostenible en la región.
Este coloso de las aguas tropicales se desplaza por los ríos y lagos amazónicos, saliendo a la superficie para respirar en intervalos regulares, de entre 15 y 20 minutos, aunque puede permanecer sumergido hasta 40 minutos si se ve amenazado. Su dieta, compuesta principalmente por peces, crustáceos, plantas e insectos, revela su papel crucial en el equilibrio del ecosistema acuático.
Pero el paiche no solo es vital para la biodiversidad de la Amazonia, sino también para la salud humana. Su carne es una fuente rica en proteínas, minerales y ácidos grasos esenciales como Omega 3, 6 y 9, que contribuyen a prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. Además, su consumo es de fácil digestión y su preparación accesible para todos los públicos.
Una especie en peligro de extinción
Sin embargo, esta especie emblemática enfrenta una amenaza latente: la sobrepesca. A pesar de figurar como una especie con Datos Insuficientes en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), estudios sugieren que la presión pesquera podría poner en riesgo su supervivencia a largo plazo.
La historia reciente del paiche es reveladora, en la década de 1960, tras dos siglos de explotación intensiva, su población se vio diezmada, y para la década de 1970, estuvo al borde de la extinción comercial en las principales ciudades amazónicas.
El paiche se encuentra en veda
Ante esta cruda realidad, se implementó medidas de conservación como la veda, que busca proteger su período de reproducción natural y garantizar el crecimiento de las poblaciones. Durante estos meses críticos, se prohíbe la venta, pesca, transporte, procesamiento y consumo del paiche en la Amazonía peruana, una medida necesaria para su supervivencia, según la Resolución Ministerial Nº 215-2001-PE.
La temporada de veda del paiche en ríos y lagos de la Amazonía peruana se inició el 1 de octubre de este año y terminará el 28 de febrero de 2024.
Además de la veda, es fundamental promover prácticas de pesca sostenible, fomentar el consumo de este pez de cultivo como alternativa a la pesca silvestre y conservar los hábitats amenazados por la deforestación y el cambio climático. El trabajo conjunto entre autoridades, comunidades locales y sociedad civil se presenta como la clave para garantizar un futuro próspero tanto para el paiche como para la biodiversidad amazónica.
¿Dónde se encuentra el paiche?
Esta especie tiene su hogar en una extensa área que abarca desde Guyana hasta Bahía, en Brasil. En el Perú, sus poblaciones se concentran en las cuencas bajas de ríos como el Napo, Putumayo y Marañón, destacando su presencia en la Reserva Nacional Pacaya-Samiria.
Su hábitat predilecto son las cochas y los ríos de corriente suave, especialmente aquellos de aguas oscuras, donde las orillas densas de hierbas, como el gramalote, ofrecen el refugio perfecto. A pesar de las condiciones desafiantes, caracterizadas por bajos niveles de oxígeno y elevada temperatura, el paiche demuestra una adaptación excepcional, gracias a su peculiar sistema de respiración dual.