El Hospital de Ventanilla, que presta servicios a más de 500 mil personas de los distritos de Ventanilla y Mi Perú, se encuentra sumido en una situación crítica que compromete la calidad de la asistencia médica ofrecida a sus pacientes. Deficiencias en infraestructura, equipamiento deteriorado, falta de higiene adecuada, y la carencia de un ambiente propicio para la conservación de la salud, son algunos de los graves problemas identificados.
Ante este escenario, la Defensoría del Pueblo del Callao instó a la dirección del nosocomio a emprender de forma urgente las gestiones administrativas pertinentes para mejorar las condiciones de atención al público. Este llamado se produce tras una supervisión exhaustiva que reveló las carencias que afectan directamente a los usuarios.
Durante la inspección, el personal de la Defensoría constató que la atención en varios consultorios externos se lleva a cabo en módulos prefabricados, en uso desde 2013 y en avanzado estado de deterioro. Estas estructuras acumulan calor y carecen de ventilación adecuada, los cuales generan condiciones insalubres para pacientes y personal médico.
Además, problemas de accesibilidad se hacen evidentes en rampas a desnivel, un riesgo adicional que no cumple con las necesidades de personas con discapacidad. La cercanía de estos módulos a contenedores de residuos sólidos, por donde se trasladan desechos peligrosos, agrava la situación.
En particular, el consultorio de Ginecología ha llamado la atención por no disponer de un servicio higiénico propio ni de un espacio adecuado que garantice la privacidad y dignidad de las pacientes. La revisión del mortuorio reveló una falta de sistema de refrigeración, lo que expone al hospital a riesgos sanitarios debido a la posible descomposición de cuerpos, situación agravada por las altas temperaturas de la zona. La presencia de camillas oxidadas y lavamanos con moho evidencia la urgencia de renovación y mantenimiento.
Visita a la sala de mamografía
Panorama reveló un reportaje el último domingo que generó revuelo. El ministro de Salud, César Vásquez, enfrenta críticas tras revelarse que la sala de mamografía del Hospital de Ventanilla, inaugurada hace un mes para la prevención y control del cáncer, aún no está en funcionamiento.
En presencia de las autoridades, se presentaron equipos de última generación destinados a beneficiar a los pacientes; sin embargo, hasta la fecha, los usuarios no pueden acceder a los servicios de despistaje debido a la falta de licenciamiento.
Este incidente se suma a reportes sobre otros 29 mamógrafos entregados durante la gestión de Vásquez que también estarían fuera de operación, según declaraciones del director general de Operaciones en Salud, Luis Quiroz Avilés. En el exterior del hospital, se promociona la disponibilidad de este aparato para más de 12 mil personas, lo que genera expectativas no cumplidas entre los pacientes que buscan servicios de diagnóstico.
En ese contexto, la Oficina Defensorial del Callao constató que la sala de mamografía del Hospital de Ventanilla todavía no está operativa. El director del nosocomio explicó que el retraso se debe a suspensión temporaria por observaciones del Órgano de Control Interno del Ministerio de Salud, por lo que reanudaría servicios el 26 de febrero.
Se recomendó al hospital comunicar el cronograma de citas una vez operativa la sala para prevenir aglomeraciones, lo que asegura el seguimiento de estas acciones para proteger el derecho a la salud.
¿Cuál es la importancia del mamógrafo?
Es un equipo médico esencial en la detección temprana y diagnóstico del cáncer de mama. Su importancia radica en su capacidad para realizar mamografías, un tipo de radiografía específica para el tejido mamario, que permite identificar anomalías como tumores o microcalcificaciones antes de que sean palpables o presenten síntomas.