El dengue continúa extendiéndose por Perú, dejando importantes secuelas en la población. Recientemente, Casma, ubicada en el departamento de Áncash, ha sido identificada como una de las zonas más afectadas, concentrando el 60% de los casos reportados a nivel nacional. La situación se agravó con el reporte del deceso de una niña de 18 meses, elevando a seis el número de víctimas mortales debido a esta enfermedad.
Según detalló Exitosa Noticias, la pequeña falleció luego de permanecer internada durante tres días debido a un cuadro de fiebre.
La problemática del dengue en Casma se ha intensificado justo antes de la visita del ministro de Salud, César Vásquez Sánchez, a la ciudad. En el contexto de una creciente preocupación, la infraestructura sanitaria se encuentra desbordada, reflejando la incapacidad del hospital, edificado tras el terremoto de 2007, para gestionar el actual volumen de casos, que asciende a 1030 confirmados.
Vecinos de distintas zonas, como el distrito de Buenavista, han expresado su malestar ante la falta de acciones preventivas, tales como la fumigación, necesarias para combatir la propagación del virus.
En respuesta a la urgencia de la situación, 11 médicos fueron enviados desde Lima para reforzar el equipo de atención médica en Casma. Sin embargo, el desafío no se limita a esta ciudad. La región de Tumbes también se encuentra en estado de alerta, evidenciando un incremento sustancial en el número de infectados, con más de 800 casos reportados.
Las lluvias intensas en la zona han facilitado la reproducción del mosquito Aedes aegypti, vector del virus del dengue. Ante este escenario, Ricardo Gamboa, médico epidemiólogo de la Dirección Regional de Salud de Tumbes, ha anunciado un crecimiento promedio del 40% semanal en el número de casos, lo cual suscita una alarma entre las autoridades sanitarias.
Casma registra el 60% de casos registrados en Áncash
Áncash enfrenta un incremento significativo en los casos de dengue, concentrando el 60% de los afectados en esta región del norte de Perú, según ha indicado Luis Valverde Cueva, director regional de Salud de Áncash, a la agencia Andina. A medida que el número de casos aumenta, las autoridades intensifican las acciones de control larvario y fumigación para combatir la reproducción del mosquito portador de esta enfermedad. Este esfuerzo se topa con desafíos significativos, especialmente en la provincia de Casma, donde las condiciones climáticas y geográficas favorecen la propagación del dengue.
Luis Valverde Cueva remarcó que “lamentablemente debido a las condiciones climatológicas y geográficas de Casma, se ha generado que este incremento de casos sea significativo y concentre el 65%”. Esta situación se ve agravada por la baja cobertura de control larvario en las viviendas de la zona. A pesar de las intervenciones planificadas en 10,000 hogares, las brigadas de salud solo han podido actuar en alrededor de la mitad de estas, dado que muchas familias se resisten al ingreso de los equipos de fumigación en sus domicilios.
La resistencia de las comunidades a permitir el acceso a las brigadas de salud es uno de los principales obstáculos para la eficacia de las medidas preventivas. “Hasta el momento se tienen mapeadas 10 mil viviendas, pero la cobertura solo alcanza para intervenir unas 5 mil viviendas”, explicó Valverde Cueva. El rechazo al ingreso de las brigadas, tanto para el control larvario como para la fumigación, limita significativamente la capacidad de respuesta ante el avance del dengue.
En este contexto, las autoridades de salud continúan realizando un llamado a la población para que colaboren con las medidas de prevención y control. La fumigación y el control larvario son esenciales para eliminar los criaderos del mosquito Aedes aegypti, vector del dengue. Estas acciones, junto con la vacunación oportuna, constituyen el núcleo de la estrategia para frenar la propagación de esta enfermedad potencialmente mortal.
La situación en Áncash refleja la importancia de una respuesta coordinada y la cooperación de la comunidad para combatir el dengue.