La refinería La Pampilla, subsidiaria de la filial peruana de Repsol, ha presentado una demanda contra la sociedad propietaria del buque Mare Doricum, la empresa Fratelli D’Amico Aamtori, a la que culpa del derrame de petróleo ocurrido en Ventanilla, a 20 kilómetros al norte de Lima, en 2022, que ocasionó la contaminación de gran parte del litoral peruano, y perjudico a decenas de familias.
Añadido a esto, Repsol solicita una indemnización de US$ 197,5 millones de dólares por este suceso trágico, donde hasta el momento, Repsol era indicado como el principal culpable —el informe final de la Comisión de Pueblos Andinos lo determinó así—. Sin embargo, la multinacional española ha señalado como culpable a la empresa italiana.
Repsol demandó a la sociedad Fratelli D’Amico Armatori por derrame
Según explico Repsol en su último informe financiero anual, la demanda fue presentada el pasado 12 de enero en un juzgado peruano, y se dirige contra la sociedad italiana Fratelli D’Amico Armatori, dueña del buque Mare Doricum, de donde se cayeron los barriles de crudo hacia el mar en Ventanilla. La razón de la demanda fue señalada como “inejecución de obligaciones y responsabilidad extracontractual”.
La multinacional española sosttuvo que “todas las pruebas periciales” evidencian que el movimiento “descontrolado e indebido del buque y su desplazamiento de la posición prevista para una descarga segura” causaron la rotura de la instalación submarina de la terminal número dos de la refinería y, con ello, el derrame del crudo al mar.
Así, la responsabilidad del proceso de amarre y su seguridad y operación sería “del capitán y, en consecuencia, de su empleador, Fratelli D’Amico, no sólo según legislación peruana sino también legislación marítima internacional”, según argumentó en el documento Repsol.
De igual manera, la empresa declara que a pesar de ello, “(La Pampilla) ha soportado en solitario todos los gastos correspondientes a la remediación del litoral y de compensación a los afectados por el derrame (más de US$ 300 millones), además de importantes daños propios”.
Por ello, la refinería reclamará “íntegramente” la responsabilidad de la propietaria del buque, ejerciendo “cuantas acciones correspondan”. Por su parte, sin embargo, Fratelli D’Amico ya ha presentado una solicitud de conciliación extrajudicial —requisito previo a la interposición de una demanda conforme a la ley peruana— en la que pide a La Pampilla casi US$ 45 millones de euros por supuestos daños a consecuencia del derrame.
¿Qué paso el 15 de enero de 2022 en Ventanilla?
El 15 de enero de 2022, cuando el Mare Doricum descargaba hidrocarburo de esta la refinería La Pampilla, situada en el municipio de Ventanilla, se filtraron más de 10 mil barriles de petróleo al mar. A raíz de esta fuga, que Naciones Unidas calificó como “el peor desastre ecológico en la historia del país”, el litoral peruano recibió unos 10 mil 396 barriles de crudo, según los datos de Repsol, mientras que las autoridades del país apuntaron que fueron 11 mil900.
Hasta hace un mes, Repsol había destinado más de S/1 mil millones —alrededor de US$ 263 millones— para las tareas de limpieza, reparación y compensaciones. Asimismo, el 98% de los afectados identificados por el Gobierno peruano habría ya cobrado sus compensaciones totales.
Sin embargo, aún sigue abierta la vía legal que inició el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual de Perú (Indecopi) con una demanda por daños y perjuicios contra Repsol, Refinería La Pampilla, Repsol Comercial, la aseguradora Mapfre, la naviera Fratelli D’Amico y Transtotal Marítima, como operadores del buque.
En esta se solicitaba una compensación de S/4 mil 500 millones por las siguientes responsabilidades: S/ 3 mil millones en daños directos y S/1 mil 500 millones por perjuicios morales que habrían sufrido los consumidores, usuarios y terceros afectados.
Sin embargo, Repsol afirma que esta demanda “aún no ha sido notificada” ni a la matriz, ni a Mapfre España o a los armadores en Italia. Pero, recientemente, tanto la refinería como Repsol y su filial peruana recibieron la notificación de un juzgado de los Países Bajos por una demanda de la organización Stichting Environment and Fundamental Rights, en nombre de 35 mil supuestos perjudicados, por unos daños estimados al menos U$ 1 mil 270 millones