El ministro de Salud, César Vásquez Sánchez, ha reconocido un aumento exponencial en los casos de dengue en Áncash, específicamente en la provincia de Casma, donde se han reportado cinco muertes debido a esta enfermedad. En la actualidad, Áncash cuenta con 2,215 casos confirmados de dengue, de los cuales 900 pertenecen a Casma, ubicándolo como el área con la mayor incidencia en toda la región.
Debido a la grave situación en Casma, el ministro Vásquez Sánchez ha mencionado que se está considerando la posibilidad de declarar un estado de emergencia sanitaria en la provincia.
Esto permitiría una asignación presupuestaria adicional para los municipios, con el fin de fortalecer las acciones de control larvario y la identificación y eliminación de criaderos del mosquito transmisor. Se espera que la declaratoria de emergencia sanitaria se formalice en un plazo de 15 a 20 días.
Además, durante una visita a Casma, el ministro hizo un llamado a la población para que permita el ingreso de brigadas de fumigación a sus domicilios.
Según sus palabras, existe una “alta resistencia” de los habitantes de Áncash a abrir sus puertas a los equipos de fumigación, lo que podría entorpecer los esfuerzos para controlar la expansión del dengue.
La epidemia de dengue en el 2024 ha alcanzado niveles alarmantes, superando en un 98% los casos registrados en comparación con el año anterior. Hasta la semana epidemiológica 07, se han confirmado 24,981 casos y 28 muertes a causa de esta enfermedad, un aumento significativo desde los 18,001 casos y 21 fallecimientos reportados hasta la semana 06.
¿Sirve la estrategia de fumigación para prevenir más casos de dengue?
El presidente de la Sociedad Peruana de Enfermedades Infecciosas y Tropicales, Juan Celis, afirmó, en diálogo con Salud con Lupa, que la fumigación masiva, efectuada tres veces por semana para combatir el dengue, tiene un impacto modesto en la reducción de mosquitos adultos, estimado entre el 20% y el 30%.
Este método, aunque utilizado, representa una inversión considerable sin alcanzar una solución definitiva para el problema.
Las estrategias de prevención deben enfocarse, en cambio, en el control de los vectores antes del período de lluvias, momento en el que los mosquitos se reproducen con mayor velocidad.
Una táctica eficaz en la lucha contra la propagación del dengue es la eliminación de las larvas de mosquitos, que se encuentran en agua estancada de objetos como floreros y tanques. En regiones como Loreto, se acostumbra contratar personal para inspeccionar las viviendas, identificar los sitios de acumulación de agua y aplicar abatizadores, sustancias destinadas a erradicar las larvas, señala Celis.
Aunque algunas regiones podrían tener el presupuesto necesario para estas operaciones de prevención, tienden a reaccionar incrementando las medidas solo cuando se ve un aumento en los casos de dengue, según el especialista.
Es vital realizar el control de vectores de manera proactiva, asegurándose de que las medidas preventivas se tomen antes de que el clima facilite un crecimiento exponencial en las poblaciones de mosquitos. La fumigación, aunque parte del conjunto de herramientas disponibles, debe ser vista como una medida adicional, no como la principal estrategia de lucha contra el dengue.