¿Cuántos dichos conocemos? ¿Cuáles usamos a diario? No falta nunca quien suelte alguna frase o refrán popular como ‘al que madruga dios le ayuda’ o ‘nadie sabe para quién trabaja’, entre otras que siempre traen consigo un pequeño consejo o sabiduría para diferentes momentos de la vida.
Lo cierto es que, como estos, también hay otras frases muy comunes, pero que tienen un lugar en nuestra historia y hasta nos hablan del legado cultural peruano que nos acompaña hasta hoy y que ha forjado la nación en que nos hemos convertido.
Este es el caso del dicho ‘el que no tiene de inga, tiene de mandinga’. Hoy, tal vez no sea tan popular como lo fue en antaño, pero es casi seguro que muchos peruanos lo han escuchado sin saber su valioso significado.
¿Qué significa ‘el que no tiene de inga tiene de mandinga’?
Hoy en día es más fácil decir que el Perú es un país ‘de todas las sangres’. Una frase que encierra mucha verdad, ya que una vez llegada la conquista y con ella el periodo colonial, nuestra joven nación entró en un proceso de mestizaje que marcó una nueva identidad y sentó las bases para el país en que nos hemos convertido.
Hoy en día es muy difícil saber con exactitud el origen de una persona, pero en aquellos días hubo una organización sentada sobre la distinción socio racial que se mantuvo durante más de tres siglos y que, a todas luces, tenía escrito en mayúsculas la palabra discriminación.
En este contexto, la frase en mención hace referencia a este ‘cruce’ entre negros, blancos, indios y asiáticos que se dio casi de forma natural y convirtió al país en un lugar ‘de todas las sangres’. El que no tiene de negro, tiene de indio, dirían algunos, dándole un sentido más claro a esta antigua expresión.
¿De dónde nació la frase?
Hay más de una investigación que busca develar el origen de esta expresión popular. La mayoría de estas le dan la autoría al Ricardo Palma, sin embargo, otros no se aventuran a dar nombres ya que se considera que no hay registros que lo prueben, y más bien se cree que se le habría atribuido la frase debido a su simpatía popular.
Vale mencionar que la comedia costumbrista de Manuel A. Segura, llamada ‘Un juguete’, menciona la frase en la siguiente sección: “Esa unión no se hará nunca. Mi hija no tiene, a Dios gracias, ni de inga ni de mandinga, ni está tan abarrajada para unirse con un hombre que ayer no más tuvo capa; y cuya sangre no está como es notorio, muy clara”.
Considerando que el dicho habría sido recogido por Segura en 1857, época donde Palma tenía 24 años, es probable que estuviera en una etapa formativa de su carrera como escritor, por lo cual no podría haber acuñado tal frase, conforme señala un estudio de Augusto Alcocer Martínez llamado ‘Lengua y sociedad: El que no tiene de inga tiene de mandinga’. Asimismo, las Tradiciones Peruanas se empezaron a escribir hacia 1860.
Otro argumento precisa que esta frase, que sí nació del habla limeña, tiene sus orígenes en la clase marginal que vivió en siglos coloniales, especialmente a los mulatos que se burlaban de la aristocracia.
Sin embargo, también es necesario destacar que algunos estudios aseguran que la expresión encaja con el estilo narrativo del Palma.
Lo cierto es que, independientemente de su origen, que hasta ahora sigue siendo atribuido al tradicionista peruano, esta frase habla de puntos tan relevantes como la discriminación, el mestizaje y de un país que se hizo una nación que orgullosamente tiene tanto de inga, como de mandinga.