La última proyección del crecimiento de la economía peruana que realizó el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) fue de -0,5%, una lectura negativa de lo que deparaba al país en recesión. El resultado fue peor: según la entidad el PBI cerró a -0,6%, confirmando que el 2023 no se creció económicamente y ahora el Gobierno deberán realizar todos los esfuerzos posibles para reactivar la economía.
Muy cerca a la revelación de estos balances del año —realizados además por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)— el Ejecutivo decidió renovar parte de su gabinete: el Primer Ministro Alberto Otárola se mantuvo, pero se cambió a los titulares del Ministerio de Defensa, de Ambiente, de Energía y Minas, y, uno de los más controversiales, el de Economía y Finanzas. Alex Contreras dejó el cargo —lo sucedió José Arista en el MEF—, tras un año de programas que han sido criticados numerosas veces por no mostrar resultados contundentes, y tras una salida accidentada con rumores de su renuncia en enero, luego de que la presidenta Dina Boluarte se reuniera con dos extitulares de la cartera, Luis Carranza y el mismo Arista.
Así, el año que pasó ha sido de Contreras: ahora el Banco Central de Reserva da la autopsia del fracaso de la economía peruana en el 2023. ¿Qué indicadores cayeron y cuáles se pudieron levantar?
¿El Perú cerró el 2023 “con punche”?
El Banco Central de Reserva informó sobre cómo cerraron los diversos indicadores económicos el 2023, ya en sus cifras oficiales. “El Producto Bruto Interno (PBI) disminuyó 0,6 por ciento en 2023, reflejo principalmente de la caída del gasto privado. La actividad del año estuvo afectada por una serie de choques de oferta que impactaron en los niveles de confianza y en los ingresos de los agentes de la economía que afectaron la demanda interna privada a pesar del incremento en el gasto público”, señala el informe.
Así, la inversión privada tuvo su mayor caída en décadas —sin contar la situación excepcional por la pandemia por COVID-19 en 2020—: una contracción de 7,2% trajo abajo el PBI. Esta fue una “caída que se presentó tanto en el sector minero como en el no minero residencial, compensado parcialmente por una mejora en la inversión no minera no residencia”.
De igual manera, y a diferencia del año 2022, el 2023 en consumo privado solo creció 0,1%, una pésima cifra, frente a 3,6 del año anterior. “Este ritmo de crecimiento coincidió con una menor tasa de expansión del mercado laboral a nivel nacional y la baja confianza del consumidor”, acota el informe.
Consumo e inversión pública cerraron en positivo, pero con cifras insuficientes
Si bien la inversión y el consumo público cerraron en positivo, el crecimiento fue muy menor, e insuficiente para balancear al positivo al PBI total.
“El consumo público del cuarto trimestre de 2023 aumentó 7,3 por ciento interanual, resultado que se explica por los desembolsos del Gobierno Nacional y de los gobiernos subnacionales en el programa Con Punche Perú y en emergencia por el Fenómeno El Niño, así como por la recuperación de otros gastos no vinculados a la emergencia sanitaria del COVID-19”, detalla el BCR; a pesar de esto, el balance del año en este indicador fue de 3,3%
Si bien la inversión pública se incrementó 5,3% en el cuarto trimestre de 2023 respecto al cuarto trimestre de 2022, —”sustentado en mayores desembolsos a nivel del Gobierno Nacional y Regional, parcialmente contrarrestados por la menor inversión de los Gobiernos Locales”—, ‘Con Punche Perú' no resultó tan contundente dado que esta indicador resultó tan solo de 1,4% para el resultado del año.