El dengue, una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, ha sido una preocupación de salud pública en Perú durante décadas. Con el aumento de los casos en diversas regiones del país en las últimas semanas, comprender cómo afecta el virus al organismo humano es esencial para su prevención y tratamiento.
Cuando un mosquito portador del virus del dengue pica a una persona en cualquier parte del cuerpo, desencadena una serie de reacciones que pueden ser devastadoras para la salud. Desde los primeros momentos posteriores a la picadura, el virus comienza a propagarse en el torrente sanguíneo, alcanzando diferentes tejidos y órganos.
Es importante señalar que el dengue se manifiesta de diversas formas y puede afectar a personas de todas las edades, desde bebés hasta adultos mayores.
La picadura que desata el caos interno en el cuerpo de su víctima
El proceso comienza con la picadura del mosquito, aparentemente inofensiva pero cargada de consecuencias graves. Cuando el Aedes aegypti perfora la piel en busca de sangre, introduce el virus del dengue en el torrente sanguíneo de la víctima, marcando el inicio de una batalla interna.
El virus se propaga rápidamente a través del sistema circulatorio, infiltrándose en diferentes órganos y tejidos. En su camino, desencadena una respuesta inmunológica desmedida, lo que puede llevar a una serie de síntomas que van desde fiebre y dolor muscular hasta complicaciones más severas.
Una de las primeras respuestas del cuerpo ante la infección por dengue es la inflamación. El sistema inmunológico activa mecanismos de defensa para combatir el virus, lo que a menudo se manifiesta con fiebre, dolores musculares y articulares, y malestar generalizado.
Estos síntomas, característicos de la fase inicial del dengue, pueden durar varios días y afectar significativamente la calidad de vida del paciente.
La ‘fiebre rompehuesos’, un síntoma fatal
La ‘fiebre rompehuesos’, un síntoma característico del dengue, sumerge al paciente en un estado de malestar extremo. Los dolores articulares y musculares se intensifican, afectando la movilidad y la calidad de vida. La fiebre puede llegar a niveles peligrosos, desencadenando complicaciones graves.
Las plaquetas sanguíneas, vitales para la coagulación, son blanco del dengue. El virus induce una disminución en la concentración de plaquetas, aumentando el riesgo de hemorragias internas y externas. Esta complicación, conocida como síndrome de choque por dengue, puede ser potencialmente fatal si no se aborda adecuadamente.
Complicaciones neurológicas y daños en diversos órganos
Más allá de los estragos físicos, el dengue también puede afectar el sistema nervioso central y se manifiesta con síntomas como confusión, convulsiones y debilidad muscular.
En casos extremos, el dengue puede desencadenar complicaciones como inflamación del cerebro, meningitis (inflamación de las membranas que rodean el cerebro), encefalitis y el síndrome de Guillain-Barré. Estas condiciones pueden causar daño cerebral, parálisis y otras secuelas neurológicas de larga duración, cambiando la vida de quienes lo padecen.
Otro aspecto preocupante del dengue es su capacidad para afectar órganos vitales como el hígado, los riñones y el corazón. La hepatitis asociada al dengue es una complicación conocida, que puede causar daño hepático y disfunción del órgano. Además, el virus puede afectar la función renal y provocar insuficiencia renal aguda en casos graves.
¿Cómo se detecta y cura el dengue?
La detección del dengue se puede realizar mediante técnicas de biología molecular como la RT-PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa con Transcriptasa Inversa), que permite identificar el ARN del virus en la sangre del paciente. Esta prueba puede hacerse durante los primeros siete días después de que empezaron sus síntomas.
También se realizan pruebas rápidas serológicas, que buscan anticuerpos contra el virus del dengue en la sangre del paciente. Las pruebas de IgM son útiles para detectar infecciones recientes, mientras que las de IgG pueden indicar infecciones pasadas o recientes.
En cuanto al tratamiento del dengue, el Minsa ha confirmado que no existe un tratamiento especial para combatir la enfermedad que aqueja al Perú. El manejo de los síntomas y el apoyo al paciente deben contra siempre con la supervisión de un médico.
El médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), César Cabezas, en declaraciones a Infobae Perú, recomienda no tomar ningún medicamento, ya que estos podrían empeorar la situación del paciente. Lo que sí recomienda es hidratarse mucho y, a lo máximo, tomar Paracetamol para contrarrestar los malestares, y se deben evitar medicamentos que aumenten el riesgo de sangrado, como el ácido acetilsalicílico (aspirina) y el ibuprofeno.
Es importante destacar que ante la sospecha de dengue, especialmente en áreas de alta incidencia, se debe buscar atención médica para un diagnóstico temprano y un manejo apropiado de la enfermedad.
Minsa emitió alerta epidemiológica por aumento de contagios
Frente al preocupante aumento de casos de dengue en Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) activó las alarmas y emitió una alerta epidemiológica a través del Centro Nacional de Epidemiología y Control de Enfermedades (CDC). La iniciativa busca movilizar los servicios de salud, fortalecer medidas preventivas y garantizar una atención oportuna.
Las estrategias incluyen asegurar suministros médicos, capacitar al personal y fomentar el uso de Unidades de Febriles y Vigilancia Clínica. El llamado se extiende a la colaboración interinstitucional y destaca la importancia de la prevención a nivel familiar y comunitario.