Ante la confirmación de la desaparición del Corredor Morado, el presidente de la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso, Wilson Soto, solicitó información a los ministros de Economía y Finanzas a fin de conocer qué medidas adoptaron para evitar la suspensión de las operaciones, programada para el próximo 4 de marzo.
A través de oficios remitidos a los responsables de la cartera del MEF, José Arista, y MTC, Raúl Pérez-Reyes, solicitaron, además, el envío de “todo lo concerniente al acuerdo contractual, o acuerdos vigentes con los representantes del corredor morado, y el sustento técnico que permita la operatividad y continuidad del servicio de acuerdo a sus competencias”.
El parlamentario expresó su preocupación ante la paralización de esta vía de transporte e indicó que este problema se suma al caos existente en el transporte urbano de la ciudad y afectará a más de 100 mil usuarios diarios, sobre todo en distritos como San Juan de Lurigancho, el más poblado de la capital.
Como es de conocimiento público, la paralización de las operaciones es consecuencia de la deuda de S/ 300 millones que no ha sido pagado por parte del Estado y corresponde a la cantidad de dinero que se pierde ante otras alternativas de transporte con las que comparten ruta.
“Actualmente, solo se recauda cerca del 70% [de los ingresos] en la calle. No llegamos al equilibrio porque no se fiscalizan las vías, permanece el transporte informal y no se han retirado las rutas convencionales que hacen el mismo recorrido de nosotros”, desarrolló el representante de los corredores complementarios, Gerardo Hermoza, en entrevista con El Comercio.
En diálogo con Infobae Perú, el experto en ingeniería de tránsito, Aldo Bravo, advirtió que el cierre de operaciones motivará la aparición de otras vías de transporte como colectivos y buses informales. “Además de generar desorden, tráfico, contaminación sonora y ambiental, las personas estarán expuestas a accidentes de tránsito y otra clase de peligros”, indicó.
En respuesta, el especialista consideró que el principal problema es que la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) no tiene todas las competencias necesarias. “Por ejemplo, las municipalidades tienen cierta autonomía en sus vías y en aprobar proyectos habitacionales. Se supone que más edificios, trae consigo más cocheras y más autos, pero no cambian nada en las vías. Entonces, debería aprobarse esos proyectos con la autorización de una autoridad única que evalúe el impacto de esos nuevos edificios y tendría que ser la ATU”, expresó.
“Si bien se presenta un estudio de impacto ambiental, ya sea que se quiera construir condominios, oficinas, universidades, centros comerciales y otros, la municipalidad no tiene la rigurosidad que lo tuviese una entidad encargada de resolver el transporte. Ellos regularían mejor o exigirían mejor ese estudio de impacto vial”, agregó a este medio.
Frente a ello, invocó al Congreso de la República a presentar un proyecto legislativo que fortalezca a la ATU.
¿Qué líneas del Corredor Morado dejarán de operar?
- 404: ruta que va de ida y vuelta, desde San Juan de Lurigancho hasta Magdalena. Este camino comprende las avenidas Brasil, Abancay, 9 de Octubre, Próceres y Wiesse.
- 405: ruta que va de ida a vuelta, desde San Juan de Lurigancho hasta San Isidro. Este camino comprende las avenidas Wiesse, Próceres, Abancay, Manco Capac y luego se bifurca en laavenida Petit Thouars y la Prolongación Iquitos.
- 406: ruta que va de ida a vuelta, desde San Juan de Lurigancho hasta el Cercado de Lima. El camino inicia en la avenida Próceres de la Independencia, para pasar por El Agustino y llegar finalmente al centro de la ciudad.
- 412: ruta que va de ida a vuelta, desde San Juan de Lurigancho hasta el Cercado de Lima. Este camino comprende la avenida Próceres de la Independencia, el parque zonal Huiracocha y los túneles Santa Rosa y San Martín.