La situación contractual de Paolo Guerrero, actual futbolista de César Vallejo que desea solucionar su contrato aduciendo una extorsión que ha alcanzado a su núcleo familiar, ha ocupado todas las planas de los periódicos, las centrales de los sitios webs y las programaciones de los noticieros.
Asimismo, también ha sido materia de análisis en columnas de opinión como la publicada por el periodista Umberto Jara en el portal Lima Gris, donde se cuestionó cómo ha manejado el caso desde su primera incursión en señal nacional, alertando mensajes extorsivos toda vez que ubicaba a la ciudad de Trujillo como un lugar peligroso.
“El problema es que usa de manera incorrecta el sitial que millones de hinchas le dieron”, advirtió Jara recordando, además, un acontecimiento que marcó un antes y después en la vida de Paolo: “Guerrero vuelve a ejercer la misma actitud ilegal que ejerció en el famoso (y falso) caso de la llamada ‘contaminación cruzada’”.
Los argumentos del escritor también se basan en “el mismo trío: Paolo, doña Peta y el abogado Julio García”. “Guerrero firmó un contrato y, de pronto, se arrepintió y como quien devuelve el chupetín que le compró mamá, dice: ya no quiero. Atribuye la culpa a la inseguridad ciudadana. El problema es que la ola de violencia ya existía cuando firmó el contrato”, complementó.
De igual modo, a Jara le ha incomodado que Paolo use su representación futbolística para “eludir sus obligaciones” dejando una mala imagen para sus seguidores. “El mensaje es pésimo hacia los niños y jóvenes porque sugiere que aquel que llega al sitial de ídolo puede hacer lo que le dé la gana”, precisó.
Antes de dar por concluido su escrito, Umberto hizo “una acotación final” mencionando el examen positivo de la prueba de dopaje que por poco deja a Paolo fuera de la Copa del Mundo 2018, aunque lo condenó a una sanción de quince meses alejado de la actividad deportiva. Desde su perspectiva, “armaron toda una farsa” pretendiendo “cuestionar a la ciencia médica”.
¿Guerrero se echó para atrás?
Jara, además, ha instaurado una interrogante que plantea la intención de Paolo de abandonar a la César Vallejo por otras razones alejadas a la extorsión hacia su familia. “Firmó un contrato y al momento de firmarlo ya sabía que en Perú existe una ola de violencia y que Trujillo y Pataz tienen un alto índice que no combate el gobernador regional”, suscribió.
“Detrás de este show para no cumplir un contrato, existe algo concreto: entre el 2 de febrero y el 13 de febrero algo ocurrió. ¿Qué es lo que Paolo Guerrero oculta?”, enfatizó.
Guerrero llegó a Lima para desvincularse de la UCV
El último fin de semana, la Universidad César Vallejo compartió un comunicado en el cual le daba un plazo de 48 horas a Paolo Guerrero para que acudiera a los entrenamientos del equipo de Roberto Mosquera, tal y como estipula su contrato. Es más, las autoridades deportivas le giraron los pasajes comerciales de avión con destino de Río Janeiro a Lima.
El ‘Depredador’, quien en un principio se mostró inflexible en su postura, aceptó los billetes de la UCV y sin pensarlo demasiado enrumbó hacia la capital del Perú en compañía de su novia Ana Paula Consorte. Una vez que arribó al aeropuerto internacional Jorge Chávez, ratificó su intención de desligarse de la institución de Trujillo.
Así pues, se reunió con el presidente Richard Acuña en su casa de Chorrillos con la presencia de su madre Petronila Gonzales y de Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol, quien hizo de mediador en la junta. Por ahora no ha existido ningún acuerdo definitivo y se espera que haya un nuevo cónclave en las próximas horas.