En una región como es el continente sudamericano, donde el español se impuso en la mayoría de países tras la violenta conquista que comenzó hace más de 500 años, el valor de las lenguas originarias toma un cariz especial en un día como hoy en el que se recuerda el Día Internacional de la Lengua Materna.
Marcado en el calendario desde el año 2000, cada 21 de febrero, en el Perú lo que se busca es resaltar la rica diversidad lingüística y cultural que caracteriza a nuestra nación.
Promoviendo la identidad cultural
En nuestro país, este día es celebrado por el Ministerio de Cultura (MINCUL), que suele organizar diversas actividades a nivel nacional. La idea principal de esto es sensibilizar a todas las comunidades sobre la importancia de preservar y utilizar sus lenguas maternas en todos los ámbitos, tanto públicos como privados.
En este punto, las Direcciones Desconcentradas de Cultura también desempeñan un papel crucial, llevando a cabo eventos que van desde proyecciones cinematográficas hasta microtalleres de lenguas indígenas, exposiciones fotográficas y conversatorios.
La diversidad en peligro
De acuerdo con el Estado, en el Perú existen 48 lenguas maternas, agrupadas en 19 familias lingüísticas. Sin embargo, la amenaza de extinción acecha a siete de ellas: esígaro, omagua, taushiro, munichi, iñapari, iskonawa y chamikuro. Estas lenguas, más antiguas que el castellano, son tesoros culturales en riesgo.
En ese sentido, y según el Ministerio de Educación, las lenguas con alfabetos oficiales incluyen quechua, matsigenka, harakbut, ese eja, shipibo, asháninka, aimara, yine, kakataibo, kandozi-chapra, awajún, jaqaru, shawi, yanesha, nomatsigenga, cashinahua, wampis, sharanahua, secoya, achuar, murui-muinani, kakinte, matsés, ikitu, shiwilu, madija, kukama kukamiria, maijiki, bora, yagua, kapanawa, urarina, amahuaca, yaminahua, ocaina, nanti, arabela y ticuna.
Protegiendo el patrimonio lingüístico
Lo que pocos saben, es que el Perú cuenta con una Política Nacional de Lenguas Originarias, Tradición Oral e Interculturalidad. ¿Y de qué trata? Pues es un marco obligatorio que busca garantizar los derechos lingüísticos de todos aquellos compatriotas que hablan lenguas indígenas u originarias en el Perú. Entre sus objetivos, se incluyen el hecho de establecer el estatus y promover la adquisición en los niños jóvenes y el desarrollo de estas lenguas.
De igual manera, hay que tener en cuenta que preservar estas lenguas no solo recae en las políticas gubernamentales, sino en la comunidad misma. Padres y miembros deben transmitir y enseñar estas lenguas a las generaciones más jóvenes, creando espacios que fomenten su práctica y revitalización cultural.
Esta Política Nacional también establece que entidades públicas y privadas deben contar con personal capacitado para comunicarse oral y por escrito en lenguas originarias, garantizando el acceso de la población a servicios en su lengua materna.
Acciones para la preservación
En este sentido, la licenciada en Lingüística y Literatura Hispánica de la PUCP, Pilar Valenzuela, ha establecido hasta cinco acciones concretas para la preservación de las lenguas originarias:
1. Valorización Cultural: Reconocer y respetar las diferencias culturales, valorando la diversidad como un enfoque intercultural.
2. Cumplimiento Normativo: Exigir el respeto de los derechos lingüísticos respaldados por regulaciones nacionales e internacionales.
3. Representación Política: Promover la presencia de autoridades que hablen al menos una lengua indígena para crear representación e inclusión.
4. Apropiación Creativa: Experimentar con la lengua, entendiendo que está en constante cambio y evolución.
5. Medios de Comunicación: Reconocer el poder de los medios para difundir y popularizar términos, siendo aliados en la preservación.
Un vistazo a la Historia
En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas respaldó un conjunto de 37 recomendaciones para fomentar la diversidad de idiomas. El enfoque se centró en la accesibilidad al ciberespacio y el fomento del multiculturalismo en las redes globales.
Al iniciar el nuevo milenio, el año 2000 marcó la primera celebración del Día Internacional de la Lengua Materna. Durante la ceremonia, el ghanés Kofi Annan, el entonces Secretario General de la ONU, destacó la relevancia de esta celebración al generar conciencia sobre el valor trascendental de las lenguas. Subrayó la importancia de salvaguardarlas como un patrimonio compartido de la humanidad.
Desde entonces, anualmente se lleva a cabo este día especial. Académicos, lingüistas y líderes gubernamentales participan en discursos y diálogos, abordando temas culturales, educativos e idiomáticos.
A nivel mundial, comunidades celebran con actividades locales, desde recitales poéticos hasta exposiciones, reafirmando la riqueza de la diversidad lingüística en nuestro tejido social global.
Tarea de todos
La preservación de las lenguas originarias es una tarea compartida entre el Estado, las comunidades y la sociedad en su conjunto. Celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna no solo es un recordatorio de la importancia cultural, sino también un llamado a la acción para proteger estos tesoros lingüísticos que enriquecen la identidad de nuestro país.
La diversidad lingüística no solo es un patrimonio común de la humanidad, sino también una fuente de enriquecimiento y conexión entre las distintas comunidades que conforman nuestro mundo.