‘Historias de un taxista’: las aventuras urbanas de Víctor Montaldo transformadas en crónicas literarias

En los históricos pasillos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, un estudiante ingresó con el sueño de especializarse en Estadística, sin imaginar que su primer año de estudios generales iba a cambiar su vida. A pesar de su enfoque en números y datos, un curso obligatorio fuera de su área de interés, Literatura y Lengua Española, le ofreció una perspectiva inesperada que marcaría el inicio de un futuro proyecto literario.

Esta lección se grabó en la memoria de Víctor Montaldo, quien, tras 28 años de recorrer las calles como taxista, se convirtió en un recopilador de historias urbanas. Su obra, ‘Historias de un taxista’ da luz a una serie de situaciones reales, teñidas con humor y empatía, que transforma los viajes diarios en extraordinarias aventuras humanas. Montaldo, armado con su olfato narrativo y un lápiz siempre a mano, ha sabido capturar la esencia de esos momentos compartidos con sus pasajeros, inyectando en cada relato una conexión que promete desatar risas y reflexiones.

Víctor Montaldo poseía una simpatía inigualable que traspasaba el intercambio de palabras. En la intimidad de su taxi, cada viaje se convertía en una oportunidad para tejer y compartir relatos, dotados de esa magia personal que lo distinguía. Sus pasajeros, cautivados por la manera en que relataba cada anécdota, a menudo le lanzaban un elogio que resonaba en su mente mucho después de haberse despedido: “Señor, usted narra tan bien las historias, debería escribir un libro”. Esta frase, repetida en eco a lo largo del tiempo, se convertiría en un impulso para Víctor, un eco que marcaba el ritmo de una posibilidad aún no explorada.

La semilla de la narrativa había sido plantada hace años en el corazón de Víctor, cultivada entre los muros de su hogar, rodeado de estanterías que albergaban más libros de los que podrían contarse de un solo vistazo. La lectura fue siempre su refugio, su pasión silenciosa, una ventana a innumerables mundos que ahora, parecía, le susurraban el impulso de crear su propio destino a través de un papel.

Así, entre cuentos que nacían y morían con el ir y venir de los pasajeros, Víctor empezó a moldear su sueño. Sin saberlo, cada kilómetro recorrido en su taxi no solo lo acercaba a su próxima parada, sino también a la materialización de su voz narrativa, una que pronto se plasmaría en páginas llenas de vida, humor y, sobre todo, humanidad.

Para Víctor, cada encuentro con un pasajero se convierte en un nuevo relato, un capítulo que luego compartiría con sus lectores. Él encuentra en la narrativa de sus experiencias un método para aliviar el estrés, una suerte de terapia que, confía, también dibujará una sonrisa en el rostro de quienes se sumerjan en sus páginas.

El camino hacia la publicación de su libro, sin embargo, estuvo lejos de ser un viaje sin contratiempos. Finalizado en el año 2006, el manuscrito tuvo que esperar once años antes de ver la luz, encontrándose finalmente publicado en el 2017. La demora se debió, en gran medida, a las escasas políticas de fomento cultural en el Perú, un obstáculo que llenó de pesar a Víctor.

“El proceso de creación de este libro fue largo. El libro fue terminado hace 18 años, sin embargo, debido al poco incentivo a la cultura en nuestro país, fue publicado en el 2017″, revela con una mezcla de tristeza y resignación.

Enfrentado a la adversidad y la falta de apoyo institucional, fue el propio Víctor quien tomó las riendas del proceso editorial. Sin desanimarse, dedicó su tiempo y sus recursos personales para corregir y editar su obra, demostrando un compromiso por compartir sus historias.

A través de la crónica de su experiencia, Víctor no solo ofrece un vistazo a la rica humanidad que se esconde en los encuentros fugaces de su taxi, sino que también deja al descubierto las dificultades que enfrentan aquellos que, como él, se atreven a aportar al panorama cultural de su país contra viento y marea.

Víctor, apodado “El Arjona del taxi”, se dedica a la venta de sus libros mediante correo electrónico y su carrito, fijando el precio de cada ejemplar en 10 soles. En 2017, produjo mil ejemplares, logrando vender 600 hasta el momento. Está resuelto a seguir adelante con su proyecto literario hasta publicar el segundo y tercer volumen.

Entre las historias que compartió durante uno de nuestros viajes, destaca un encuentro con una renombrada cantante peruana, famosa por éxitos como “Ritmo, color y sabor”. Este hecho ocurrió cuando Víctor trabajaba para Taxi Satelital, empresa que marcó la transición de los servicios de taxi mediante radio a la utilización de tecnología GPS. Víctor recogió a la artista en Caminos del Inca para un viaje corto. El conductor, manteniendo una postura seria debido a experiencias previas con celebridades que esperaban un trato preferencial, se encontró en una situación incómoda al finalizar el servicio.

Al anunciar el costo del trayecto, la cantante cuestionó el precio elevado, insinuando que su reconocimiento debería liberarle del pago. “¿Por qué cobran tan caro, usted no sabe quién soy yo?”, le reprochó. Víctor, con firmeza y respeto, le informó que era el tarifario estándar de la compañía, sugiriéndole que, de preferir una opción más económica, podría optar por un taxi de calle en futuras ocasiones. La respuesta de la cantante fue remarcar su estatus como “Patrimonio Cultural del Perú”, a lo cual Víctor, con cortesía, le reiteró su posición. La artista, visiblemente molesta, abandonó el vehículo, dejando la responsabilidad del pago a su hija, quién era su acompañante.

La aventura de “Historias de un taxista” hacia el reconocimiento tuvo un giro inesperado cuando Víctor Montaldo tuvo el honor de contar entre sus pasajeros a Claudia Salazar Jiménez, notable escritora peruana. En un encuentro fortuito, similar a aquellos que marcan las páginas de su libro, Víctor compartió con Claudia la esencia de su obra, dejando en ella una impresión duradera.

Impulsada por la innovación y la narrativa de Víctor, Claudia decidió utilizar su influencia en las redes sociales para difundir la obra de Montaldo. A través de una publicación en Facebook, donde compartía su experiencia sobre la riqueza literaria encontrada en “Historias de un taxista”, Claudia no solo reconoció el talento de Víctor, sino que también invitó a otros a descubrir su libro. La publicación rápidamente capturó la atención de miles, convirtiéndose en un fenómeno que trascendió fronteras digitales y generó una demanda sin precedentes de la obra de Montaldo.

La trayectoria de Víctor Montaldo destaca la poderosa convergencia entre la cotidianidad y el arte, evidenciando cómo las historias más impactantes a menudo derivan de los momentos más comunes. Habiendo enfrentado desafíos y alcanzado logros significativos, “Historias de un taxista” sirve como inspiración para quien sueñe con convertir las vivencias diarias en arte.

Con el apoyo inesperado que surgió a través de la viralización en redes sociales, Víctor mira hacia el futuro con optimismo, convencido de que cada viaje es una oportunidad para descubrir una nueva historia digna de ser contada. Su legado, plasmado en cada página de su obra, invita a lectores y soñadores por igual a apreciar la magia escondida en lo ordinario, recordándonos que cada persona que encontramos tiene una historia que vale la pena escuchar.