Mauricio Montes: el exgoleador peruano que brilló en la altura con Ayacucho FC, jugó en Francia y llegó a la selección con 37 años

A lo largo de los años, en la Liga 1, los que lideran la tabla de goleadores han sido los delanteros que vienen del extranjero. Sin embargo, hubo uno que supo meterse en esa nómina aprovechando sus virtudes en la altura. Se trata de Mauricio Montes, quien militó en varios equipos del medio local, pero cuya mejor versión se vio en Ayacucho FC con 48 dianas en 106 encuentros.

En el presente, a sus 41 años, el popular ‘Thor’ se encuentra alejado de las canchas, aunque en su palmarés se destaca el bicampeonato nacional que obtuvo con Alianza Lima y San Martín, además del título con Juan Aurich y el Torneo de Inca que lo ganó con César Vallejo y el elenco de los ‘zorros’.

Desde Trujillo y por videollamada, el exartillero peruano atendió a Infobae Perú en una entrevista exclusiva en la que contó diversos temas, entre los que resaltan los campeonatos obtenidos, las experiencias en el extranjero, el ‘Pana’ Tejada, su corta etapa en la ‘bicolor’ y más.

- Quería preguntarte si es que te has retirado oficialmente del fútbol y a qué te dedicas en la actualidad.

Sí, estoy retirado del fútbol. El año pasado jugué un mes y medio en Ecosem de Copa Perú. Terminé de jugar el 2022 con Alianza Atlético. Pensé jugar un año más, pero al final no se dio y decidí retirarme. No te voy a mentir que a veces da un poco de ganas de volver porque es parte de mi vida, ha sido durante 23 años de carrera profesional. Ahora me dedico al rubro inmobiliario, el tema de la construcción. Mi hermano tiene varios años en esto y la idea cuando me retire era estar con él en el negocio.

- ¿Te retiraste porque dijiste que el cuerpo estaba sintiendo el desgaste o por otros motivos?

Porque a veces hay años que son buenos, otros que no. Normalmente, los últimos años de mi carrera fueron bastante buenos, salvo por ahí el último año que fue algo accidentado, no fue el que esperaba. Con 40 años no tenía mucha continuidad, entonces se hacía muy complicado tener un equipo. Hubo posibilidades de ir a uno, pero quería jugar y disfrutar, no jugar por jugar y tomé esa decisión.

- ¿Cómo así se dieron tus inicios en el fútbol?

Todo empezó en el colegio San Agustín. Siempre hubo el sueño de jugar en la profesional y se fue dando poco a poco. Tuve bastante apoyo de mis padres. Recuerdo terminar el colegio a las tres de la tarde y tenía que estar en Cantolao 3:45, hasta el óvalo de Ventanilla. Era bastante complicado llegar, en una hora iba almorzando en el auto. Llegaba medio tarde a entrenar y así. El regreso era igual

- Revisando tu trayectoria, en tus primeros años como futbolista pudiste ganar dos bicampeonatos, uno con Alianza Lima el 2003 y 2004, y otro con San Martín el 2007 y 2008. ¿Qué sensaciones te dejaron esos títulos?

Ganar un campeonato es complicadísimo. Todos los equipos se preparan para eso. Empiezas con la pretemporada y te preparas para ser campeón. Y si estás iniciando y después con la experiencia y te das cuenta lo complicado que es ser campeón. No solamente alcanza con tener un buen plantel, jugar bien, sino que tienes que alinear todos los factores. Los que logran los resultados son los buenos grupos humanos, que es la clave para lograr cosas importantes.

- ¿Y con cuál título te quedas o es el que más recuerdas?

Todos los títulos tienen su parte. Por ejemplo, el título de la segunda fase con Ayacucho FC (2020). Con todo lo que pasó, la pandemia, de estar encerrados, de no jugar de locales, todos en Lima, de ser un equipo reducido, sin nombres, que se hizo a base de esfuerzo, de trabajo. Y hacer una campaña así fue algo que la tengo bastante presente.

- Entre el 2001 y 2002 tuviste dos experiencias en el exterior: en Rumania (AEK Timisoara) y Francia (FC Mulhouse). ¿Cómo las valoras?

Estaba en Alianza Lima y de un momento a otro me llamaron para pasar una prueba en Rumania y acepté. La pasé, pero pasaron unas cosas que hasta el día de hoy no las tengo muy claras. O sea, me quedé, pasaron cuatro fechas y salí en lista en todas. Pero antes de los partidos, el entrenador me decía que había problemas con mis papeles y no podía salir en lista. Luego me fui y salió la oportunidad de irme a Francia. También fue una prueba y estuve seis meses. Me fui prestado de Alianza Lima y tenía la oportunidad de quedarme y no regresar al club, que había clasificado a la Copa Libertadores. Pero me convencieron para que esté en el torneo y decidí volver a buscar ese reto. Lastimosamente, regresé y me lesioné al mes. Tuve una etapa bastante complicada ahí en Alianza con varias lesiones.

- ¿Tuviste la oportunidad de quedarte en Francia o no había esa opción?

En Francia estuve seis meses. La primera parte me fue muy bien, hasta que me lesioné. Había jugado cuatro partidos e hice goles, pero en el quinto partido contra Metz me esguincé el dedo gordo del pie. Jugué infiltrado los dos siguientes partidos. Me pusieron tanta anestesia en el pie que no podía ni parar la pelota. Decidí que ya no podía jugar de esa manera, me estaba haciendo daño y paré, ya no me pude recuperar bien, me molestaba. Estuve casi un mes y medio lesionado.

- ¿A lo largo de tu carrera tuviste otra oportunidad de salir al extranjero?

Sí, hubo algunas pruebas en Bélgica. Después volver a Francia a Metz. Pero quedaron ahí nomás. Siempre hubo una opción, pero al final no se daba. Hubiera sido lindo tener una experiencia más larga por alguna parte.

- Otro capítulo que resalta en tu carrera es el campeonato que obtuviste con Juan Aurich en el 2011.

Sí, justo estuvimos hace más de un mes compartiendo con todos ahí en Chiclayo. Increíble lo del ‘Pana’, que estuve con él hace menos de un mes y terrible lo que le pasó hace unas semanas. Fue un gran grupo el que se formó ese año. La pasamos increíble en todo sentido, como grupo, en lo deportivo, y por eso se logró todo eso. Había un equipazo con tres por puesto.

- ¿Cómo fue esa convivencia con el ‘Pana’?

Muy bien. Con él tenía una gran relación, igual que ‘Cachete’. Teníamos una rivalidad dura por el puesto, pero hicimos una gran amistad. Eso ayudaba en la convivencia. El ‘Pana’ tenía una cosa que se creía tanto en él que te decía, ‘tú dámela que yo la voy a meter, yo te soluciono el fin de semana’. Y ese loco lo hacía. Se le va a extrañar porque tenía una personalidad difícil de explicar. Siempre carismático, alegre, con alguna ocurrencia.

- Me comentabas que hace unos meses se juntaron en Chiclayo y estaba el ‘Pana’ Tejada, ¿cómo fue enterarte de la noticia al poco tiempo?

Como yo estoy en Trujillo, me fui manejando a Chiclayo. Llegué el viernes y fui uno de los primeros. El ‘Pana’ también llegó ese día, junto con ‘Cachete’ y el comando técnico del profesor Umaña, su hijo Diego y Ramón. Llegué y ellos estaban cenando en una mesa, y fue con el primero del equipo que me he encontrado. Nos quedamos conversando, recordando lo que habíamos pasado, matándonos de risa. Un tipo que tiene cosas que uno difícil se olvide de él porque era ocurrente y creía demasiado en él, que por eso le fue bien.

- ¿Cómo fue la celebración del campeonato en Chiclayo?

La verdad que nunca había vivido algo así. Llegamos al aeropuerto, bajamos del avión y tomamos un bus de dos pisos. Cuando salimos, estaba todo Chiclayo afuera, en las calles. Del aeropuerto a la plaza se hace en 20 minutos en auto, esa vez llegamos en tres horas, con la gente a los costados. Fue algo increíble.

- En ese plantel de Juan Aurich y en Ecosem Pasco también coincidiste con Reimond Manco. ¿Qué opinión tienes de él? ¿Qué opinas de su etapa de comentarista y de que va a jugar la Kings League en México?

Con él tengo una buena relación, una amistad. Conversamos de vez en cuando. Él estuvo antes con el ‘Pana’, eran bien amigos con ‘Cucurucho’. Justo cuando estábamos en Pascua hablaba con Reimond. Está contento en esta nueva etapa que tiene con el programa ‘Cojo y Manco’. También hace actividades con el fútbol todos los fines de semana, anda a full. Con las redes, está en lo suyo y tiene que aprovecharlo, le va bien. Le deseo lo mejor en el torneo en México, veo que está entrenando duro y estaré pendiente.

- ¿No se anima a volver al fútbol profesional?

Le pregunté por qué no jugaba y vi que estaba medio desanimado. Se siente cómodo en lo que está haciendo, el tema de sus tiempos y todo. Está en una edad que si se prepara bien físicamente tranquilamente podría jugar. Sí le dije.

- Mauricio, ¿cómo fue esa campaña de Real Garcilaso en la Copa Libertadores 2013?

Ese año nos faltó poco para también ser campeones nacionales, que perdemos la final con la ‘U’. Fue algo increíble que, siempre cuando hablamos o nos encontramos con algún compañero de ese año, no podemos creerlo. Estuve con el ‘Cuto’ (Guadalupe) la vez pasada y siempre recordamos, tengo comunicación con el ‘Pipa’ (Carranza) también, el ‘Chapu’ (Ramúa). Se formó un gran grupo y reducido, éramos 15 o 16 y algunos menores por la bolsa. Fuimos punteros todo el año en el campeonato local y así perdimos la final con la ‘U’, e hicimos una gran campaña en la Libertadores. Nosotros salíamos a jugar, no teníamos nada que perder, sino más que ganar, y estábamos sueltos, sin presiones. Se fue dando fecha a fecha hasta llegar a cuarto de final.

- Se dice que cuando los equipos peruanos salen a jugar en competencias internacionales, sienten cierto temor frente a algunos equipos del exterior. En este caso, supieron jugar con sus armas.

Nosotros hicimos la pretemporada a La Paz. Hicimos amistosos con equipos de Segunda, uno con la reserva de The Strongest: empatamos y luego ganamos 1-0. Y decíamos ‘uy, ahora se viene la Libertadores’. Sabíamos nuestro grupo y no me olvido nunca la del ‘Chapu’ que decía ‘nos van a cascotear el rancho’. Entonces nos decíamos que la jugaríamos, la disfrutaríamos, debíamos aprovechar la altura. Después jugamos un amistoso con Melgar en Arequipa y nos gana 2-0… Una semana después jugamos con Sport Huancayo en Cusco y ganamos 4-0. De ahí llegó la Copa Libertadores y venía Independiente de Santa Fe, con el que empatamos 1-1, ahí empezamos. Decíamos que teníamos nuestras limitaciones, que nos defendamos y la que tengamos, adentro. Había partidos que, por ejemplo, en Ibagué con Tolima, nos habrán llegado al arco como 15 veces, cuatro palos, pero atacamos dos veces y en la segunda fue gol de pelota para el 1-0. Contra Cerro Porteño en Paraguay fue igual. No nos complicábamos, no teníamos vergüenza alguna. Empezamos con bastantes dudas en la pretemporada, pero el grupo siempre de buen ánimo, entrenábamos muy bien, la parte física, por eso se pudo competir también y resistir tanto en la Copa Libertadores, corríamos bastante.

- En otra entrevista mencionaste que integraste una preselección sub 20 con Uribe y no volviste a ser convocado a la selección. ¿Qué sentiste cuando fuiste llamado para los Juegos Panamericanos?

Fue algo que me sorprendió, no me lo esperaba. Lastimosamente, no se dieron los resultados que esperábamos. Pero dentro de todo contento por haber vestido la camiseta de Perú. La verdad que es algo hermoso, me tocó ser capitán, fue una gran responsabilidad.

- ¿Cómo visualizas el futuro de los delanteros en el Perú pensando en la selección?

Está difícil. Conforme se ha visto en los últimos años, es una posición bastante complicada, en la que tienen que buscar alternativas. Después de Paolo (Guerrero) apareció (Gianluca) Lapadula, pero en la Liga 1 la tenemos complicada. No tenemos un delantero que marque diferencia y que pueda estar al nivel de una Eliminatoria. Es dura la crítica, pero es la realidad. Mira lo que nos cuesta ahora, ya no está Jefferson (Farfán), Paolo se ha venido recuperando de varias lesiones y recién agarró continuidad, Carrillo que ya no está en el nivel de antes, y podemos seguir dando nombres… Ya no es el equipo de la Eliminatoria pasada. No hay ese respaldo que los chicos que vienen surgiendo necesitan de los mayores para estar con más confianza en el campo.

- ¿Qué te deja lo que ha pasado con Paolo Guerrero? Su llegada a César Vallejo podría truncarse.

Estoy en Trujillo y se habla bastante de eso. Independientemente que si firmó o no, lo veía bastante complicado porque es una ciudad pequeña. Lo que tenía que hacer es ir de su casa al entrenamiento y viceversa. Por ahí, de salir a comer o ir a algún sitio iba a ser muy difícil. Es lo que yo pienso. Después, se escuchan muchas cosas, pero los únicos que saben la verdad son los de Vallejo y Paolo. Uno no tiene por qué juzgar si no sabes la verdad de lo que ha ocurrido.

- ¿Cómo ves a Alianza Lima versión 2024?

Recién vi el clásico. Me pareció un buen partido, tuvo ritmo, vi bien a Alianza. Tiene buen plantel y va a pelear definitivamente. Veo este campeonato más parejo que el anterior. La ‘U’ va a estar ahí, Cristal viene muy bien, Vallejo tiene buen plantel. Melgar empezó mal, pero siempre se repone después. No va a ser sencillo, ahora hay más equipos de altura. Lo más seguro es que Alianza pelee arriba.

- Hubieras caído a pelo porque el campeonato es más de altura que de llano.

Sí (risas). Cada vez el torneo peruano se pone difícil, sobre todo para los equipos del llano. La altura es un aliado, pero no te garantiza, sino siempre campeonaría uno de altura y no pasa eso. Simplemente es un factor y hay que aprovecharlo. La altura no es para los ociosos porque hay que correr y convivir con el ahogo, no es fácil jugar conviviendo con eso. Eso no le gusta a todos.

- ¿Te arrepientes de algo en tu carrera?

No me arrepiento, pero sí me hubiera gustado tomar más en cuenta la profesión. Siempre físicamente me he trabajado bien. Dentro de todo ese ha sido una de mis fortalezas porque compensaba la parte técnica, que la fui mejorando año a año. Uno no puede cerrarse en que lo sabe todo y está en constante aprendizaje. Me hubiera gustado no distraerme mucho en cosas externas al fútbol cuando era más joven, en los amigos. Quizás eso me hubiera ayudado a tener una mejor carrera. Al final, la autocrítica es saber que te has equivocado y buscar corregirlo.