Los chicos peruanos se preparan para el inicio de un nuevo año escolar y los padres, quienes vienen realizando considerables esfuerzos para afrontar la campaña escolar dado el flojo contexto económico que atraviesa el país, esperan que sus hijos reciban una educación de calidad que les permita desarrollarse como personas, adquirir habilidades sociales y conocimiento. Dentro de este amplio espectro, la educación en la capital del país, en Lima Metropolitana, presenta una característica particular: el 74 % de los colegios ubicados en la metrópoli responden a la educación privada, mientras que apenas el 26 % de estos son instituciones públicas.
En un reciente reporte, Equifax identificó que en Lima Metropolitana existe un acumulado de 1,9 millones de alumnos, los cuales se distribuyen a lo largo de 7 mil 602 colegios registrados y regulados por el Ministerio de Educación (Minedu).
Distribución a nivel Lima y a nivel nacional
Según un informe elaborado por la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú) en el 2020, en plena crisis educativa producto de la inmovilización obligatoria dada la pandemia del Covid 19, se comprobó que uno de cada cinco colegios a nivel nacional son privados. Esto contrasta fuertemente con la estructura de la educación capitalina, cuyos colegios privados abarcan tres cuartos de la oferta.
Tal y como informó el diario Gestión, aproximadamente es el 75 % de alumnos a lo largo del país que estudia en una escuela pública, mientras que uno de cada dos alumnos lo hace en Lima Metropolitana. Así, pese a la presencia de los privados en la capital, es el Estado quien le provee al alumnado nacional la mayor parte de su educación y, por tanto, quien es responsable de elevar los parámetros de exigencia para que las instituciones educativas públicas puedan suplir a los alumnos de condiciones correctas para su desarrollo educativo y personal.
“Más allá de si las instituciones educativas son públicas o son privadas, aquellas que brindan un servicio tan importante deben contar con la capacidad de garantizar las condiciones básicas de calidad educativa, las cuales deben ser consensuadas por los entes reguladores y hacerse cumplir”, se menciona en el texto de ComexPerú.
La disparidad de gasto por alumno por región de origen
Uno de los puntos más cuestionados en la estructura educativa nacional y en el rol que el Estado supone en su conformación está en la falta de equilibrio del gasto por alumno dependiendo de su región. Es decir, el Estado no ejecuta un gasto similar ni mantiene inversiones cercanas para el desarrollo de los alumnos independiente de su región de origen. Como indicó Gestión, un alumno de primaria en un colegio público de Ayacucho le supone al Estado una inversión de 5 mil 258 soles, mientras que un alumno igual, pero de una escuela pública en Ucayali, apenas supone un gasto de 2 mil 045 soles.