Una serie de deficiencias se encontraron en la Unidad Médico Legal II Callao, mejor conocida como Morgue del Callao, por parte de la Contraloría General. Según detalló la institución a través del Informe de Auditoría de Cumplimiento N°009-2023-2-4059-AC —correspondiente al período del 1 de enero de 2021 al 31 de diciembre de 2022— dentro del mencionado establecimiento médico existen riesgos tanto para la salud del personal que labora allí, como para la ciudadanía en general.
De ese modo, la Contraloría detalló que el lugar donde se realizan las necropsias no está equipado de la manera correcta ni cuenta con los instrumentos reglamentarios para examinar a los cadáveres.
Según explicó la entidad encargada de supervisar el control gubernamental de las entidades públicas, en su lugar han utilizando herramientas domésticas a fin de cumplir con su función de aportar evidencias que contribuyan con la persecución del delito.
Inclusive, el personal de la Morgue del Callao está expuesto a sufrir riesgos ante la mala manipulación de elementos biocontaminados, debido a que los restos son desechados sin tratamiento en el alcantarillado público.
“Los auditores detectaron que el local no cuenta con un sistema de ventilación ni ducto extractor de aire, por lo que su única forma de ventilación es a través de ventanas que están obstruidas o cerradas, lo que impide la disipación de material tóxico”, precisa el portal de la Contraloría General de la República.
“Por ejemplo, el formol utilizado es inhalado por el personal con el riesgo de sufrir irritación de ojos o del sistema respiratorio. La inhalación de este tipo de gases se ha asociado con mayor riesgo de padecer cáncer de senos paranasales, nasofaríngeo y pulmón”, continúa el texto.
Cuchillos de cocina, martillos de carpintero y reglas de oficina
La inspección logró constatar que las necropsias se venían realizando herramientas de uso doméstico, como “cuchillos de cocina, martillos de carpintero, reglas plásticas de escritorio, tablas para picar de cocina, sierras de ferretería, baldes de plástico, en reemplazo del instrumental reglamentario”.
En ese sentido, la institución precisó que la Unidad Médico Legal II Callao necesita “cuchillos de necropsia, aspirador eléctrico de líquidos y secreciones, cubetas graduadas, cucharones graduados, entre otros”.
“Así como un ambiente acondicionado para la conservación y almacenamiento del instrumental médico y no se continue almacenando sobre un lavadero, expuestos al desgaste y el óxido”, aseveró la Contraloría.
Riesgo de biocontaminación
La entidad también hizo hincapié en que los desechos derivados de la sala de necropsia no son tratados adecuadamente antes de ser desechados, en su lugar, son transportados directamente a la red de alcantarillado público.
Al respecto, se conoció que el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) “no realiza medición alguna al no encontrarse afecto al Decreto Supremo que aprueba el Reglamento de Valores Máximos Admisibles para descargas de agua residuales no domésticas en el sistema de alcantarillado sanitario”.
“Se comprobó el deterioro de las conexiones de agua y los residuos sólidos orgánicos y biológicos generados por las necropsias (sangre, líquidos corporales entre otros elementos que se liberan al abrir un cuerpo, que pueden estar biocontaminados) que pasan de frente al desagüe”, indican desde el portal oficial de la institución.
Otros problemas
La Contraloría también destacó otros problemas dentro de la Morgue del Callao, tales como no contar con un sistema de alimentación eléctrica ininterrumpida ante posibles cortes súbitos de la red eléctrica local, sala de necropsia con problemas en las cámaras de conservación de cadáveres, demora en procesamiento de muestras, entre otros.