No había espacio para ningún hincha en el Estadio Nacional de Lima, pero sí para el amor, aquel sentimiento intenso del ser humano que aflora cuando las personas están cerca de sus equipos o sus parejas. Las tribunas no lucían sus colores tradicionales debido a que se celebraba la ‘Noche Blanquiazul’, una jornada en la que se presentó el plantel del equipo de fútbol del Club Alianza Lima. En medio del entusiasmo festivo, una joven hincha exhibía claros síntomas de nerviosismo, sentimiento que desentonaba con el ambiente, dado que el club ‘íntimo’ no enfrentaba esa jornada un encuentro determinante.
El partido decisivo lo iba a jugar una mujer en el terreno del amor, quien esperaba el momento adecuado para disparar aquel balón que llegaría directo al corazón de su pareja. No estaba en el estadio del equipo de sus amores, pero se sentía local, un factor importante para ganar el partido que todavía no había empezado, pues ella aún no había decidido tocar el pitazo inicial.
A pesar de sentirse local, la mujer estaba nerviosa, comportamiento que no fue detectado por ningún hincha, ya que estaban concentrados en alentar a Alianza Lima. Con el transcurrir del tiempo, el pulso y los latidos del corazón de la joven se aceleraron porque en minutos le haría una propuesta a su enamorado que cambiaría el rumbo de su vida.
Al fin llegó el momento: se arrodilla ante la mirada atónita de algunos hinchas, saca el anillo y muestra una banderola que tenía impresa una frase que pocas mujeres en el Perú han pronunciado: “¿Quieres casarte conmigo?”. Los hinchas, que tenían la mirada fija en el gramado, giraron la cabeza para observar a la fémina que miraba fijamente a los ojos de su pareja. Después de unos segundos, todo fue alegría. Los aplausos se mezclaban con los comentarios positivos de las personas que se encontraban próximas a ellos.
Los aplausos estallaron justo después de que el joven respondiera afirmativamente y levantara sus pulgares en un gesto de sincera aceptación. La multitud aplaudió con entusiasmo mientras ambos se fundieron en un abrazo que sellaba el profundo amor que compartían. Se abrazaron con la intensidad de dos futbolistas que festejan un triunfo. Aunque no habían levantado una copa, sí habían obtenido la medalla del amor, ese regalo precioso que podría acompañarlos en su vida como un emblema distintivo.
Lo que sucedió la noche del 15 de enero de 2024 fue grabado por algunos hinchas que se encontraban cerca de las butacas de los jóvenes. Horas después del hecho, el video circuló en las redes sociales, plataformas en las que hubo opinión dividida, pero prevaleció la buena vibra. Muchos se sorprendieron al ver que una mujer le haya pedido matrimonio a un hombre, mientras que otros comentaron que esta práctica se debería aplicar con más frecuencia en una sociedad aún conservadora.
Narrada esta historia que bien podría confundirse con ficción, resulta esencial conocer los acontecimientos previos a la propuesta de matrimonio realizada por la mujer, así como la historia que unió a esta pareja, la cual formalizó su compromiso en un escenario de ensueño, rodeados no de testigos en traje, sino de aficionados ataviados con las camisetas de Alianza Lima.
Los internautas se enteraron de esta historia gracias a un video de 27 segundos, en el cual se pudo ver a una joven arrodillarse con un anillo en la mano y una banderola en la otra. Tras difundirse el material audiovisual en las redes sociales, un sector de la población se preguntó qué sucedió antes y después de la pedida de mano. Es por ello que Infobae Perú conversó con la protagonista de esta historia, una joven cuyo nombre podría ser recordado por las mujeres que quieren pedirle matrimonio a sus parejas.
Lucía y Ayrton, una pareja que ganó el partido de su vida
A menudo se dice que el fútbol une a las familias cada vez que juega la selección peruana o el club favorito de los parientes; sin embargo, esta frase se queda corta, pues la realidad nos dice que en las tribunas circula el amor y no se refiere al sentimiento que se siente por el equipo. Lucia Calle, la mujer que le pidió la mano a su pareja, puede corroborar que dentro de los estadios se gesta el amor.
Lucia y Ayrton se conocieron en el frontis del estadio de Matute hace un año y medio, aproximadamente. Desde la primera vez que se vieron, sabían que había algo que los unía: su amor por Alianza Lima. Con el pasar del tiempo, ambos empezaron a ir a los estadio juntos. Conversaban de todo un poco, pero cuando hablaban de Alianza Lima, un sentimiento de orgullo y alegría inundaba sus corazones.
El tiempo transcurría, y su pasión por el club ‘íntimo’ aumentaba. Entre cánticos y celebraciones, iba floreciendo el amor que se consumó cuando Lucia le propuso matrimonio a su pareja en la ‘Noche Blanquiazul’. No había un escenario más idóneo para su propuesta de matrimonio que aquel, pues era indispensable que Alianza Lima fuera testigo de este momento trascendental en sus vidas.
“Se puede decir que el cupido de nosotros fue Alianza Lima. Entonces, sí o sí, yo quería que fuera frente a un partido de Alianza. Yo quería pedirle la mano frente a los colores que nos enamoraron”, contó la joven.
En la ‘Noche Blanquiazul’, los jóvenes celebraron por partida doble: primero por el amor y luego por la victoria de su equipo. Como es sabido, esa noche Alianza Lima ganó 2-0 a Once Caldas. Hernán Barcos anotó dos goles en el segundo tiempo, pero en el entretiempo hubo un gol del cual fueron testigos algunos hinchas que se encontraban cerca de las butacas de los jóvenes enamorados. La aficionada blanquiazul había lanzado un balón directo al corazón de su pareja. Aquellos que presenciaron este evento romántico lo celebraron con la misma euforia que se viviría por un gol de Alianza Lima.
“Una de las tías de Ayrton sí sabía que le iba a pedir matrimonio a su sobrino. Ella me mira a los ojos en el entretiempo y ahí le digo a mi pareja: ‘¿Nos podemos tomar una foto?’. Luego de decir sí, se para y yo hago todo lo que pasó (...). Yo quería llorar, pero no podía porque estaba muy nerviosa”, relató, visiblemente emocionada.
Lucia no experimentó nerviosismo durante el entretiempo. Sin embargo, según relató a nuestro medio, sus emociones la desbordaron justo en la entrada del Estadio Nacional durante la revisión. Ella no quería que su pareja se enterara de que llevaba un anillo. En cuanto a la banderola, ella la tenía guardada debajo de la camiseta.
“Estaba sudando y me sentía nerviosa. Lo que hice fue sacarme el gancho y hacer como que lo ponía en mi pantalón. Luego metí mi mano al chaleco, saqué el anillo, me lo puse en la pretina del pantalón igual que el gancho, y cuando iba a pasar por la seguridad, uno de los policías me dice: ‘Señorita, regrese, vamos a traer a una chica para que la revise’. Yo pensé que se habían dado cuenta de que tenía un anillo’”, mencionó.
Por fortuna, no lo descubrieron. Antes de que la mujer de seguridad la revise, Lucia coloca el anillo en la parte de adelante de su pantalón y bota el gancho. Pudo pasar con el anillo, ya que la encargada de la seguridad de la puerta pasó sus manos por sus caderas y alguna parte de su cintura. La detección del anillo no habría afectado su amor, ya que ambos ya habían dialogado acerca de la posibilidad de casarse y sobre la propuesta de matrimonio que Ayrton planeaba hacerle.
Hablar sobre matrimonio semanas o meses antes de hacer la propuesta formal puede parecer poco común. Esta percepción surge al observar videos de propuestas matrimoniales, donde las reacciones de sorpresa son evidentes. No obstante, a pesar de estar al tanto de su futuro matrimonio, Ayrton se mostró genuinamente sorprendido por la acción de su pareja en medio del estadio.
Pero, ¿cuál es la fuente de esta emoción? La aficionada de Alianza Lima señaló que su pareja inicialmente pensó que era una broma cuando ella mencionaba que le propondría matrimonio algún día. Lo que ambos tenían claro es que su futuro estaba juntos y que durante un viaje, Ayrton planificaba pedirle a Lucía que se casara con él.
Lo que hizo Lucia en el Estadio Nacional fue elogiado por las muchas mujeres que comentaron que les gustaría hacer lo mismo en algún momento de sus vidas. Sin embargo, los varones manifestaron ideas machistas que no son dignas de ser contadas. A pesar de las críticas, la joven sigue firme en la decisión que tomó y está contenta por inspirar a otras mujeres.
“Me gustó mucho ser pionera en esto y romper los estereotipos. No me importó el qué dirán, ya que tuve los ovarios bien puestos para decirle a mi pareja que si quiere casarse conmigo. Con mi acción quise también motivar a las mujeres”, sostuvo.
El matrimonio no es ajeno a la vida de Lucia, pues sus padres contrajeron nupcias y tienen más de 30 años de casados. Desde muy niña, Dios estuvo presente en la casa de sus padres y también en los corazones de todos los miembros de su familia. En la actualidad, Dios sigue presente en esta mujer que había descartado de su vida el matrimonio.
“En mi relación, Dios nos ayudó mucho. Nos ha ayudado con su bendición, con su fuerza espiritual. La palabra de Dios nos dice que los problemas se solucionan, siempre y cuando haya amor verdadero”, reflexionó Lucia, quien cree que uno se casa una sola vez en la vida.
En una sociedad donde las tradiciones a menudo delinean el curso del amor y el compromiso, una mujer peruana rompió con los estereotipos al pedirle matrimonio a su pareja. En plena ‘Noche Blanquiazul’, ella se arrodilló, sosteniendo entre sus manos una pequeña caja que contenía más que una promesa: un desafío a las convenciones y un testimonio del amor a prueba de prejuicios. Su gesto no solo marcó el inicio de un nuevo capítulo en sus vidas, sino que también se convirtió en un acto simbólico de empoderamiento y cambio cultural, demostrando que el amor y el compromiso trascienden los roles de género tradicionales.