¿Qué pasó un día como hoy? Un 15 de febrero marcado por eventos significativos en la historia peruana. En 1824, el Congreso nombra a Antonio José de Sucre como Mariscal de Ayacucho, figura clave en la independencia sudamericana. En 1825, Huamanga adopta el nombre de Ayacucho, destacando por su rica herencia cultural.
Y en 1901, se fundó Alianza Lima, el club de fútbol más antiguo de la Primera División peruana. En 1917, el poeta Leónidas Yerovi fue asesinado, dejando su huella en la literatura.
Y en el 1992, María Elena Moyano, líder social, fue cruelmente asesinada por Sendero Luminoso, destacando su valiente defensa de los derechos humanos y la paz.
15 de febrero de 1824 - El Congreso peruano nombra Mariscal de Ayacucho al general Antonio José de Sucre
Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, conocido como el Gran Mariscal de Ayacucho, fue una figura clave en la independencia de América del Sur. Nacido en 1795 en Cumaná, Venezuela, inició su carrera militar en 1810 y ascendió rápidamente, destacándose en diversas batallas.
En 1824, como comandante del Ejército Unido Libertador, logró la victoria en la batalla de Ayacucho, consolidando la independencia sudamericana.
Además de su destacado rol militar, Sucre tuvo roles diplomáticos y civiles, llegando a ser presidente de Bolivia. Su legado perdura, y la capital boliviana lleva su nombre en honor al Gran Mariscal de Ayacucho.
15 de febrero de 1825 - El Congreso le cambia de nombre a Huamanga y dispone que se denomine “Ayacucho”
Ayacucho, fundada como Huamanga en 1540, es una ciudad peruana rica en patrimonio cultural y artístico. Se destaca por sus numerosos templos coloniales, motivo por el cual es llamada la “Ciudad de las Iglesias”.
Su arquitectura barroca y tradición la han convertido en un conjunto arquitectónico notable. Famosa por la artesanía, especialmente los tallados en alabastro y los cotizados retablos ayacuchanos, la ciudad ha sido declarada “Capital del Arte Popular y de la Artesanía del Perú”.
Su fervor católico se refleja en más de treinta templos virreinales y festividades como la Semana Santa, considerada la segunda más importante del mundo
15 de febrero de 1901 - se funda el club de fútbol Alianza Lima
Alianza Lima, fundado en 1901, es el club de fútbol más antiguo de la Primera División del Perú. Conocido como “Sport Alianza” al principio, adoptó su nombre actual en honor a la caballeriza Alianza.
Reconocido como uno de los tres grandes del fútbol peruano, ha ganado veinticinco títulos nacionales. Sus colores, azul y blanco, reflejan la influencia italiana de uno de los fundadores.
El Estadio Alejandro Villanueva, apodado “Matute”, es su hogar. Mantiene rivalidades con Universitario de Deportes y Sporting Cristal. Considerado el sexto club más popular de Sudamérica en 2019, según la CONMEBOL.
15 de febrero de 1917 - el poeta Leónidas Yerovi es asesinado
El 15 de febrero de 1917, el escritor y poeta limeño Leónidas Yerovi fue asesinado, dejando una huella significativa en la literatura peruana.
Aunque no tuvo formación universitaria ni carrera pública, se destacó como periodista profesional, colaborando en La Crónica y Variedades bajo el seudónimo “Hombre X”. Fundó el diario Crítica en Buenos Aires en 1914.
Su temprana desaparición a manos del arquitecto chileno Manuel José Sánchez, motivado por celos hacia la actriz Ángela Argüelles, marcó su trágico final. Su soneto “Recóndita” se inmortalizó como vals gracias al compositor colombiano Pedro Morales Pino.
15 de febrero de 1992 - María Elena Moyano Delgado, dirigente vecinal y teniente alcaldesa de Villa El Salvador, es cruelmente asesinada por Sendero Luminoso
El 15 de febrero de 1992, la líder social María Elena Moyano fue asesinada por Sendero Luminoso en Villa El Salvador, Lima. Desde joven, Moyano participó en iniciativas comunitarias y lideró programas de salud y educación.
Integrante activa de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador, defendió los derechos de las mujeres y combatió la violencia terrorista de Sendero Luminoso. A pesar de las amenazas, no cedió ante la intimidación.
Su asesinato, perpetrado con explosivos, conmovió al país y generó protestas. María Elena Moyano dejó un legado como defensora de la paz y los derechos humanos.