La reciente declaración del futbolista Paolo Guerrero de no jugar en la Universidad César Vallejo, luego que su madre fuera amenazada de muerte por delincuentes que pertenecerían a la banda ‘Los Pulpos’, es un buen ejemplo del enorme fracaso en lo que se refiere a la gestión de César Acuña para combatir la inseguridad ciudadana en La Libertad.
Los datos no mienten sobre la delicada situación que ocurre en una de las regiones más importantes del norte del Perú. Según el general PNP José Zavala, de la III Macro Región Policial, hasta el 25 de enero pasado se habían contabilizado un total de 25 muertes. Es decir, una persona ha muerto por día en lo que va este 2024.
Sin embargo, otros delitos se cometen a diario como el secuestro, robo de negocios y vehículos, y otro tipo de delitos informáticos. Un clima que no mejora y tiene un registro inmediato como los 351 crímenes que se dieron en el 2023.
A raíz de esta situación complicada, el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte decidió declarar en Estado de Emergencia por 60 días a cuatro provincias de La Libertad —Trujillo, Ascope, Virú y Pataz— cuya vigencia comenzó ayer.
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional tienen el control de las calles liberteñas, pero no se hubiese llegado a este escenario sin que Acuña tenía la obligación de tomar medidas a tiempo porque incluso su propia familia fue víctima de la delincuencia.
Recordemos que su hija Kelly Acuña sufrió el robo de 150 mil dólares por parte de criminales que ingresaron a su vivienda en el distrito de La Molina cuando se encontraba con sus pequeños hijos.
Viajero y trabaja poco
César Acuña asumió el gobierno regional de La Libertad el 1 de enero del 2023. Y pese a que debería estar liderando la lucha contra la criminalidad organizada, el también líder de Alianza para el Progreso (APP) se la ha pasado más en el extranjero aprovechando sus vacaciones adelantadas.
Según el diario Correo, Acuña ha estado por lo menos 45 días fuera del país. Sus destinos preferidos han sido España y Francia. El político ha alegado ‘motivos personales’ para trasladarse a estos países de Europa, pero existe una gran suspicacia en la población porque observan que está más tiempo fuera de la gobernación cuando debería estar al frente del liderazgo contra la inseguridad.
La situación de Acuña se complica más porque tampoco estaría ejerciendo a tiempo completo su cargo, ya que solo laboraría dos horas diarias en la semana. Incluso, él mismo lo ha reconocido en una entrevista a un medio de comunicación de Trujillo.
“Estamos tranquilos. Yo estoy muy contento con el equipo que he conformado, trabajan muy bien, trabajan a mi ritmo, porque trabajar de las 24, 20 horas es bastante. Conmigo no hay horario, tú eres testigo de que yo llego a las ocho de la noche y trabajamos hasta las diez de la noche; eso no se trabaja en ninguna región”, mencionó en el programa La Hora de la Región.
Las pocas horas de trabajo reconocidas por Acuña lo han llevado a que reconozca su falta de énfasis en luchar con la inseguridad ciudadana.
“No haber priorizado lo más que se haya podido en el tema de seguridad. Debía ponerle más esfuerzo, más pasión, debería dedicarme más. Podría reconocer que ha faltado liderar el tema de seguridad (…) Me ha faltado liderar el tema de seguridad”, indicó.
“Tengo que cumplir con lo que me corresponde, soy el gobernador y represento a los 2 millones de liberteños. Yo soy el que tengo que hablar por ellos”, acotó el también presidente del Comité Regional de Seguridad Ciudadana (Coresec).