Vecinos de Miraflores salieron a las calles este 13 de febrero. Un considerable grupo (se reportaron más de 500 personas) se congregó de manera pacífica frente a las instalaciones de la municipalidad, a las 5 p.m., cerca al parque Kennedy. Los ciudadanos expresaron su descontento con la administración del alcalde Carlos Canales, y exigen pronta revocatoria tras diversas acciones controversiales.
Los asistentes se manifestaron contra las prohibiciones extremas en el espacio público que el burgomaestre ha instalado desde su llegada a la alcaldía. Por ejemplo, la creación de un centro de convenciones en el Estadio Manuel Bonilla, la suspensión de la galería de arte Luis Miró Quesada, el retiro y cierre del skatepark, entre otros.
Las solicitudes de los vecinos, además de pedir una política equitativa para el uso de los espacios públicos, los cuales son vistos como derechos fundamentales de la comunidad, también exigen mejoras en la seguridad del distrito y una gestión más eficiente de la limpieza.
En medio de cánticos donde se pedía la revocatoria del actual alcalde, los manifestantes señalaron una desconexión entre las necesidades de la población y las acciones del gobierno municipal.
Los residentes de Miraflores lo consideran una falta de atención y soluciones por parte del gobierno local a sus reclamos. Por lo que buscan hacer oír su voz a través de estos actos cívicos, esperando promover un cambio significativo en la administración de su distrito y asegurar una mejora en la calidad de vida.
¿Cuáles son los reclamos de los vecinos de Miraflores?
El movimiento ciudadano se organiza para lanzar un proceso de revocatoria contra el alcalde Carlos Canales, asociado al partido conservador de Rafael López Aliaga. La campaña busca abordar las quejas crecientes contra la gestión municipal por su enfoque restrictivo en el uso de espacios públicos.
Este impulso surge en respuesta a políticas consideradas como hostigamiento a ciudadanos que buscan realizar actividades al aire libre, tales como meditación y ejercicio, en espacios públicos del distrito. Se destaca la controversia en el parque Grau, ahora clasificado como “zona intangible”, donde solo se permiten homenajes a héroes nacionales. Además, hay críticas hacia la administración por favorecer intereses comerciales privados sobre la accesibilidad pública y por manejos cuestionables en asuntos de construcción y zonificación. Reportes indican incluso contrataciones inapropiadas dentro del equipo del alcalde.
El descontento ciudadano se ha manifestado en varios frentes, incluyendo el retiro de bancas públicas y la intervención de espacios destinados para el entretenimiento juvenil, como el skatepark. El movimiento por la revocatoria busca hacer valer los derechos democráticos de los residentes frente a lo que perciben como una administración autoritaria.
Se espera que el proceso de recopilación de firmas y la organización de movilizaciones resalten la demanda popular por un cambio en la política de administración de los espacios públicos y la gobernanza local.
Comunidad LGTB contra gestión de alcalde de Miraflores
La comunidad LGTBI en Perú ha convocado a un acto de protesta denominado “besatón” así como a ceremonias simbólicas de boda para el próximo 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, en Miraflores, uno de los distritos más restrictivos de Lima. Esta movilización surge en respuesta a la decisión del alcalde Carlos Canales, miembro del partido Renovación Popular, quien rechazó una solicitud para celebrar bodas simbólicas LGTBI en el Parque del Amor, un evento que se había llevado a cabo durante más de veinte años.
La negativa del alcalde Canales ha sido interpretada por la comunidad LGTBI y sus aliados como una acción que perpetúa la violencia y discriminación hacia este colectivo. Jorge Apolaya, representante del colectivo Marcha del Orgullo, enfatizó que las restricciones impuestas por la municipalidad no deben ser una excusa para limitar la libertad de expresión y reunión de las personas LGTBI, derechos amparados por la Declaración Universal de Derechos Humanos.
La administración de Canales justificó su negativa alegando que el Parque del Amor estaba reservado previamente para eventos institucionales, dejando a la comunidad LGTBI sin espacio para sus celebraciones. Esta decisión ha sido fuertemente criticada, no solo por sus repercusiones inmediatas, sino también como muestra de una tendencia conservadora que busca limitar los espacios de expresión y visibilidad de la comunidad LGTBI en espacios públicos.