El último martes 13 de febrero, la presidenta Dina Boluarte le tomó juramento a cuatro nuevos ministros de Estado, entre ellos, se dispuso el cambio de Jorge Chávez Cresta, quien se encontraba a cargo del Ministerio de Defensa, pero cuya gestión se vio marcada por una serie de irregularidades que habían puesto bajo el reflector la labor del exfuncionario. El hombre que hasta la semana permanecía en el despacho de Defensa luego poco más de un año en el cargo.
Los presuntos motivos de la salida de Chávez Cresta se centrarían en dos hechos principales en los que el exministro no había podido rendir las cuentas y demostrar adecuadamente sus labores; estos tienen que ver con las denuncias de tráfico de armas a Ecuador, las cuales provenían del Ejército Peruano, según las investigaciones del vecino país; y la reciente denuncia emitida por parte de un sargento del Pentagonito, en la que devela un nuevo caso de ‘gasolinazo’ dentro de la institución castrense.
El escándalo de las armas del Ejército del Perú usadas por bandas criminales de Ecuador
Los cuestionamientos en contra del Ejército del Perú por este caso se dieron inicio a mediados de enero de este año; cuando, tras la sonada intrusión de una banda criminal en un programa de televisión en Ecuador, la policía de dicho país pudo determinar que una de las granadas que estos malhechores tenían en su posesión tenían el emblema y sello del ejército peruano.
Así se supo mediante las declaraciones del general ecuatoriano Víctor Herrera a un medio de dicho país, en el que afirmó que “tras varios minutos, consiguieron que [los atacantes] entreguen las armas. Portaban armas recortadas correspondientes a guardias de seguridad, pistolas semiautomáticas, dos explosivos y una granada de utilización militar [...] con insignias de las FF. AA. de Perú”. “Esto nos da cuenta de que muchos de los grupos delincuenciales están trabajando con armas que son contrabandeadas desde Colombia y Perú”, se supo, según lo detallado por medios ecuatorianos.
Como si estas acusaciones no fueran suficientes, posteriormente se reveló un informe de la inteligencia ecuatoriana en el que se implicaba a la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército como la principal proveedora de equipos ilegales a las bandas criminales ecuatorianas, convirtiéndose el hecho en un escándalo de tráfico de armas ilegales.
Además, en el momento más álgido de los cuestionamientos, el mismo Chávez cresta reveló que los artefactos que se habían encontrado en Ecuador pertenecientes al Ejército del Perú tenían que ver con”municiones y unas cuantas armas”, intentando restarle importancia al hecho.
El ‘gasolinazo’ reportado dentro del Pentagonito
Mientras tanto, en el caso del ‘gasolinazo’, se detallan una serie acusaciones realizadas por un sargento del Ejército del Perú; quien reveló acciones ilícitas dentro del Cuartel General del Ejército del Perú, también conocido como el Pentagonito, ubicado en el distrito de San Borja. La acusación se refiere a un presunto robo sistemático de gasolina al Estado peruano, siguiendo un patrón de operación ya observado en casos previos.
Por este hecho el exministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta también emitió un pronunciamiento, en el que afirmaba que se había tomado conocimiento de un total de 12 implicados en la red de robo y adquisición de gasolina del Estado, los cuales se habían realizado de manera ilícita y que implicaría a coroneles, tenientes y mayores del Ejército.
“Hasta el momento, tenemos 12 personas identificadas por el sargento. En lo que se puede apreciar, tenemos implicados que están en el grado de coroneles, tenientes-coroneles, mayores, y hasta capitanes que están anotados en el WhatsApp del sargento que ha proporcionado esta información. Correspondiente a ello se darán todas las acciones en el marco de lo que está realizando la Inspectoría en el más breve plazo para identificar y sancionar a aquellas personas que han comprado combustible”; afirmó Jorge Chávez Cresta.