En Ayacucho, los carnavales, que se extienden del 10 al 14 de febrero, están en su apogeo, y la ciudad recibe a 130 comparsas aproximadamente, reflejando la diversidad y vitalidad cultural que define esta tradicional celebración anual. Sin embargo, la alegría y el espíritu festivo se vieron empañados por un incidente lamentable: un enfrentamiento entre la Policía Nacional del Perú (PNP) y la comparsa del Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho (Fredepa) dejó como saldo una persona herida.
El alcalde provincial de Huamanga, Juan Carlos Arango, aseguró que el Carnaval Ayacuchano, reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación desde 2003, se desarrollaría bajo estrictas medidas de seguridad, coordinadas entre múltiples instituciones intersectoriales.
Sin embargo, este incidente ocurrió durante la tercera jornada de carnaval, cuando las comparsas, provenientes de diversos barrios y organizaciones, se dirigían hacia el parque principal. La comparsa del Fredepa irrumpió con un vehículo adornado con muñecos caricaturescos de la presidenta de la República, Dina Boluarte, y del gobernador regional, Wilfredo Oscorima, desatando la controversia al intentar ingresar al lugar, desafiando las reglas establecidas.
La intervención de los organizadores, negando la entrada de vehículos con comparsas ese día, provocó una reacción y desencadenó un enfrentamiento con la policía, que incluso empleó una bomba lacrimógena, resultando en la lesión de un exdirigente de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP). Este incidente generó inquietud entre los presentes y provocó reclamos de algunas comparsas, que argumentaban su derecho a participar libremente en la festividad.
Cánticos contra los policías
En medio de los eventos festivos, una comparsa de mujeres proveniente de Huamanga, vestidas con trajes blancos y capas azules, manifestó abiertamente su descontento hacia la policía a través de un cántico desafiante.
Mientras danzaban, las integrantes del grupo entonaron un cántico que resonó en el ambiente, reflejando el sentir de una parte de la comunidad frente a los acontecimientos recientes: “Policía, policía, asesina policía. Robas plata, matas gente, qué vergüenza, policía. Robas plata, matas gente…”. Este cántico, cargado de crítica y denuncia, se convirtió en una expresión directa del malestar y la indignación ante la actuación policial.
Ayacuchanos reclamaban intento de censura
La controversia se ha desatado en Ayacucho debido a un presunto intento de censura por parte de la Defensoría del Pueblo, generando tensiones en el ambiente festivo. Representantes de la Dirección Descentralizada de Cultura y la Defensoría del Pueblo expresaron su intención de imponer medidas regulatorias sobre el contenido de las coplas y cánticos interpretados durante el carnaval. Estas instituciones instan a las autoridades locales a ejercer control sobre las manifestaciones artísticas que, en ocasiones, critican de manera humorística a los gobernantes y la gestión pública.
En Ayacucho, las comparsas y grupos organizados que participan en los carnavales utilizan tradicionalmente la música y la letra como herramientas para reflejar el sentir popular. Empleando la ironía y la parodia, comentan sobre la realidad política y social de su entorno, contribuyendo así a la riqueza cultural de la festividad.
Colegio de Abogados defiende cánticos contra Dina Boluarte
El Colegio de Abogados de Ayacucho levantó su voz en defensa de los cánticos que, se espera, formen parte de un desfile durante el cual se entonarán coplas con potencial contenido crítico, dirigidas hacia Dina Boluarte y otras autoridades.
La intención de regular o restringir estos cánticos fue vista por el Colegio de Abogados de Ayacucho como un intento de censura, lo cual llevó a la institución a emitir un comunicado. En este documento, expresaron su firme rechazo hacia cualquier mecanismo, ya sea directo o indirecto, que busque coartar el ejercicio del derecho fundamental a la libertad de expresión. Especialmente, señalaron, en el contexto de manifestaciones culturales en la tradición popular, como los carnavales de la ciudad de Ayacucho.
Además, indicó que los intentos de censurar la expresión cultural popular, ya sea a través de cánticos, poemas, dibujos u otras formas artísticas, son indicativos claros de un gobierno que no respeta a sus ciudadanos.