Aproximadamente a tres horas de Lima, en la provincia de Oyón, un nuevo producto ha comenzado a ganar popularidad por su singularidad y beneficios nutricionales: el helado elaborado a partir de sangrecita de cuy.
Este innovador helado, destacado por su alto contenido en hierro, no solo ha captado la atención del público local, sino que también ha empezado a expandirse en el mercado a través del proyecto Haku Wiñay del Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes).
Este tiene como objetivo principal incrementar los ingresos de los emprendimientos que se han autogestionado en los hogares en situación de pobreza y pobreza extrema, ubicados en los centros poblados rurales de la costa, sierra y selva del país.
Empoderamiento económico: mujeres lideran negocio
En el emprendedor pueblo de Cochamarca —uno de los seis distritos de la Provincia de Oyón— el innovador helado a base de sangrecita de cuy ha puesto a Alejandra Collazos, Analy Espada y Johana Collazos en el foco de atención nacional. El peculiar producto, resultado de la creatividad culinaria de estas tres primas, las llevó a ser finalistas en un concurso organizado por Foncodes, parte del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
El proceso de creación del helado de sangrecita de cuy implicó múltiples pruebas y adaptaciones hasta lograr un balance perfecto entre sabor y valor nutritivo. Las creadoras de este producto buscaron ofrecer una nueva experiencia gastronómica y contribuir a la lucha contra la anemia, una problemática de salud pública en varias regiones de Perú.
Por tal razón, su participación en la competencia de Foncodes fue importante para mostrar el potencial de la cocina regional en la innovación de productos con un fuerte ancla en la tradición ancestral y la nutrición.
Hoy, mediante el proyecto denominado Haku Wiñay, las mujeres emprendedoras reciben asistencia técnica y financiera para fortalecer sus operaciones y, por ende, incrementar sus ventas, lo que ha resultado en una expansión comercial de sus derivados lácteos.
Asimismo, acceden a equipamiento esencial como congeladoras, batidora, licuadora, ollas, cocina, prensa de queso y mesa de aluminio, lo que ha contribuido no solo a la elaboración de helados, sino también a la producción de yogurt, quesos, mantequilla y manjar blanco.
¿Cómo lo hacen y dónde lo venden?
El helado elaborado a base de sangrecita de cuy es mezclado con leche de vaca, azúcar y diversas frutas, que tras un meticuloso proceso de licuado y refrigeración, adquieren sabores como chocolate, durazno y menta.
Estos productos, arraigados en la tradición local y con un notorio valor agregado en términos de salud, han encontrado un mercado entusiasta tanto en Cochamarca como en áreas circunvecinas.
Alejandra, una de las emprendedoras, comparte que inicialmente los productos se vendían únicamente en Cochamarca, pero ahora han logrado expandir su mercado a los caseríos del Valle de Quilca y al pueblo de Colcapampa.
La estrategia de ventas se concentra en eventos locales, como partidos de fútbol y festividades, donde yogurt y helados son bien recibidos por la comunidad.
La visión de estas mujeres es extender la disponibilidad de su producto a todo el país, promoviendo al mismo tiempo la inclusión económica y el bienestar de más familias peruanas.
La determinación y el carácter innovador de Alejandra, Analy y Johana han sido fuente de inspiración para su comunidad, demostrando el impacto positivo que el emprendimiento femenino puede tener en el desarrollo social y económico regional.