Activistas y organizaciones por los derechos de la comunidad LGTBI anunciaron este lunes que se manifestarán contra el alcalde de Miraflores, Carlos Canales, cuya gestión rechazó una solicitud para realizar el evento de bodas simbólicas ‘El Amor No Discrimina’, que se celebra desde hace más de dos décadas en el Parque del Amor del distrito.
A pesar del veto de la comuna, la diversidad mantendrá en pie la realización de las uniones representativas y un ‘besatón’ este 14 de febrero, desde las 17:00 horas. “La Red Peruana TLGB continuará estos eventos contra la homofobia municipal. Nos hemos sumado y estamos convocando a las personas LGTBI y aliados para este día”, dijo a Infobae Perú el representante del colectivo Marcha del Orgullo, Jorge Apolaya.
La gestión de Canales ―integrante del partido ultraconservador Renovación Popular— alegó, sin más opciones, que el Parque del Amor estará destinado a actividades institucionales programadas para la misma fecha de las bodas simbólicas. El burgomaestre ya había negado autorización para el evento el año pasado, un mes después de juramentar en el cargo. Ocurre en un distrito pionero para la diversidad, pues alberga el club LGBTQ más importante del país y cuenta con una ordenanza que prohíbe cualquier forma de discriminación (N.° 437-2015/MM).
“Rechazamos que la municipalidad recurra a justificaciones para perpetuar la violencia hacia las personas LGTBI. Ningún cumplimiento de ningún requisito debe ser motivo para que las personas dejen de ejercer su libertad de expresión o reunión”, siguió el activista antes de recalcar que este derecho está protegido por la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Perú, un país rezagado en políticas para la comunidad LGTBI, no cuenta con una Ley de identidad de género, ni contra crímenes de odio, ni sobre cupo laboral trans, ni matrimonio igualitario. ‘El Amor No Discrimina’ reivindica ese vacío de políticas con la instalación de un mini-estrado que permite a cada pareja subir y registrar su unión como si fuera una boda real.
“200 años de independencia del Perú. 100 años desde que se despenalizó la homosexualidad. La Municipalidad de Miraflores se quedó en la prehistoria. Lo que menos debemos hacer es quedarnos de brazos cruzados. Frente al odio, besos. Frente a la homofobia, nuestros afectos públicos”, invocó Apolaya, uno de los promotores de la marcha más concurrida del país.
Para el 13 de febrero, un día antes de las bodas simbólicas y el ‘besatón’, la organización feminista Manuela Ramos también ha convocado a una marcha contra los crímenes de odio de trabajadoras sexuales trans. La manifestación iniciará a las 14:00 horas en el cruce de Jirón Chancay con Zepita, en el cercado de Lima.
“Hace un año asesinaron cruelmente a dos compañeras trans en el Centro de Lima, y sus muertes siguen impunes. Por eso, el martes 13/02 saldremos nuevamente a las calles. Marchemos juntxs, exigiendo justicia por las que ya no están”, se lee en un pronunciamiento difundido en la plataforma de X, antes Twitter.
Marcha del Orgullo
El líder del partido de Canales, Rafael López Aliaga, prohibió el año pasado que la Marcha del Orgullo finalice en la plaza San Martín, una tradición que ya se había roto en 2016, durante la segunda gestión de Luis Castañeda Lossio. El burgomaestre de Lima señaló que entonces el espacio público de la avenida Nicolás de Piérola está destinado a la actividad turística, uno de los ejes en los que se ha enfocado su administración.
Previamente, los promotores de esta movilización —que desde hace dos décadas reivindica los derechos LGBTI— informaron que la comuna limeña no accedió al permiso, pese al llamado de activistas y la Defensoría del Pueblo. En su lugar, la administración conservadora cedió la Alameda 28 de Julio.
De acuerdo con una encuesta realizada por el Gobierno en 2017, el 8% de la población peruana es parte de la comunidad LGBTI.