El pasado lunes 5 de febrero, Arequipa se ve inmersa en una preocupante crisis: la escasez de agua. Las intensas precipitaciones en las áreas montañosas han desencadenado el ingreso de lodo, dejando a la ciudad sin acceso al líquido vital. A pesar de las promesas de Sedapar, la empresa de servicios de agua y alcantarillado, de restablecer el suministro para el 8 de febrero, aún persisten problemas en varios sectores.
En zonas como José Luis Bustamante y Rivero, Socabaya, Sachaca y Cerro Colorado, el servicio de agua potable aún no fue restablecido por completo. Por consiguiente, la distribución mediante camiones cisterna ha continuado en algunas localidades de estos distritos. En particular, los residentes de la Campiña en Socabaya se encuentran en una situación desesperada y claman por la intervención de Sedapar, agradeciendo incluso la ayuda brindada por “Pinochito”, el rochabus de la Policía.
Mañana, 12 de febrero, se cumplirá una semana desde que se suspendió las operaciones en las plantas de tratamiento Miguel de la Cuba Ibarra y La Tomilla, ubicadas en Charcani (Cayma), debido al incidente. Aunque se realizaron labores de limpieza cerca de los puntos de captación de agua en el río Chili, la reposición del suministro fue lenta.
¿Qué sucedió en Arequipa?
Hace seis días, una lluvia de aproximadamente 20 minutos activó las quebradas Teleférico y Mata Gente, causando una gran turbidez en la zona. Sedapar tenía conocimiento de los riesgos asociados, particularmente con la quebrada Mata Gente. Ante esta situación, la empresa tuvo que cortar el suministro de agua para el 88 % de la población arequipeña, afectando a numerosos distritos y sectores de la ciudad.
Según el comunicado N° 038-2024 de Sedapar, los trabajos de mantenimiento en las plantas están en marcha. La Tomilla fue completamente restaurada, mientras que la planta Miguel de la Cuba Ibarra está al 99.5 % de su capacidad. Sin embargo, la baja presión del agua sigue siendo un problema, especialmente para áreas como La Campiña (Socabaya), el asentamiento humano Simón Bolívar (José Luis Bustamante y Rivero) y Alto de Amados (Sachaca). Para paliar esta situación, la empresa dispuso la distribución de agua mediante camiones cisterna en estos lugares.
Más problemas se suman a la falta de agua
A las dificultades mencionadas se suma la rotura de una tubería principal en Cerro Colorado, dejando sin agua a áreas como Semi Rural Pachacútec y el pueblo joven Túpac Amaru. El equipo de mantenimiento tuvo que trabajar arduamente para reparar la tubería y restablecer el servicio, lo que se logró alrededor de las 11:40 de la mañana.
La población afectada se vio obligada a formar largas filas con baldes, bidones y botellas para obtener agua, mostrando su frustración tanto con Sedapar como con las autoridades municipales. Los residentes critican la escasa ayuda proporcionada por la empresa de saneamiento y señalan la ausencia de apoyo por parte de la municipalidad de Socabaya.
“¿Cómo es posible que todavía no tengamos agua? Sedapar, por favor, piensen en los más vulnerables y aceleren las labores de restablecimiento”, expresó una madre de familia preocupada por el bienestar de sus hijos.
Es importante destacar que varios sectores de la ciudad continúan sufriendo la falta de agua, y los residentes denuncian la insuficiencia de las cisternas o la ausencia total de las mismas. La situación sigue siendo crítica y requiere una acción inmediata por parte de las autoridades pertinentes.
Autoridades se suman a la ayuda
Ante la escasez de cisternas, el Municipio Provincial de Arequipa habilitó algunas unidades. En un comunicado, informaron que enviarán cisternas de agua no potable, destinadas para la limpieza y servicios higiénicos de la población afectada. Además, el municipio provincial anunció que la atención en la comuna durante el miércoles 7 y jueves 8 de febrero será únicamente hasta la 1 de la tarde.
La Unidad de Servicios Especiales (USE) de Arequipa desplegó decenas de efectivos con el vehículo tanqueta conocido como Pinocho. Este equipo llegó al parque Santa Teresa de Calcuta, proporcionando agua potable a áreas afectadas que aún no reciben este insumo vital. La acción busca mitigar los efectos de la escasez y garantizar el acceso a un recurso fundamental para la población arequipeña.