La ciudad de Arequipa enfrenta una crisis hídrica por segundo día. La compañía responsable de administrar el servicio cortó la distribución, pues las plantas La Tomilla y la de Miguel de la Cuba Ibarra, dejaron de producir agua potable debido al alto nivel de turbiedad del río Chili, a causa de las intensas lluvias registradas el lunes pasado.
Ante esta situación, el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Arequipa (Sedapar) ha recibido duras críticas por no abastecer de agua a la población debidamente ante la crisis. La ola de descontentos aumentó luego de que la compañía emitiera un mensaje en el que sugería a los ciudadanos instalar tanques de agua en sus domicilios para que estén preparados ante estas situaciones de escasez hídrica
El repudio público surgió tras la publicación de un video institucional en el que se presentaba esta medida como solución preventiva, lo que fue percibido por muchos como una muestra de falta de empatía hacia aquellos sectores de la población que enfrentan serias dificultades económicas, para quienes no pueden ni siquiera adquirir agua embotellada.
“Los momentos difíciles nos enseñan que debemos de estar, siempre, preparados. Es bueno instalar algún dispositivo de almacenamiento alternativo en nuestros hogares”, se lee en la publicación de Sedapar.
Las críticas se intensificaron después de que se divulgase otro video donde el personal de la empresa realizaba labores de limpieza en las represas, material que posteriormente fue eliminado. Aunque en algunos distritos el suministro de agua se ha ido restableciendo gradualmente, en diversas áreas de la ciudad el problema persiste sin cambios significativos.
Mientras tanto, continúan las largas filas de personas obtener agua de los camiones cisternas para sus actividades diarias, esto luego que se interrumpiera el servicio desde hace dos días.
¿A qué se debe el corte masivo de agua en Arequipa?
Arequipa enfrenta una crisis de abastecimiento de agua por segundo día consecutivo, debido a la imposibilidad de Sedapar, la entidad encargada de la potabilización del agua en la región, de captar el recurso hídrico a causa de una elevada turbiedad en el río Chili. Este fenómeno ha sido provocado por las intensas lluvias en las zonas altas que desencadenaron huaicos, arrastrando consigo una gran cantidad de tierra, escombros y desechos orgánicos hasta el cauce del río.
La problemática se origina en la alteración de la calidad del agua del río Chili, vital para el suministro de la Ciudad Blanca, que ha sobrepasado los niveles de turbidez admisibles para su tratamiento por Sedapar. Esta situación ha obligado a la entidad a suspender la captación del agua, dejando 300 mil conexiones domiciliarias sin servicio. La falta de abastecimiento afecta a cerca de un millón de habitantes de Arequipa, quienes ahora dependen de tan solo 60 cisternas de agua, insuficientes para cubrir las necesidades de la población.
Mientras tanto, la población se ve obligada a racionar el uso del agua y a esperar en largas filas para obtener el recurso a través de las cisternas distribuidas en distintos puntos de la ciudad. Esta crisis resalta la vulnerabilidad de Arequipa frente a fenómenos naturales que, exacerbados por el cambio climático, ponen en riesgo el suministro de recursos básicos como el agua potable.
Se están llevando a cabo esfuerzos coordinados entre el gobierno local, Sedapar y diversas entidades para restaurar el suministro de agua cuanto antes y para implementar medidas que prevengan futuras interrupciones.